PUBLICADO EN 'CIRCULATION'
Las personas que viven con perros gozan de mejor salud cardiovascular
JANO.es · 10 diciembre 2015 11:31
Así lo recogió una revisión de estudios de la American Heart Association, que consignó que los individuos que tenían perro presentaban mejores niveles de hipertensión, colesterol y obesidad.
A lo largo de los últimos años se han publicado una gran cantidad de estudios que han indagado en la relación entre convivir con un perro y el nivel de riesgo cardiovascular del propietario. Una gran parte de estos estudios fueron recogidos en Circulation en un artículo llevado a cabo por la American Heart Association (AHA). Este artículo se relacionan las bondades de tener un perro según diversos factores de riesgo cardiovascular.
Así, diversas investigaciones incluidas en el artículo muestran una relación entre vivir con un perro y unos mejores niveles de presión arterial, de colesterol y una menor incidencia de obesidad. “Aunque los estudios demuestran relación entre tener un perro y un mejor estado de estos factores de riesgo cardiovascular, la relación causa-efecto no se puede afirmar aunque sí la mejora de hábitos de ejercicio de quienes tienen un animal de compañía. Además, los aspectos psicológicos también podrían verse mejorados en una parte de la población especialmente la anciana con posibilidad de hacerse cargo de sus cuidados, o con poco apoyo social o familiar”, aclara el Dr. Vicente Arrarte, vocal de la Sección de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardíaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC). “Lo que sí señalan todas estas investigaciones es que convivir con un perro favorece la práctica de actividad física, por lo que los niveles de hipertensión, de colesterol y la incidencia de obesidad podrían verse mejorados por este motivo”, explica.
Una de las investigaciones que apuntan hacia esta dirección es la realizada a partir de los datos de 5.253 japoneses, y de la que se extrae que las personas con perro están más cerca de cumplir con la recomendación mínima de práctica de actividad física que aquellas que no tienen perro. Concretamente, los dueños de perros cumplían un 54% más estas recomendaciones; aun así, el estudio también reveló que únicamente el 30% de los propietarios de canes llegaba a los mínimos de actividad física (según la Organización Mundial de la Salud, los adultos de 18 a 64 años deberían acumular un mínimo de 150 minutos semanales de actividad física aeróbica moderada, o bien un mínimo de 75 minutos semanales de actividad aeróbica vigorosa, o bien una combinación equivalente de actividad moderada y vigorosa).
Otros trabajos también demostraron hace ya muchos años la relación entre tener un perro y la mayor supervivencia tras un evento cardiaco. Es el caso de un estudio que se publicó en The American Journal of Cardiology que tras estudiar a 424 personas que habían padecido un evento cardiovascular, vieron que aquellos que no vivían con un perro multiplicaban por cuatro las probabilidades de mortalidad que aquellos que sí que gozaban de la compañía de un can. Estos resultados fueron independientes a programas psicológicos y a la severidad de la cardiopatía.
“De lo que podemos extraer de estos estudios es que el paseo diario con nuestro perro es beneficioso para nuestra salud cardiovascular, por lo que desde la Fundación Española del Corazón recomendamos disfrutar de estos momentos con nuestra mascota y animar a todos los miembros de la familia a ser partícipes de estos momentos. También es importante destacar que la mejora de nuestra salud cardiovascular no debe ser la única razón por la que nos animemos a adoptar a un animal, sino que esta decisión debe tomarse muy seriamente considerando que un perro tiene unas necesidades que debemos ser capaces de cumplir”, concluye el Dr. Arrarte.
Así, diversas investigaciones incluidas en el artículo muestran una relación entre vivir con un perro y unos mejores niveles de presión arterial, de colesterol y una menor incidencia de obesidad. “Aunque los estudios demuestran relación entre tener un perro y un mejor estado de estos factores de riesgo cardiovascular, la relación causa-efecto no se puede afirmar aunque sí la mejora de hábitos de ejercicio de quienes tienen un animal de compañía. Además, los aspectos psicológicos también podrían verse mejorados en una parte de la población especialmente la anciana con posibilidad de hacerse cargo de sus cuidados, o con poco apoyo social o familiar”, aclara el Dr. Vicente Arrarte, vocal de la Sección de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardíaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC). “Lo que sí señalan todas estas investigaciones es que convivir con un perro favorece la práctica de actividad física, por lo que los niveles de hipertensión, de colesterol y la incidencia de obesidad podrían verse mejorados por este motivo”, explica.
Una de las investigaciones que apuntan hacia esta dirección es la realizada a partir de los datos de 5.253 japoneses, y de la que se extrae que las personas con perro están más cerca de cumplir con la recomendación mínima de práctica de actividad física que aquellas que no tienen perro. Concretamente, los dueños de perros cumplían un 54% más estas recomendaciones; aun así, el estudio también reveló que únicamente el 30% de los propietarios de canes llegaba a los mínimos de actividad física (según la Organización Mundial de la Salud, los adultos de 18 a 64 años deberían acumular un mínimo de 150 minutos semanales de actividad física aeróbica moderada, o bien un mínimo de 75 minutos semanales de actividad aeróbica vigorosa, o bien una combinación equivalente de actividad moderada y vigorosa).
Otros trabajos también demostraron hace ya muchos años la relación entre tener un perro y la mayor supervivencia tras un evento cardiaco. Es el caso de un estudio que se publicó en The American Journal of Cardiology que tras estudiar a 424 personas que habían padecido un evento cardiovascular, vieron que aquellos que no vivían con un perro multiplicaban por cuatro las probabilidades de mortalidad que aquellos que sí que gozaban de la compañía de un can. Estos resultados fueron independientes a programas psicológicos y a la severidad de la cardiopatía.
“De lo que podemos extraer de estos estudios es que el paseo diario con nuestro perro es beneficioso para nuestra salud cardiovascular, por lo que desde la Fundación Española del Corazón recomendamos disfrutar de estos momentos con nuestra mascota y animar a todos los miembros de la familia a ser partícipes de estos momentos. También es importante destacar que la mejora de nuestra salud cardiovascular no debe ser la única razón por la que nos animemos a adoptar a un animal, sino que esta decisión debe tomarse muy seriamente considerando que un perro tiene unas necesidades que debemos ser capaces de cumplir”, concluye el Dr. Arrarte.
Webs Relaccionadas
Circulation (2013); doi: 10.1161/CIR.0b013e31829201e1J Phys Act Health. 2009 Jul;6(4):412-8
Noticias relacionadas
21 Oct 2015 - Actualidad
Un estudio constata que la dieta influye en el envejecimiento de personas con mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares
Los resultados sugieren que la dieta puede tener un papel clave como determinante de la longitud de los telómeros a través de mecanismos proinflamatorios o antiinflamatorios.
07 Oct 2015 - Actualidad
Investigadores catalanes analizan las arterias de 2.500 pacientes renales para prevenir el riesgo cardiovascular
El , iniciado en 2009, tiene como objetivo la identificación de nuevos biomarcadores de enfermedades del corazón.
30 Sep 2015 - Actualidad
El correcto abordaje de las patologías metabólicas mejora la salud cardiovascular
La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) recuerda que la dislipemia (elevación de colesterol y/o triglicéridos) es uno de los factores de riesgo cardiovascular más importantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario