MIÉRCOLES, 1 de julio de 2015 (HealthDay News) -- La mayoría de estadounidenses saben que los fuegos artificiales pueden hacer daños en los ojos y en las manos, pero ese pasatiempo favorito del día de la independencia también puede cobrarse un precio en los pulmones, encuentra un estudio reciente.
Investigadores de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) encontraron que los fuegos artificiales producen contaminantes atmosféricos, incluyendo unas minúsculas partículas que se encuentran en el aire y que se conocen como materia particulada.
Esas partículas microscópicas de polvo, tierra, hollín, humo y líquidos pueden entrar a los pulmones y provocar tos, sibilancia y falta de aliento. También pueden conducir a problemas de salud a largo plazo, como ataques de asma, ataque cardiaco, accidente cerebrovascular e incluso la muerte en los que sufren de enfermedades del corazón o los pulmones.
Usando observaciones de 315 centros de monitorización de la calidad del aire de EE. UU. entre 1999 y 2013, los investigadores de la NOAA cuantificaron el aumento en la materia particulada que ocurría en el cumpleaños de la nación. Específicamente, buscaban partículas que tienen un diámetro de 2.5 micrones (PM2.5).
Las concentraciones por hora de la materia fina particulada por lo general alcanzan sus niveles más altos en la tarde del 4 de julio, reveló el estudio. En promedio, el aumento más marcado ocurría entre las 9 y las 10 p.m. Los niveles bajaban al mediodía del 5 de julio. A partir de las 8 p.m. del 4 de julio, las concentraciones promedio de materia particulada de las siguientes 24 horas eran un 42 por ciento más altas que en los días anteriores o después del feriado, reveló el estudio, que aparece en la edición del 30 de junio de la revista Atmospheric Environment.
"No elegimos el día de la independencia para amargar la celebración de los estadounidenses, sino porque es la mejor forma de realizar un estudio nacional sobre los efectos de los fuegos artificiales sobre la calidad del aire", señaló en un comunicado de prensa de la NOAA la coautora del estudio, Dian Seidel, científica principal del Laboratorio de Recursos Atmosféricos de la agencia en College Park, Maryland.
"Estos resultados ayudarán a mejorar las predicciones sobre la calidad del aire, que ahora no toman en cuenta a los fuegos artificiales como una fuente de la contaminación atmosférica", añadió Seidel. "El estudio es también otra alarma para los que quizá sean particularmente sensibles a los efectos de la materia fina particulada".
Los investigadores encontraron que las concentraciones de materia fina particulada variaban entre los lugares evaluados, y que la proximidad a los fuegos artificiales y las condiciones atmosféricas tenían un rol en esas diferencias.
Aunque la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de EE. UU. no regula los fuegos artificiales, la agencia sí aconseja a las personas que son sensibles a la contaminación con partículas que limiten su exposición.
Esos grupos de alto riesgo deben ver los fuegos artificiales desde un lugar contra el viento o desde la distancia. Las personas con asma deben seguir sus planes de acción para el asma y llevar sus medicamentos de alivio rápido a cualquier presentación de fuegos artificiales, según la EPA.
Artículo por HealthDay, traducido por Hola Doctor
FUENTE: National Oceanic and Atmospheric Administration, news release, June 30, 2015
HealthDay
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