miércoles, 16 de enero de 2013

Una dieta basada en comida rápida está ligada al asma y a eczema grave en niños - DiarioMedico.com

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Otros efectos de la comida rápida

Una dieta basada en comida rápida está ligada al asma y a eczema grave en niños

Comer tres o más raciones semanales de comida rápida está ligado a un severo asma alérgico, eczema y rinitis entre los niños - en el mundo desarrollado- indica un extenso estudio internacional publicado online en la revista Thorax.
15/01/2013 00:30

 
El asma es la enfermedad crónica más frecuente en la infancia. Según el estudio Isaac (International Study of Asthma and Allergies in Childhood), la sufre entre el 7 y el 15 por ciento de la población infantil dependiendo de la zona geográfica (más en zonas costeras) y de la edad (más en adolescentes).
Este trabajo epidemiológico, iniciado hace veinte años con la participación de 50 países, entre ellos España, desgrana sus resultados de forma periódica en trabajos como el que acaba de publicarse en Thorax, donde se sugiere una posible relación entre ciertos alimentos (mantequilla, margarina, frutos secos y comida rápida) y asma. En la misma revista y también extraído del Isaac hace unos años se publicó un estudio encabezado por Luis García-Marcos, de la Universidad de Murcia, que apunta a un efecto protector de la dieta mediterránea en niñas con asma grave. En esa línea y más reciente, otro estudio epidemiológico llevado a cabo en la Universidad Nacional de Taiwán, que aparece en Asia Pacific Journal of Clinical Nutrition, exponía que una dieta alta en grasas y azúcares simples favorece la incidencia asmática en los niños taiwaneses.

Estos resultados de análisis epidemiológicos son plausibles con otros experimentales, que asociaron alta presencia de grasas saturadas con el asma, como explica a DM Antonio Nieto, jefe de la Unidad de Neumología y Alergia Infantil del Hospital La Fe (Valencia). "En diversos estudios se ha observado que podría existir una relación entre obesidad y asma, pues aquélla se contempla como un estado inflamatorio de baja intensidad, subclínico, y el asma es también un proceso inflamatorio de las vías respiratorias. Las grasas saturadas constituirían así un mecanismo indirecto del asma o de sus formas más graves. Es una vía posible, aunque puede haber otras alternativas", matiza Nieto. De hecho, un trabajo en modelo murino que acaba de publicarse en Cell Metabolism, efectuado por científicos de la Universidad de Columbia (Nueva York), determina que la leptina, hormona implicada en el metabolismo, la fertilidad y la masa ósea, también lo está en la regulación del diámetro de las vías respiratorias.

Mientras se confirma con más trabajos la influencia concreta de la alimentación en el asma, se indaga en otros factores de riesgo, como el bajo peso al nacer, cuya influencia acaba de ser desmentida en un trabajo en Annals of Allergy, Asthma and Immunology.

En cambio, como recuerda Nieto, la contaminación externa y, muy especialmente, la doméstica (el tabaco) constituye un factor de riesgo ampliamente contrastado. Lo ilustran estudios de todo color y pelaje, como el realizado tras la reunificación alemana, que además demostró que no cualquier contaminante influía: si bien la extinta RDA estaba más contaminada por combustión de carbón, la incidencia de asma fue menor que cuando proliferaron los coches diésel al caer el muro de Berlín. También se sabe que las plantas cercanas a autopistas generan polen más alergénico, lo que explica la paradoja de que en la ciudad haya más alergia al polen que en el campo.

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