martes, 4 de octubre de 2016

La diferencia individual de la conectividad del cerebro determinará el tratamiento - DiarioMedico.com

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NEUROLOGÍA FUNCIONAL

La diferencia individual de la conectividad del cerebro determinará el tratamiento

El abordaje de cada paciente estará marcado por lo que revele su conexión cerebral.
Sonia Moreno | Madrid soniamb@diariomedico.com   |  03/10/2016 00:00
 
 

Julio Albisua y Juan A. Barcia
Los neurocirujanos Julio Albisua y Juan A. Barcia, en el congreso europeo que se ha celebrado en Madrid. (Luis Camacho)
La Sociedad Europea de Neurocirugía Funcional y Estereotáxica constituye un germen de avances que han transformado la neurocirugía convencional. La neurocirugía funcional ha ampliado las opciones terapéuticas de patologías como el dolor, los trastornos del movimiento y la epilepsia. La reunión anual de esta sociedad científica deja en Madrid unos cuantos ejemplos de este campo de vanguardia médica.
Conectividad 'personal'
Técnicas de neuroimagen como la tractografía por tensor de difusión (DTI) revelan el papel de la conexión entre las diferentes áreas cerebrales en ciertas patologías. El presidente del congreso europeo, Juan Antonio Barcia, destaca que "este tipo de técnicas nos permitirán personalizar el tratamiento, pues estamos pasando de una neurocirugía basada en las enfermedades a una centrada en los síntomas". Para Julio Albisua, del comité organizador del congreso, "se abre todo un mundo: ya no solo por lo que pueda aportar el estudio de la conectividad cerebral en general, sino por lo que nos dice la conectividad concreta de un paciente con respecto al resto de pacientes con la misma patología. Empezamos a ver las diferencias individuales en la relación entre estructuras cerebrales, que probablemente en el futuro nos permitirán adaptar el tratamiento al enfermo".
Epilepsia, a la vanguardia
El estudio de la conectividad cerebral en la clínica tiene su reflejo en los trabajos presentados en el congreso por el grupo de Juan A. Barcia, jefe de Neurocirugía del Hospital Clínico de Madrid. Aún preliminares, incluyen a pacientes con enfermedad de Parkinson, temblor y trastorno obsesivo compulsivo (TOC). No obstante, la conectividad se tiene ya muy en cuenta en la planificación de la cirugía de la epilepsia. Julio Albisua, jefe de Neurocirugía de la Fundación Jiménez Díaz y el Hospital Rey Juan Carlos (Madrid), ha aludido a su línea de investigación donde se muestra que la conectividad del hipocampo puede predecir el resultado o la necesidad de resección de una determinada área.
Nuevas indicaciones
En los últimos años, las enfermedades psiquiátricas se han sumado a las patologías subsidiarias de beneficiarse de la estimulación cerebral profunda. Dentro de ellas, se trabaja con el TOC, la depresión y el síndrome de Tourette, y ya se avanza hacia una posible aplicación en esquizofrenia y enfermedad de Alzheimer.
Cerebro-ordenador
Desarrollar ordenadores que conecten con las neuronas cerebrales para estimularlas eléctricamente y viceversa, que recojan y descodifiquen su actividad eléctrica es el objeto de la biónica en sus diferentes facetas, pero también resultaría muy útil para los pacientes con el llamado síndrome de enclaustramiento (locked-in, en inglés).
Un grupo de la Universidad de Utrecht ha presentado los últimos datos de su experiencia con este tipo de enfermos, que tras un ictus, trauma o enfermedad neuromuscular no pueden comunicarse, pese a que mantienen actividad cerebral que les permitiría hacerlo. El sistema, de momento en estudio, consiste en un amplificador de señales cerebrales eléctricas implantable, unos electrodos de superficie cerebral y un receptor externo.
Electrodos direccionales
Los electrodos convencionales que se emplean en la estimulación cerebral profunda están dando paso a los denominados electrodos direccionales, que "permiten crear diferentes geometrías y, por lo tanto, adaptarse mejor a la zona que se quiere estimular, a la vez que se evitan las áreas que si se modulan pueden causar efectos secundarios", explica Juan A. Barcia.
"Esta nueva tecnología también implica un desarrollo parejo del sistema de software, que se complica al aumentar el número de puntos de contacto". Algunos modelos en desarrollo cuentan con 24 puntos de contacto, frente a los cuatro convencionales.
Ultrasonido focalizado
Las primeras aplicaciones del ultrasonido focalizado de alta intensidad en alteraciones neurológicas datan de mediados del siglo XX, pero ha tardado décadas en desarrollarse. El ultrasonido focalizado ofrece la gran ventaja de no ser una técnica invasiva. De momento, se empieza a aplicar en el temblor. Un grupo multicéntrico estadounidense ha presentado los datos de un estudio con esta técnica guiada por resonancia magnética, que efectivamente reduce el temblor esencial, si bien genera una serie de efectos secundarios, como alteraciones de la marcha y parestesia.

'Jugando' con la plasticidad cerebral

El protocolo de prerrehabilitación, ideado por un grupo de investigadores que dirige Juan A. Barcia, permite jugar con la plasticidad cerebral para poder ampliar las resecciones en áreas elocuentes de ciertos pacientes con glioma cerebral. Un pequeño grupo de enfermos ya se ha beneficiado de esta estrategia, pero el objetivo de Barcia es hacerla generalizable, y, para ello, cuenta desde hace poco con una beca FIS.

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