Traducido del inglés: miércoles, 9 de diciembre, 2015
Artículo por HealthDay, traducido por Hola Doctor
MARTES, 8 de diciembre de 2015 (HealthDay News) -- Un nuevo estudio sugiere que el riesgo de hipertensión y colesterol alto de los niños con asma o alergias, como la fiebre del heno, podría ser más del doble, aunque no tengan sobrepeso.
Pero el riesgo de cualquier niño en particular sigue siendo bajo, enfatizaron los expertos, y no está claro si las enfermedades alérgicas provocan directamente estos problemas. Es posible que otro factor (como la falta de ejercicio) esté influyendo.
Aun así, el autor del estudio, el Dr. Jonathan Silverberg, dijo que "hay problemas de salud comunes que resultan tener consecuencias mucho más graves en algunos niños".
Según Silverberg, profesor asociado de dermatología de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern, en Chicago, las investigaciones previas han mostrado que los adultos con trastornos alérgicos son más propensos a tener factores de riesgo de enfermedades cardiacas. Las investigaciones que ha hecho han sugerido vínculos entre la afección de la piel llamada eczema y estilos de vida no saludables, como tener una menor actividad física y fumar, y los factores de riesgo de las enfermedades cardiacas. El nuevo estudio se propone comprender si en los niños se producen unas conexiones parecidas.
Para averiguarlo, el equipo de Silverberg examinó los resultados de una encuesta estadounidense de 2012 realizada en hogares y se centró en los hallazgos sobre más de 13,000 niños de hasta 17 años de edad. La encuesta halló que aproximadamente un 14 por ciento de los niños en ese rango de edad tenían asma, un 12 por ciento tenían eczema y el 16 por ciento, fiebre del heno.
El nuevo estudio ha descubierto que los niños con asma y fiebre del heno tenían más probabilidades que otros niños de ser obesos o tener sobrepeso, y también tenían aproximadamente el doble de riesgo de hipertensión y colesterol alto.
Siguió habiendo un riesgo adicional incluso después de que los investigadores tuvieran en cuenta la obesidad como factor en sus cálculos estadísticos, señaló el grupo de Silverberg. Pero los niños no tuvieron un riesgo más alto de diabetes.
Y el aumento real en el riesgo de hipertensión y el colesterol alto no era grande. Para los niños con asma y fiebre del heno, el nivel general de riesgo solo creció en más o menos un punto de porcentaje, indicaron los investigadores.
De modo que, "claramente, no todos los niños con enfermedades alérgicas tienen más enfermedades cardiovasculares", dijo Silverberg. "En función de otros estudios, sospechamos que se trata principalmente de los niños con enfermedades más graves, aunque no pudimos examinarlo en este estudio en particular".
Los niños con otra enfermedad autoinmune (el eczema, una enfermedad de la piel) no parecían tener un riesgo más alto de colesterol alto e hipertensión. Pero tendían a ganar más peso adicional.
Pero, ¿qué podría vincular a las alergias, el asma y los problemas cardiacos?
Es posible que la inflamación relacionada con las alergias pudieran aumentar el nivel de colesterol y de presión arterial, dijo el Dr. Gregg Fonarow, profesor de cardiología en la Universidad de California, en Los Ángeles. De hecho, algunos investigadores han vinculado enfermedades como la psoriasis, que provocan inflamación, con un aumento del riesgo de enfermedades cardiacas, indicó.
Silverberg dijo que también es posible que las enfermedades podrían provocar problemas de otros modos, como, por ejemplo, dormir mal.
Por su parte, Fonarow especuló con que las diferencias en la actividad física, la dieta y la ingesta calórica entre los niños con y sin las afecciones podrían marcar una diferencia.
¿Qué se puede hacer?
Fonarow dijo que los padres no deberían estar especialmente preocupados por los hallazgos. Pero Silverberg dijo que los padres deberían comprender que las enfermedades relativas a las alergias, sobre todo cuando son graves, pueden llevar a otros problemas de salud.
"Es importante reconocer estos efectos dañinos para prevenirlos o tratarlos temprano", señaló. "Los padres deberían hablar con su pediatra y los especialistas si su hijo tiene una enfermedad alérgica que no esté bien controlada o si notan que sus hijos, a causa de la enfermedad alérgica, están aumentando de peso o no pueden hacer cosas que otros niños de su edad sí pueden hacer".
Y los médicos podrían hacer pruebas de hipertensión y colesterol a los niños con enfermedades alérgicas graves, comentó.
El estudio apareció el 8 de diciembre en la revista Journal of Allergy & Clinical Immunology.
Artículo por HealthDay, traducido por Hola Doctor
FUENTES: Jonathan Silverberg, M.D., Ph.D., MPH, associate professor, dermatology, Northwestern University Feinberg School of Medicine, Chicago; Gregg Fonarow, M.D., professor, cardiology, University of California, Los Angeles. Dec. 8, 2015, Journal of Allergy & Clinical Immunology
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