Científicos alemenas demuestran que las células nerviosas responsables de procesar la información se reprograman casi instantáneamente tras una lesión en el cerebro.
Los científicos del Instituto Max Planck de Neurobiología en Martinsried (Alemania) han demostrado, en colaboración con investigadores de la Universidad Ruhr de Bochum (Alemania), que las sinapsis excitadoras e inhibidoras se mantienen equilibradas, incluso si el cerebro sufre una reorganización.
Cada segundo, las células nerviosas del cerebro intercambian miles de millones de impulsos sinápticos. Dos tipos de sinapsis garantizan que este flujo de datos se encuentre regulado: las sinapsis excitadoras transmiten información de una célula a otra, mientras que las sinapsis inhibidoras restringen el flujo de información.
Las células nerviosas son 'adictas a la información'; para procesar y almacenar nueva información, o para optimizar los caminos ya existentes de procesamiento, nuevos apéndices emergen continuamente de su superficie y crecen hacia las células vecinas. Al final de estos apéndices se desarrollan sinapsis, a través de las cuales dos células nerviosas pueden intercambiar información. Los investigadores han descrito cuán rápidamente pueden reorganizarse las células nerviosas, incluso en el cerebro adulto, ya que están constantemente procesando información.
En el ensayo con ratos, después de una leve lesión de la retina, las células nerviosas responsables de procesar la información de esta zona se quedaban sin información. Sin embargo, durante las semanas siguientes, los neurobiólogos observaron que estas células nerviosas aumentaron el número de apéndices enviados a sus células vecinas. Las células que habían sido temporalmente inhibidas se volvieron a conectar, y asumieron nuevas tareas dentro de la red de procesamiento.
Sin embargo, el procesamiento óptimo en el cerebro no sólo depende de la circulación de la información, sino también de la inhibición directa de la circulación de información en puntos determinados. Hasta ahora, lo que ocurría en estas sinapsis inhibidoras cuando las condiciones cambian en el cerebro apenas había recibido atención científica.
En esta investigación, el equipo de científicos se dispuso a examinar el destino de estas sinapsis en las células nerviosas que no reciben información tras una pequeña lesión retiniana, y descubrieron que las células redujeron el número de sinapsis inhibidoras en, aproximadamente, un tercio en un día.
Tal fue la magnitud de esta reducción que el desequilibrio en el flujo de información, provocado por la pérdida de las señales de excitación de la retina, fue anulado. "Los científicos ya tienen una teoría sobre la importancia de este nivel de equilibrio. La destrucción de las sinapsis inhibitorias puede actuar como una señal a las células vecinas: las células nerviosas que 'buscan trabajo' deben ponerse en contacto ", reflexiona Marcos Hübener, director del estudio.
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