Traducido del inglés: jueves, 28 de mayo, 2015
Artículo por HealthDay, traducido por Hola Doctor
MIÉRCOLES, 27 de mayo de 2015 (HealthDay News) -- Los niños que tartamudean podrían tener dificultades para percibir los ritmos musicales, sugiere un estudio de tamaño reducido.
Los investigadores afirman que los hallazgos podrían ofrecer algunas pistas sobre los orígenes del problema del habla, e incluso apuntar a terapias potenciales.
En el estudio, que aparece en una edición reciente en línea de la revista Brain & Language, participaron 17 niños con tartamudeo y 17 niños sin el problema. Los investigadores hallaron que los niños con el trastorno del habla tendían a tener problemas para distinguir entre los patrones de redoble de tambor durante un juego de computadora.
El significado de esto no está del todo claro. "Pero nuestra hipótesis es que los niños con tartamudeo tienen dificultades con la generación interna del ritmo", dijo el investigador Devin McAuley, profesor de psicología de la Universidad Estatal de Michigan, en East Lansing.
Explicó que eso es importante porque nuestra capacidad de llevar un ritmo es una de las claves de hablar con fluidez.
Pero el estudio no prueba que los problemas con la percepción del ritmo en realidad provoquen el tartamudeo, señaló McAuley.
Heather Grossman, directora clínica del Instituto Americano del Tartamudeo, en la ciudad de Nueva York, enfatizó ese punto.
Las dificultades para percibir el ritmo podrían ser algo que acompañe comúnmente al tartamudeo, y que sea provocado por "algo más central en el cerebro", planteó Grossman.
También es posible que el tartamudeo ocurra primero. Grossman explicó que cuando un niño comienza a tartamudear, el cerebro se organiza adaptándose al hábito. "Las diferencias en la percepción del ritmo podrían ser un producto secundario de ese hecho", dijo.
Alrededor del 5 por ciento de los niños tartamudean en algún momento de sus vidas, por lo general a partir de los 2 a 5 años de edad, según el Instituto Nacional de la Sordera y otros Trastornos de la Comunicación de EE. UU. La mayoría de niños supera el problema, y apenas el 1 por ciento de los adultos se ven afectados por un tartamudeo persistente.
En una época, el tartamudeo se consideraba un problema emocional, dijo Grossman. Pero ahora los investigadores saben que los niños que tartamudean muestran diferencias en la forma en que el cerebro procesa el lenguaje.
Se cree que la genética tiene un rol importante, dado que el tartamudeo tiende a darse en familias, añadió Grossman.
Pero los científicos no comprenden del todo los mecanismos que subyacen al tartamudeo. Y el nuevo estudio, apuntó McAuley, parece ser el primero en encontrar que los niños que tartamudean pueden tener problemas con la percepción de los ritmos musicales.
Los hallazgos se basan en 34 niños de 6 a 11 años de edad. El equipo de McAuley hizo que cada niño jugara un juego de computadora en que un tamborilero tocaba un ritmo estándar dos veces; entonces, un segundo tamborilero entraba en escena y tocaba el mismo ritmo o uno distinto. Los niños debían indicar si el tercer ritmo era igual o distinto que los dos primeros.
"A los niños que tartamudeaban les fue mucho peor", contó McAuley. Los niños también tomaron pruebas de audición, lenguaje y coeficiente intelectual (CI), ninguna de las cuales explicaron las diferencias en la percepción del ritmo, aclaró.
Según McAuley, es plausible que los problemas para mantener el ritmo contribuyan al tartamudeo. Dijo que hay evidencias de que las personas tartamudas tienen "menos conectividad" en una red del cerebro que se sabe que está involucrada con la percepción del ritmo, aunque, una vez más, no está claro que el problema con la conectividad provoque el tartamudeo.
"Ahora hay que hacer más estudios", dijo McAuley. Pero añadió que los hallazgos plantean la posibilidad de que el "entrenamiento rítmico" (incluso a través de la música) podría ayudar a algunos niños con tartamudeo.
Pero Grossman advirtió que no se debe dar eso por hecho. "Creo que estudios como éste son interesantes porque nos dan más pruebas de que de verdad hay diferencias cerebrales en los niños que tartamudean", comentó.
Pero, añadió, "no se puede dar por sentado que esas diferencias tengan un significado clínico. Creo que es poco probable que el entrenamiento en la percepción rítmica ayude con el tartamudeo".
Pero Grossman dijo que si los niños disfrutan de las lecciones musicales y adquieren confianza a partir de ellas, esa autoestima podría ayudarles a gestionar su tartamudeo.
Artículo por HealthDay, traducido por Hola Doctor
FUENTES: Devin McAuley, Ph.D., professor, psychology, Michigan State University, East Lansing, Mich.; Heather Grossman, Ph.D., clinical director, American Institute for Stuttering, New York City; April 13, 2015, Brain & Language, online
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