miércoles, 23 de diciembre de 2015

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Una tercera parte de los pacientes con un cáncer incurable siguen trabajando, según un estudio

Es poco probable que la localización del tumor y el tipo de tratamiento influyan en la decisión
     
Traducido del inglés: martes, 22 de diciembre, 2015
Imagen de noticias HealthDay
LUNES, 21 de diciembre de 2015 (HealthDay News) -- Más de una tercera parte de las personas con un cáncer incurable siguen trabajando a pesar de tener una enfermedad mortal, según un nuevo estudio.
Además, lo más probable es que sigan trabajando hasta que enfermen demasiado como para seguir haciéndolo, según los investigadores.
La gravedad de los síntomas de un paciente de cáncer es el factor más importante con respecto a si deja de trabajar, informaron los investigadores el 21 de diciembre en la revista Cancer.
"El factor que se asoció de manera más firme con dejar de trabajar fue que los síntomas fueran muy adversos", dijo la investigadora principal, la Dra. Amye Tevaarwerk, oncóloga en la Facultad de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Wisconsin. "No era ni dónde está localizado el cáncer, ni el sexo de la persona, ni el tratamiento que estuviera recibiendo".
Se estima que se ha diagnosticado un cáncer a 4.8 millones de estadounidenses con edad de trabajar, incluyendo muchos que son incurables, según las notas de respaldo del estudio.
Pero pocos estudios han investigado cuántas personas deciden seguir trabajando aunque les quede poco tiempo de vida, dijo Tevaarwerk.
Para investigar esta cuestión, Tevaarwerk y su equipo de investigación analizaron los datos de un proyecto de investigación sobre el cáncer que dio seguimiento a algo más de 3,000 pacientes que recibían un tratamiento por uno de los tipos de cánceres sólidos más habituales: de mama, de próstata, de colon o de pulmón.
Los investigadores se centraron en 668 personas en edad de trabajar con un cáncer que se había propagado a otras partes de su cuerpo. Hallaron que 236 (el 35 por ciento) trabajaban a tiempo completo o parcial.
"Eso es una cifra bastante alta", dijo Tevaarwerk. "Estos pacientes, que podrían tener una esperanza de vida de entre 1 y 5 años, siguen teniendo un empleo remunerado".
Tevaarwerk ofreció una explicación anecdótica basada en los pacientes que ella ve como oncóloga.
"Probablemente los pacientes estén trabajando por varias razones", comentó. "Algunos necesitan el dinero o el acceso al seguro médico. Pero, para otros, el trabajo es una fuente de respaldo social, una distracción de sus problemas de salud y una sensación de normalidad en sus vidas. Se trata de una combinación compleja".
Corinne Leach, directora de investigación sobre el cáncer y el envejecimiento de la Sociedad Americana Contra El Cáncer (American Cancer Society), se mostró de acuerdo con lo que dijo Tevaarwerk.
"Trabajar puede ser algo bueno para las personas", dijo Leach. "Puede ser útil económicamente, pero también en cuanto a su sentimiento de identidad y a seguir activas. Algunas personas podrían dejan de trabajar para poder pasa más tiempo con su familia o viajar, pero otras quizá sientan una fuerza renovada para manejar algún problema del trabajo que desean finalizar mientras todavía puedan".
El equipo de Tevaarwerk no pudo afirmar por qué estas personas siguen trabajando, ya que en el proyecto de investigación no se recogieron esos datos. Pero los autores del estudio realizaron un análisis estadístico para ver qué factores podrían ser los que más influyen en la decisión de una persona.
Encontraron que una serie de características no tenían ninguna relevancia en el hecho de que los pacientes siguieran trabajando, como el tipo de cáncer, la cantidad de localizaciones a las que se había propagado, el tipo de tratamiento que los pacientes estaban recibiendo o el tiempo que habían estado luchando con el cáncer.
En lugar de eso, la gravedad de los síntomas del cáncer demostró ser el factor más probable que provocaría que una persona dejara de trabajar, según el estudio.
La fatiga, la somnolencia, los problemas de memoria y el entumecimiento eran los síntomas que más se asociaron con los pacientes de cáncer que habían dejado de trabajar, descubrieron los investigadores.
Esto significa que los médicos pueden hacer mucho más para ayudar a los pacientes que deseen seguir trabajando mientras combaten al cáncer, dijo Tevaarwerk.
"No puedo cambiar el lugar en que está localizado su cáncer, pero sí puedo controlar sus síntomas, o al menos podemos intentarlo", dijo. "Es algo que se puede modificar".
En función de estos hallazgos, los médicos deberían tener una "conversación muy sincera" sobre el probable transcurso de la enfermedad de un paciente y sobre hasta qué punto el paciente valora el trabajo, comentó Tevaarwerk.
"Si se trata de algo que realmente desean o tienen que hacer, en ese caso tenemos que ser agresivos en la gestión de los síntomas", dijo.
Las investigaciones futuras pueden ser de utilidad si se centran en cómo mejorar la gestión de los síntomas del cáncer, añadió Leach.

Artículo por HealthDay, traducido por Hola Doctor
FUENTES: Amye Tevaarwerk, M.D., oncologist, University of Wisconsin School of Medicine and Public Health, Madison; Corinne Leach, Ph.D., MPH, director, cancer and aging research, American Cancer Society; Dec. 21, 2015, Cancer
HealthDay
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