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Las fiestas representan una época complicada del año en lo que respecta a las emociones. Además, los adultos mayores suelen estar solos o bien sus familias no los visitan lo suficiente.
Por eso, los especialistas se enfocan en dar a conocer esta situación para que se advierta si hay un cuadro de tristeza, angustia, soledad o peor aún, depresión.
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“El emocional –a diferencia del físico- es un dolor que a los adultos mayores les cuesta reconocer. Sin embargo, en esta época del año es posible que los abuelos presenten melancolía y tristeza como cuadro clínico, especialmente las mujeres, en parte porque son más emotivas, y en parte porque lo expresan más. No obstante, esto no es una condición general o inevitable, sino que influyen cuestiones como la edad y las enfermedades previas”, explicó el Dr. Eduardo Mutto, médico de la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Universitario Austral.
Es por esto que la American Geriatrics Society (AGS) insta en estas fechas a tener un “especial acercamiento a nuestros padres y abuelos, dándoles una doble cuota de amor, sonrisas, comprensión y abrazos”.
Sin embargo, el principal problema es que a fin de año y año nuevo muchos adultos mayores están solos porque no tienen familia, o porque el resto del año su familia tampoco los visita.
“Por un lado, hay una cuestión sociológica si se quiere que es insoslayable: la expectativa de vida creció y muchos de los abuelos que hoy tienen 70, 80 o 90 años vivieron otra época. Esto hace que tengan ciertas expectativas respecto a cómo deberían comportarse sus familiares, y cuando éstas no se cumplen, llega la frustración”, sumó el especialista.
“Por otro lado, continuó, las familias cambiaron su estructura y necesidades: los abuelos ya no viven con sus hijos y nietos como ocurría antes, y además ahora ambos cónyuges –e inclusive los hijos más grandes- trabajan y ninguno de los dos puede quedarse en casa cuidando o atendiendo al abuelo. Así, muchos adultos mayores terminan viviendo en hogares ó instituciones”.
De todas formas, lo importante es que la tristeza y la soledad de estas fechas afortunadamente y por lo general, es pasajera. “Los abuelos suelen sentirse solos, tristes y angustiados el 31 o 1° de año. Después, suelen recuperar su bienestar, algunos de ellos ayudados por el hecho de que sí tienen familia que pese a no pasar las fiestas con ellos los visita, y otros porque se enfocan en su día a día”, completó Mutto.
Se recomienda:
*Acepte y exprese sus sentimientos. No sentir alegría durante las fiestas no tiene nada de malo y es frecuente. Hablar sobre sus sentimientos le puede ayudar a entender por qué se siente como se siente.
*Reconozca las señales de depresión, entre las que se encuentran la tristeza que no desaparece, la pérdida de interés o placer, los cambios en el apetito o el peso, dormir más tiempo de lo normal, llorar a menudo, sentirse cansado o inquieto todo el tiempo, sentirse inútil, pensar menos, pensar en la muerte o en el suicidio.
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