Investigadores del
CIBER de Enfermedades Cardiovasculares (
CiberCV) y del
Valle de Hebron Barcelona han realizado un estudio que demuestra que los días con mayor contaminación, en el área metropolitana de Barcelona,
se producen más infartos. Este hecho podría explicar que las personas que presenten los principales factores de riesgo, serían más susceptibles de sufrir un evento cardiovascular.
Para realizar la investigación, publicada en International Journal of Cardiology, los expertos emplearon los datos del registro Codi IAM (Código Infarto de Miocardio), que recoge datos de los catalanes que han sufrido este tipo de cardiopatías. En concreto, incluyeron en el trabajo los datos de pacientes que sufrieron un infarto entre enero de 2010 y diciembre de 2011. De la misma manera, cruzaron estos datos con los registros metereológicos y de contaminación atmosférica proporcionados por el Servicio Meteorológico y el Servicio de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Cataluña, durante ese mismo periodo de tiempo.
Según ha explicado Jordi Bañeras, cardiólogo e investigador del CiberCV en el Valle de Hebron Instituto de Investigación (VHIR), y autor principal del estudio, "los resultados indican que la contaminación causa un aumento de infartos de miocardio por elevación del ST, es decir, infartos con una obstrucción total de la arteria coronaria, que son los más graves. Asimismo, los infartos de este tipo que se producen los días de más polución presentan un mayor índice de mortalidad, sobre todo en las primeras 24 horas tras el evento, y un mayor índice de fibrilación ventricular". Bañeras ha señalado que, hasta ahora, "este es el primer estudio que demuestra que la contaminación participa en la mortalidad en las primeras 24 horas tras un infarto con elevación del ST y el primero que relaciona la contaminación con una mayor incidencia de fibrilación ventricular".
Principales contaminantes
Los datos de la polución del aire incluyeron la medida de sustancias, entre otras, como PM 10(sustancias menores de 10 micras de diámetro), PM 2,5 (menores de 2,5 micras de diámetro), óxido nítrico y plomo. Los resultados evidenciaron que la sustancia más directamente relacionada con los infartos es PM 2,5, emitida sobre todo por los tubos de escape de los motores diésel de los coches.
Así, Bañeras ha confirmado que "las políticas medioambientales que favorecen la reducción de la contaminación tendrían un impacto muy positivo en la salud del corazón de los ciudadanos. En los años 2010 y 2011, la concentración media de PM 2,5 en las zonas de Barcelona con más contaminación fue de 20,1 μg/m3. Nuestro estudio muestra que si se redujeran 10 μg/m3 la concentración de PM 2,5, se podrían evitar, al menos, un 7,67 por ciento de las muertes que se producen en las primeras 24 horas de un infarto con elevación del ST en Barcelona, lo que supondría como mínimo una reducción de 5 muertes al año. Esta cifra es probablemente superior, ya que en el estudio no se han tenido en cuenta los fallecimientos por infarto de miocardio antes de ser atendidos".
No hay comentarios:
Publicar un comentario