Pobreza y marginación, el caldo de cultivo de la lepra

53 edición del Curso Internacional de Leprología Localizar la patología, diagnosticarla y tratarla al tiempo que se lucha contra la pobreza y la marginación a la que se asocia son los aspectos claves en el abordaje de la lepra

Enrique Mezquita | dmredaccion@diariomedico.com | 05/12/2016 00:00

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53 edición del Curso Internacional de Leprología

Yulisa Isabel Benítez, José Ramón Gómez y Tulio Raspo, en el 53 Curso Internacional de Leprología. (DM)

Más de 200.000 personas en todo el mundo se ven afectadas cada año por la lepra y, aunque en España es un tema bien controlado (el número de enfermos diagnosticados anualmente oscila alrededor de 20), en otras regiones se trata de un problema de gran magnitud e implicaciones. El Sanatorio de Fontilles, en Vall de Laguar (Alicante), ha acogido la 53 edición del Curso Internacional de Leprología, organizado por la Asociación Valenciana de Lucha contra la Lepra Fontilles. En él han participado una treintena de médicos de Brasil, República Dominicana y España.

Establecer AP como atención principal así como poder realizar una detección precoz y tratar con la terapia triple combinada deben ir junto con la educación poblacional

Los especialistas, además de dar y recibir formación teórica y práctica, expusieron las principales dificultades para abordar la lepra en los dos países americanos (31.064 y 370 casos nuevos en 2014, respectivamente), sobre todo ligadas a la dificultad para localizar a los ya afectados y ofrecerles tratamiento, mejorar la formación de los profesionales y combatir pobreza y marginación que, en muchas ocasiones, son inseparables de la patología.

Problemas de control
Según José Ramón Gómez, director médico de Lepra de Fontilles y del curso, "el personal sanitario procedente de países afectados relata perfectamente las numerosas dificultades que existen para el control de esta enfermedad olvidada", señalando que la mayoría están ligadas "al mundo de la pobreza" y la marginación.

Más de 200.000 personas se ven afectadas cada año por la lepra en el mundo; en España, pese al control, se producen unos 20 casos anuales

En este contexto, Marcos Tulio Rapso, especialista de Brasil, considera que los aspectos claves en su abordaje incluyen "la unión de actividades de atención a la salud, como establecer la atención primaria como mecanismo esencial, el diagnóstico precoz con ofrecimiento de terapia triple combinada (MDT por sus siglas en inglés), la búsqueda activa de pacientes y evaluación de contactos, junto con medidas socio-educativas".

Yulisa Isabel Benítez de Martínez, especialista en la República Dominicana, coincide en el diagnóstico, señalando que en su experiencia es necesario dar un impulso prioritario a "mejorar o fomentar una educación a los profesionales de salud sobre la enfermedad, ya que esta se relaciona con la pobreza y hay menos inversión en la formación".
Además, Benítez ha reiterado la importancia de "estimular a las farmacéuticas a proporcionar una vacuna para prevención de la misma" y mejorar el registro por la exclusión social, lo cual supondría evitar el infradiagnóstico, "que es lo mismo que evitar el infradiagnóstico por motivos políticos".

Tulio Raspo ha incidido en que el registro debe potenciarse "en todos los servicios de salud y tanto en primaria como en especializada", sin olvidar la importancia de monitorizar el patrón de discapacidades que genera. A todas estas medidas, en opinión de la especialista dominicana, deben unirse las subvenciones gubernamentales a las instituciones que "se dedican a su control, educación, diagnóstico, tratamiento y seguimiento".

Reducir la pobreza
Pero todo ello, ha insistido Benítez de Martínez, debe ir acompañado de un aspecto esencial, ya apuntado por Gómez: "Mejorar las condiciones sanitarias y nutricionales y disminuir el hacinamiento en países subdesarrollados, ya que esos factores guardan relación con la pobreza".

De hecho, los especialistas advierten de los peligros o riesgos asociados a la lepra. "Están ligados especialmente a la condición de vulnerabilidad de los enfermos y de las poblaciones que sufren la enfermedad. La cuestión social, al lado de las condiciones clínicas y complicaciones secundarias (discapacidades, pérdida de vínculos sociales...), expone a los pacientes a situaciones de estigma y discriminación. El desconocimiento de la población en general aumenta la carga de la lepra y dificulta su diagnóstico", ha concluido Tulio Raspo.