El
11 de octubre se celebra el Día Mundial de la Visión
Un
test genético permite detectar el riesgo de sufrir DMAE, principal
causa de ceguera en los países occidentales
- Se realizarán diagnósticos gratuitos sobre la DMAE en la Fundación Rementería como parte de un estudio.
- Algunos estudios han demostrado el beneficio de los complejos vitamínicos en los pacientes con DMAE intermedia.
Madrid,
10 de octubre de 2012. La Fundación Rementería, en colaboración
con la Fundación de Investigaciones Biomédicas, ha desarrollado un
programa que permite calcular el riesgo de sufrir Degeneración
Macular Asociada a la Edad (DMAE), la principal causa de ceguera en
los países occidentales, y adoptar medidas preventivas para retrasar
su aparición. Con motivo del Día Mundial de la Visión, que se
celebra el 11 de octubre, se realizarán diagnósticos gratuitos
sobre la DMAE en la Fundación Rementería como parte de un estudio
para evaluar su eficacia preventiva a largo plazo.
El
programa consta de un test genético y una Tabla de Riesgo de
Desarrollo de Degeneración Macular (DMAE). A partir de unas gotas de
sangre, un test genético detecta los polimorfismos o variaciones en
unos genes (CFH, C3 y ARMS2) asociados a la DMAE. "Se trata de
la herramienta más fiable para detectar el riesgo de padecer esta
enfermedad. Se tarda unos días en tener los resultados y sólo se
necesita realizar una vez en la vida", afirma el doctor
Francisco Javier Hurtado, director médico de la Fundación
Rementería.
Con
algunas alteraciones genéticas, la probabilidad de desarrollar DMAE
se multiplica hasta por 50 con respecto a la población de la misma
edad. Para conocer el riesgo según la edad y las recomendaciones
asociadas basta consultar la tabla de riesgo de desarrollo de la DMAE
en la web de la Fundación Rementeria (www.fundacionrementeria.es).
Si el paciente ha sido diagnosticado con alguna de las mutaciones, el
porcentaje estará aumentado.
La
DMAE es un proceso degenerativo de la zona central de la retina
llamada mácula. "Se trata de un envejecimiento de la mácula,
para el que no tenemos ningún tratamiento que la rejuvenezca, por lo
que el objetivo es detener el proceso", explica el doctor
Hurtado. Para ello, se recomienda dejar de fumar, llevar una dieta
rica en frutas y verduras y, según los casos, suplementos
vitamínicos que ralenticen su progresión.
"Algunos
estudios han demostrado el beneficio de los complejos vitamínicos en
los pacientes con DMAE intermedia para retrasar la progresión a
formas más graves de la enfermedad que tienen un peor tratamiento y
pronóstico visual", destaca el doctor Hurtado. Los principales
suplementos de estos estudios contenían vitamina C (500 mg),
vitamina E (400 UI), betacarotenos (15 mg), óxido de zinc (80 mg) y
óxido cúprico (2 mg). Sin embargo, "el principal problema es
que las dosis administradas en los estudios son más altas de las
cantidades diarias recomendadas (CDR) por lo que ninguno de los
suplementos comercializados en España contiene dosis tan altas",
advierte.
Betacarotenos
no en fumadores
Además,
"no están exentos de riesgos como por ejemplo los betacarotenos
(que encontramos en muchas frutas y verduras de color naranja y
amarillo) que no pueden administrarse en fumadores o que hayan dejado
el tabaco hace menos de 8 años porque se ha demostrado un aumento en
la incidencia de cáncer de pulmón”. Por su parte, el óxido de
zinc puede producir alteraciones en el tránsito intestinal o
aumentos en los problemas genitourinarios", añade el doctor.
Otra
de las medidas recomendadas para reducir el riesgo de padecer DMAE es
proteger los ojos del sol, aconseja el doctor Hurtado: "Nuestro
mejor aliado pueden ser unas gafas de sol homologadas con la patilla
ancha para que protejan de la entrada de radiaciones ultravioletas
por el lateral de la cara".
La
DMAE es la causa principal de la pérdida de visión en los ancianos
y la causa más común de ceguera en España y los países de su
entorno. Afecta a la región macular de la retina y sus causas no
están establecidas por completo. Se sabe que los principales
factores de riesgo son tener mas de 50 años, fumar, haber sufrido
exposición solar excesiva, la obesidad, tener ojos claros, ser de
raza blanca (el doble de riesgo que en la raza negra) y los
antecedentes familiares. Las personas cuyos padres han sufrido DMAE
tienen tres veces más riesgo que el resto, lo que indica la
importancia de los genes en esta alteración ocular.
Existen dos tipos de DMAE, seca y
húmeda. Esta última es más grave y consiste en la aparición de
líquido o hemorragias en la retina. "Cuando una retina se
encharca, lo que ocurre es como si doblamos un espejo: se
distorsionan las imágenes", resalta el doctor Hurtado. Este
tipo requiere un tratamiento urgente con láser o fármacos que
reparen los vasos y favorezcan que se elimine el líquido que
distorsiona la visión.
Para
descargar una foto haz clic aquí.
Para
más información:
Carlos
Mateos/ Rocío Jiménez. COM SALUD.
Tels.
91 223 66 78/ 685 53 68 16
No hay comentarios:
Publicar un comentario