sábado, 1 de noviembre de 2014

Transmisión | Enfermedad del Ébola (Enfermedad del virus del Ébola) | CDC

Transmisión | Enfermedad del Ébola (Enfermedad del virus del Ébola) | CDC

CDC. Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. CDC 24/7: Salvando vidas, protegiendo a las personas.





Debido a que no se ha podido identificar cuál es el hospedador reservorio del virus del Ébola, no se sabe la manera en que el virus aparece por primera vez en un ser humano al comienzo de un brote. Sin embargo, los científicos creen que el primer paciente se infecta a través del contacto con un animal infectado, como murciélagos frugívoros o primates (simios y monos), lo que se denomina un evento de derrame. Luego se produce la transmisión de persona a persona y esto puede afectar a un gran número de individuos. En algunos brotes anteriores del virus del Ébola, los primates también fueron afectados por el virus y se presentaron múltiples eventos de derrame cuando las personas tocaban o comían primates infectados.
Cuando se presenta la infección en las personas, el virus se puede propagar de varias maneras a los demás. El virus del Ébola se propaga a través del contacto directo (a través de la piel abierta o las membranas mucosas, por ejemplo, los ojos, la nariz o la boca) con lo siguiente:
  • La sangre o los líquidos corporales (incluida la orina, la saliva, las heces, el vómito y el semen) de una persona con la enfermedad del Ébola
  • Objetos (como agujas y jeringas) que han sido contaminados con el virus
  • murciélagos frugívoros o primates (simios y monos) infectados
El virus del Ébola no se propaga por el aire o el agua ni, en general, a través de los alimentos. Sin embargo, en África, el virus del Ébola se puede propagar al manipular carne de animales salvajes (que han sido cazados para la alimentación) y por el contacto con murciélagos infectados. No existe evidencia de que los mosquitos u otros insectos puedan ser agentes transmisores del virus del Ébola. Solo los mamíferos (por ejemplo, humanos, murciélagos, monos y simios) han demostrado la capacidad de ser infectados con el virus del Ébola y diseminarlo.
Los proveedores de atención médica que atienden a pacientes con la enfermedad del Ébola y los familiares y amigos de personas con la enfermedad del Ébola y que tengan contacto cercano con ellas tienen el mayor riesgo de enfermarse porque pueden entrar en contacto con la sangre o los líquidos corporales infectados de las personas enfermas.
Durante los brotes, la enfermedad del Ébola puede propagarse rápidamente en entornos de atención médica (como clínicas y hospitales) La exposición al virus del Ébola puede ocurrir en entornos de atención médica si el personal del hospital no usa el equipo de protección adecuado, como máscaras, ropa, lentes y guantes de protección.
El personal de atención médica que está atendiendo al paciente debe usar equipo médico dedicado exclusivamente a su atención (de preferencia desechable, si es posible). También es importante limpiar y desechar en forma apropiada los instrumentos como agujas y jeringas. Si los instrumentos no son desechables, deben ser esterilizados antes de usarlos de nuevo. Si los instrumentos no se esterilizan en forma adecuada, puede continuar la transmisión del virus y con esto aumentar la magnitud del brote.
Una vez que alguien se recupera de la enfermedad del Ébola, ya no puede propagar el virus. Sin embargo, el virus del Ébola se ha encontrado en el semen hasta por 3 meses. Se recomienda a las personas que se recuperaron de la enfermedad del Ébola que se abstengan de tener relaciones sexuales por al menos 3 meses. Si no es posible la abstinencia, los condones pueden ayudar a prevenir la propagación de la enfermedad.

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