Nanomedicina para avanzar en cáncer y neurología

Galicia y Portugal colaboran en el proyecto 'Invennta', con un presupuesto de tres millones de euros para tener resultados en un horizonte inferior a dos años.

María R. Lagoa. Vigo | dmredaccion@diariomedico.com | 04/11/2013 00:00

José Castillo, Fernando Dominguez y Rafael López. (Andrés Panaro)

La nanomedicina es un camino prometedor que puede proporcionar algunas soluciones allí donde los fármacos convencionales han tocado techo. Sin embargo, y pese a que se vislumbra un crecimiento progresivo, su aplicación en la clínica es aún escaso. Invennta es un proyecto de cooperación transfronteriza entre Galicia y Portugal para impulsar el desarrollo de la nanomedicina en cáncer y neurología. Con un presupuesto de tres millones de euros, Invennta es una apuesta por la nanotectología para avanzar en el conocimiento científico y aportar resultados que puedan trasladarse a la práctica médica en menos de dos años.
Tres grupos del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela (IDIS) y el International Iberian Nanotechnology (INL) de Portugal cooperarán para alcanzar una meta factible, como conseguir biosensores para la localización de células tumorales periféricas, biomarcadores que identifiquen en pocos minutos el riesgo de hemorragia por el tratamiento trombolítico del ictus y el escalado en la producción de nuevos clusters cuánticos atómicos (AQC).
"Los tratamientos convencionales se han quedado estancados en algunos de los problemas que nos encontramos. Se necesitan enfoques diferentes como la nanomedicina", dice José Castillo, director científico del IDIS y coordinador del Laboratorio de Investigación en Neurociencias Clínicas de este instituto. Con Invennta se buscarán nuevos modelos con utilidad terapéutica y los resultados tendrán que estar en mayo de 2015.
Invennta cuenta con tres subproyectos. Uno de ellos está coordinado por Rafael López, jefe del Servicio de Oncología Médica-Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago, y su objetivo es desarrollar biosensores para detectar las células cancerígenas periféricas así como biomarcadores. "No es fácil localizar las células tumorales en el torrente sanguíneo; es como encontrar una aguja en un pajar.
Además, son diferentes al tumor primario porque cambian el fenotipo para ir por el torrente sanguíneo", comenta López. Su grupo es experto en el conocimiento de estas células y de los elementos de la biopsia líquida, de los que se puede extraer información para el diagnóstico, pronóstico o para inducir tratamientos en el futuro. Sus estudios sobre las características moleculares de estas células periféricas y el uso de técnicas de nanotecnología servirán para conseguir biosensores que puedan localizarlas en el torrente sanguíneo. Un paso más sería aislarlas y estudiarlas en esa situación para llegar a nuevas técnicas terapéuticas contra el cáncer.
Llegar a la clínica
El proyecto que comanda Fernando Domínguez, catedrático de Fisiología en la Facultad de Medicina de Santiago y coordinador del Grupo de Investigaciones Oncológicas de esta universidad, facilitará la puesta a punto del método de producción de clusters cuánticos atómicos creados por su grupo y que inhiben las topoisomerasas II con el fin último de llegar a la clínica. Estos AQC cuentan sólo con 3 átomos y una dimensión por debajo de 0,5 nanómetros, son de plata y tienen la capacidad de intercalarse entre dos bases de ADN, lo que induce la inhibición de las topoisomerasas II (una diana en el tratamiento del cáncer).
"La ventaja de estos AQC es que su pequeño tamaño permite una penetración fácil dentro del tumor. La hipótesis es que, introduciéndolos en el tumor e inhibiendo las topoisomerasas II, se provoca la apoptosis de las células proliferantes", explica Domínguez. La tecnología del INL abre la puerta a que se puedan producir en cantidad suficiente y en condiciones de buena práctica.
El tercer programa, de neurología, está a cargo de Castillo. Busca biomarcadores que, en menos de diez minutos, con una gota de sangre y a pie de cama, identifiquen a los pacientes que puedan sufrir una hemorragia por el tratamiento trombolítico en ictus. "Ya disponemos de biomarcadores, pero los resultados tardan horas, un tiempo con el que no contamos en estos casos". Con Invennta se intentará reducir ese período de tiempo para abrir las puertas a su aplicación. El IDIS ha desarrollado también nanopartículas para tratar la zona de penumbra isquémica, pero presentan problemas de viabilidad. En colaboración con el INL "intentaremos resolver esas dificultades y conseguir que tengan viabilidad de días o semanas".

Tres proyectos de investigación transfronteriza que buscan aplicación clínica

Origen
El programa parte del trabajo realizado en Santiago, ya con conclusiones importantes que tomarán forma con la tecnología del International Iberian Nanotechnology (INL).
Impacto
La Consejería de Sanidad de Galicia espera un importante impacto del proyecto en la economía, para lo que será precisa la transferencia de resultados durante todas las etapas.
Interdisciplinar
Participan neurólogos, oncólogos, investigadores básicos, físicos ingenieros electrónicos y químicos. El INL aporta la nanotecnología y el IDIS el uso médico.