Un dispositivo portátil en la garganta podría cambiar el tratamiento de recuperación del ictus
Los componentes electrónicos elásticos nos permiten ver lo que está sucediendo dentro del organismo de los pacientes a un nivel que los portátiles tradicionales simplemente no pueden lograr
El Médico Interactivo | 21 - febrero - 2018 10:30 am
Un nuevo dispositivo portátil innovador diseñado para usarse en la garganta podría ser un cambio de juego en el campo de la rehabilitación de accidentes cerebrovasculares. Desarrollado en el laboratorio del profesor de Ingeniería de la Universidad de Northwestern, en Estados Unidos, John A. Rogers, en asociación con Shirley Ryan AbilityLab, el sensor es el último en la creciente cartera de productos electrónicos elásticos de Rogers que son lo suficientemente precisos para su uso en cuidados médicos avanzados y lo suficientemente portátiles para usarse fuera del hospital, incluso durante el ejercicio extremo.
Rogers presenta su investigación sobre las implicaciones de la electrónica elástica para el tratamiento de recuperación del accidente cerebrovascular en una conferencia de prensa celebrada en el marco de la reunión anual de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS), que tiene lugar en Austin, Texas, Estados Unidos. También expondrá su trabajo por la tarde en la reunión de AAAS.
Los sensores de Rogers se adhieren directamente a la piel, se mueven con el cuerpo y proporcionan métricas de salud detalladas, incluida la función cardiaca, la actividad muscular y la calidad del sueño. “Los componentes electrónicos elásticos nos permiten ver lo que está sucediendo dentro de los cuerpos de los pacientes a un nivel que los portátiles tradicionales simplemente no pueden lograr –destaca Rogers–. La clave es hacer que estén lo más integrados posible con el cuerpo humano”.
El nuevo sensor de garganta de tipo vendaje de Rogers mide la capacidad de deglución y los patrones de habla de los pacientes. Los sensores ayudan en el diagnóstico y tratamiento de la afasia, un trastorno de la comunicación asociado con el accidente cerebrovascular. Las herramientas que los patólogos del habla y del lenguaje han usado tradicionalmente para controlar la función del habla de los pacientes, como los micrófonos, no pueden distinguir entre las voces de los pacientes y el ruido ambiental.
“Nuestros sensores resuelven ese problema midiendo las vibraciones de las cuerdas vocales –apunta Rogers–. Pero solo funcionan cuando se usan directamente en la garganta, que es un área muy sensible de la piel. Desarrollamos nuevos materiales para este sensor que se doblan y se estiran con el cuerpo, lo que minimiza la incomodidad para los pacientes”.
El sensor envía alertas a los médicos cuando caen los niveles medidos
Shirley Ryan AbilityLab, un hospital de investigación en Chicago, utiliza el sensor de garganta junto con biosensores electrónicos, también desarrollados en el laboratorio de Rogers, en las piernas, los brazos y el tórax para monitorizar el progreso de recuperación de los pacientes con apoplejía. El sistema intermodal de sensores transmite datos de forma inalámbrica a los teléfonos y los ordenadores de los médicos, brindando una imagen cuantitativa de cuerpo entero de las respuestas físicas y fisiológicas avanzadas de los pacientes en tiempo real.
“Uno de los mayores problemas a los que nos enfrentamos con los pacientes con accidente cerebrovascular es que sus ganancias tienden a disminuir cuando salen del hospital”, señala Arun Jayaraman, científico investigador de Shirley Ryan AbilityLab y experto en tecnología portátil. “Con la monitorización en el hogar habilitada por estos sensores, podemos intervenir en el momento adecuado, lo que podría conducir a una recuperación mejor y más rápida para los pacientes”, añade.
Debido a que los sensores son inalámbricos, eliminan las barreras que presentan los dispositivos tradicionales de control de la salud en entornos clínicos. Los pacientes pueden usarlos incluso después de que abandonen el hospital, lo que les permite a los médicos comprender cómo se desenvuelven sus pacientes en el mundo real.
“Hablar con amigos y familiares en casa es una dimensión completamente diferente de lo que hacemos en terapia”, dice Leora Cherney, científica investigadora de Shirley Ryan AbilityLab y experta en tratamiento de la afasia. “Comprender de manera detallada los hábitos de comunicación de los pacientes fuera de la clínica nos ayuda a desarrollar mejores estrategias con nuestros pacientes para mejorar sus habilidades para hablar y acelerar su proceso de recuperación”, dice.
Jayaraman describe la movilidad de la plataforma como un “cambio de juego” en la medición de resultados de rehabilitación. Los datos de los sensores se presentan en un tablero que es fácil de entender tanto para los médicos como para los pacientes. Enviará alertas cuando los pacientes tengan un bajo rendimiento en una determinada métrica y les permitirá establecer y realizar un seguimiento del progreso hacia sus objetivos.
“Estamos muy agradecidos por nuestra asociación con Shirley Ryan AbilityLab –destaca Rogers–. Nos están ayudando a trasladar nuestra tecnología del laboratorio de investigación al mundo real, donde ya está teniendo un impacto positivo en la vida de los pacientes”. Rogers también está colaborando con Shirley Ryan AbilityLab para probar los sensores en pacientes con otras afecciones, como la enfermedad de Parkinson.
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