jueves, 29 de diciembre de 2016

Nuevas proteínas anti-CRISPR: guardianes de la seguridad de los CRISPR - DiarioMedico.com

SISTEMA DE CONTROL EFICIENTE DEL 'CORTA Y PEGA' GENÉTICO

Nuevas proteínas anti-CRISPR: guardianes de la seguridad de los CRISPR

Un nuevo procedimiento, basado en la actividad de las nuevas proteínas anti-CRISPR, puede convertirse en el garante de la seguridad del innovador sistema de edición de genes CRISP, publica Cell
Redacción. Madrid   |  29/12/2016 18:00
 
 
Un equipo de investigación de la Universidad de San Francisco, en California (Estados Unidos) han descubierto una forma de desactivar el cada más vez utilizado sistema de edición de genes CRISPR-Cas9 empleando las nuevas proteínas anti-CRISPR que son producidas por virus bacterianos. El nuevo procedimiento tiene el potencial de mejorar la seguridad y la precisión de las aplicaciones CRISPR, tanto en la clínica como para la investigación básica. Los datos, publicados hoy en Cell, son el resultado de una investigación dirigida por Benjamin Rauch, mimebro del Laboratorio de Joseph Bondy-Denomy, del Departamento de Microbiología e Inmunología de la citada universidad. CRISPR-Cas9 se centró originalmente en las bacterias como un sistema inmunológico de protección frente a las infecciones virales. Sin embargo, en los últimos diez años ha despertado el interés de la comunidad científica como un procedimiento de edición de genes de uso más o menos generalizado, permitiendo a los investigadores modificar rápida y eficientemente la información genética y ajustar la actividad genética virtual en prácticamente cualquier organismo.
Doble seguridad 
Según Rauch, "muchos esperan que CRISPR agilice los esfuerzos para tratar directamente los trastornos genéticos, entre muchas otras aplicaciones, pero gran parte de la tecnología aún no ha demostrado ser lo suficientemente precisa, haciendo ocasionalmente ediciones no deseadas junto con las que se plantean y se llevan a cabo. La comunidad científica y bioética también está preocupada por el hecho de que el poder de la tecnología y su facilidad de uso planteen la posibilidad de emplear para fines no deseados, ya sea intencionalmente o por accidente".
Las nuevas proteínas anti-CRISPR, las primeras en trabajar contra el tipo de sistema CRISPR-Cas9 más utilizado por los laboratorios y la creciente industria de edición de genes, podrían ser una herramienta de apoyo y ayuda a resolver ambos problemas, señala Bondy-Denomy. "No se trata solo de desarrollar un control para el éxito en las aplicaciones CRISPR, sino también de proporcionar un sistema a prueba de fallos para bloquear rápidamente cualquier uso potencialmente dañino. Así como la tecnología CRISPR se desarrolló a partir de los sistemas naturales de defensa antiviral en bacterias, también podemos aprovechar las proteínas anti-CRISPR que los virus han esculpido para superar las defensas".


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