Traducido del inglés: martes, 21 de noviembre, 2017
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor
LUNES, 20 de noviembre de 2017 (HealthDay News) -- Los niños con sobrepeso a quienes se avergüenza o se estigmatiza son más propensos a comer por atracón o a aislarse que a hacer cambios positivos como perder peso, señala un importante grupo de pediatras.
En una nueva declaración de política, la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics, AAP) ofrece orientación para ayudar a los padres, a los maestros, a las autoridades escolares y a los pediatras a ayudar a los niños con sobrepeso y obesos sin hacerlos sentirse mal sobre sí mismos.
"Estamos viendo un problema creciente respecto al estigma por el peso. En un esfuerzo mal informado por intentar lograr que los niños cambien, la gente acaba reforzando las conductas de afrontamiento negativas", advirtió el autor líder de la declaración de política, el Dr. Stephen Pont.
"Observamos una oportunidad para hacer que los proveedores sean conscientes del estigma y para hacer que el público sea consciente del estigma sobre el peso", añadió.
Con frecuencia, la gente cree que al avergonzar a una persona o a un niño con sobrepeso pueden motivarles a hacer cambios positivos en sus vidas. Pero sin duda eso no es lo que sucede.
Los autores de la declaración dijeron que en lugar de motivar a los niños, estigmatizarlos puede empeorar la obesidad al hacer que los niños sean menos propensos a participar en actividad física o buscar atención de la salud. También hace que los atracones de comida y el aislamiento social sean más probables, según la declaración.
El estigma del peso puede afectar de forma dramática a la calidad de vida de los jóvenes.
El Dr. Chris Karampahtsis, psiquiatra de niños, adolescentes y adultos en el Hospital de Winthrop de la NYU en Mineola, Nueva York, dijo que vio un estudio anterior que comparó la calidad de vida de los pacientes con cáncer frente a la calidad de vida de los pacientes obesos, y los pacientes con cáncer reportaron una mejor calidad de vida.
La nueva declaración, publicada en línea el 20 de noviembre en la revista Pediatrics, aparece junto con un nuevo estudio que se enfocó en la forma en que la sociedad y los medios de comunicación no ayudan a reducir el estigma que sienten los niños con sobrepeso. Peor aún, es probable que los medios sean un factor contribuyente significativo a los problemas de peso de los jóvenes en primer lugar.
El estudio, cuya autora principal es la Dra. Eliana Perrin, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke, observó las 31 películas calificadas como G y PG más taquilleras de 2012 a 2015.
Los investigadores encontraron que todas las películas tenían contenido que promovían la obesidad. Por ejemplo, un 87 por ciento mostraban alimentos malsanos, y un 71 por ciento mostraban porciones de tamaños excesivos. Casi dos tercios de las películas mostraban a personas que consumían bebidas endulzadas con azúcar.
Estas películas promueven conductas malsanas que podrían conducir a la obesidad, y también estigmatizan a los niños que pesan demasiado, anotaron los investigadores.
Un 84 por ciento de las películas promovían el estigma relacionado con el peso, por ejemplo mediante un insulto verbal sobre el peso corporal. Los investigadores también anotaron que no se trataba de incidentes aislados, sino temas que surgían a lo largo de las películas.
¿Qué pueden hacer los padres para ayudar a sus hijos con sobrepeso a tratar con otros niños y con los medios, o quizá incluso a manejar su propia habla negativa?
En primer lugar, es probable que los padres sientan la necesidad de corregir las conductas peligrosas con rapidez, anotó Pont. Los padres podrían por defecto realizar conductas que aprendieron mientras crecían, y decir cosas como "No comas eso. Vas a engordar".
"Eso hace que el niño se sienta mal, y definitivamente no le motiva a lavar unas verduras para hacer una ensalada", comentó Pont.
Los padres deben tener cuidado con sus palabras, dijo, y deben ayudar al niño a realizar cambios pequeños.
"Deje que su hijo guíe la nave y elija qué quiere cambiar. Quizá la familia (sí, la familia, para no aislar al niño) comience a comer más frutas y verduras", dijo Pont.
"Creo que la mayoría de los padres abordan el peso con buenas intenciones. Claramente, los padres quieren ayudar a sus hijos a tener la mejor salud posible. Y quizá no sean conscientes de que la forma en que abordan la conversación podría tener el efecto opuesto", dijo Karampahtsis, que no participó en el estudio.
"Abordar el tema del peso de forma empática y sensible es esencial. No llame al niño gordo ni obeso. La meta es motivar el cambio conductual para mantener una buena salud", planteó.
Ambos expertos dijeron que es buena idea implicar al médico del niño.
A veces el niño en realidad no tiene que perder peso, dijo Pont. Si puede evitar el aumento de peso, su peso podría normalizarse al crecer. Los niños todavía están construyendo huesos y músculos, y es importante que obtengan la nutrición adecuada para lograrlo. El pediatra puede ayudarle a averiguar qué pasos su hijo debe tomar para vivir una vida más sana, anotó.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor
FUENTES: Stephen Pont, M.D., M.P.H., founding chair, American Academy of Pediatrics Section of Obesity's Executive Committee, and assistant professor, University of Texas Dell Medical School, Austin; Chris Karampahtsis, M.D., M.P.H., child, adolescent and adult psychiatrist, NYU Winthrop Hospital, Mineola, N.Y.; Nov. 20, 2017, Pediatrics
HealthDay
(c) Derechos de autor 2017, HealthDay
Las noticias son escritas y proporcionadas por HealthDay y no reflejan los puntos de vista de la política federal, las opiniones de MedlinePlus, la Biblioteca Nacional de Medicina, los Institutos Nacionales de la Salud, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos.
- Más noticias de salud en
- Obesidad en niños
No hay comentarios:
Publicar un comentario