sábado, 2 de enero de 2010

EFECTOS ADVERSOS DE MEDICAMENTOS [1]: IntraMed - Artículos - Trastornos oculares ocasionados por medicación



Efectos adversos
Trastornos oculares ocasionados por medicación
Descripción, diagnóstico y tratamiento de problemas oculares ocasionados por diversas medicaciones.

Dres. Junpig Li, Armes C. Tripathi y Brenda J Tripathi.
Drug Safety 2008; 31 (2): 127-141


El uso de corticoesteroides puede producir cataratas sub-capsular posterior. (ver fig.) Se han informado casos de formación de cataratas por administración de corticoesteroides por diversas vías (sistémicos, tópicos, sprays).

Catarata subcapsular posterior(PSC) en paciente que recibió tratamiento sistémico con glucocorticoides. AC: Cámara anterior; C: córnea; Lens: cristalino.



La opacidad del cristalino puede progresar o quedar estacionada, pero difícilmente haya regresión al suspender los corticoesteroides.

En los últimos años se ha utilizado con frecuencia la inyección de triamcinolona intravítreo para tratar el edema macular asociado con oclusión de la vena retiniana o diabetes millitus, como así también enfermedades intraoculares proliferativas y neovasculares, retinopatía diabética proliferativa y degeneración macular asociada con la edad exudativa. Aunque el tratamiento sirve para recuperar la visión en dichos pacientes, deben tenerse en cuenta sus importantes efectos adversos. Además de un posible incremento de la PIO y el desarrollo asociado de glaucoma, casi todos los pacientes que reciben inyección intravítreo de triamcinolona desarrollan finalmente cataratas.

Las fenotiazinas son medicamentos psicotrópicos, la clorpromazina y tioridazina son las fenotiazinas que más comúnmente ocasionan cataratas, dependiendo dicho efecto adverso de las dosis y la droga utilizada. Su administración sistémica produce acumulación de pequeños gránulos blancos y amarillentos en el cortex anterior justo debajo de la cápsula que con el tiempo forman una catarata.

El busulfan es un agente alquilante utilizado en el tratamiento de la leucemia. Su administración sistémica puede causar catarata sub-capsular posterior.

Cualquiera sea la droga que induce las cataratas, el tratamiento indicado para recuperar la visión es la extracción quirúrgica del cristalino.

Las aminoquinolinas como la cloroquina e hidroxicloroquina se utilizan en el tratamiento de la malaria, amebiasis extraintestinal, artritis reumatoidea y lupus eritematoso. Los efectos tóxicos oculares están relacionados con la dosis total y la edad del paciente, existe mayor riesgo en caso de sobredosis en pacientes obesos, también pacientes pequeños, delgados y de edad avanzada o con insuficiencia renal son más susceptibles a la droga y la dosis básicas son excesivas. La maculopatía tóxica solo puede revertirse en sus inicios, por lo cual es importante su pronta detección. La maculopatía ojo de buey es una típica retinopatía causada por la toxicidad de las aminoquinolinas.


Maculopatía “ojo de buey” (flechas) en la retina de una mujer de 35 años tratada durante 15 años con hidroxicloroquina por lupus eritematoso.



La clorpromazina y trioridazina se concentran en el tejido de la úvea y el epitelio pigmentario retiniano. Altas dosis de clorpromazina dan como resultado la pigmentación anormal de párpados, conjuntiva interpalpebral, córnea y cápsula anterior del cristalino. Se pueden desarrollar cataratas como se ha mencionado anteriormente, aunque la retinopatía pigmentaria es poco común existen casos. Por el contrario, la tioridazina causa retinopatía grave y se puede desarrollar en pocas semanas o meses de altas dosis. Los síntomas incluyen pérdida del campo visual y de visión nocturna.

El tamoxifeno es un agente anti-estrógenos ampliamente utilizado en el tratamiento de cáncer de mama. Además de estar implicado en la inducción de opacidades de córnea y cataratas, esta droga puede causar cambios retinianos y disminuir la visión de los colores. Aparentemente existen dos tipos de compromiso de la retina. Uno agudo con pérdida manifiesta de visión, edema de retina, hemorragia retiniana e inflamación del disco óptico luego de unas pocas semanas de tratamiento. La actividad estrogénica del tamoxifeno, podría causar tromboembolias venosas, pero son reversibles con la suspensión de la medicación. La retinopatía típicamente causada por el tamoxifeno comprende depósitos punteados amarillentos en la zona alrededor de la mácula. Estos cuerpos cristalinos se encuentran en la retina e histológicamente pueden ser producto de degeneración axonal. Los pacientes tratados con tamoxifeno deben ser sometidos a un examen oftalmológico y controles cada dos años o con mayor frecuencia si aparecen síntomas.

La isotretinoina y otros retinoides se utilizan para tratar diversos trastornos dermatológicos. Sus efectos adversos oculares están relacionados con la dosificación e incluyen blefaroconjuntivitis, ojo seco y visión borrosa temporal. Algunos pacientes tienen menor visión nocturnas o problemas de adaptación a la oscuridad. La neuropatía óptica inducida por estas drogas, generalmente aparece en ambos ojos simultáneamente o con poca diferencia de tiempo, el problema mejora o se resuelve con la suspensión de la medicación.

El linezolid es una novedosa clase de agente anti-microbiano. Aunque la duración del tratamiento recomendada es de 28 días, se ha utilizado a largo plazo en casos de infecciones bacterianas resistentes con aumento del perfil de toxicidad. La visión mejora al discontinuar el tratamiento con linezolid.

El amiodarone es una de las medicaciones más efectivas para tratar varias arritmias cardíacas. Es sabido que puede provocar depósitos en la córnea, lo que normalmente no causa problemas visuales significativos. También puede provocar neuropatía óptica, muy similar a la neuropatía óptica isquémica no arterítica. Los pacientes tratados con amiodarone deben someterse a un control oftalmológico cada seis meses y consultar inmediatamente en caso de síntomas visuales.

Sildenafil, tadalafil y vadenafil son drogas utilizadas en el tratamiento de disfunción eréctil. Los efectos adversos más común es cambio en la percepción de los colores, visión borrosa y sensibilidad a la luz. No se ha comprobado su relación con casos de neuropatía óptica.

El etambutol es utilizado contra la tuberculosis. En general, en las dosis recomendadas, la incidencia de neuritis óptica es de 1% aproximadamente. Los pacientes tratados con esta droga deben tener conocimiento de la posibilidad de neuropatía óptica y de pérdida irreversible de visión. Si se produce algún problema visual debe discontinuarse la medicación y efectuar una consulta oftalmológica.

Conclusiones

La mayoría de las drogas utilizadas para tratar patologías oculares y sistémicas pueden inducir efectos adversos en el ojo: blefaro-querato-conjuntivitis, glaucoma, catarata, patologías de la úvea, retinopatía y neuropatía óptica. Distintas clases de medicaciones pueden provocar reacciones adversas similares en el ojo y una sola medicación puede afectar más de una estructura ocular.
El alcance y gravedad de los efectos adversos están relacionados con la duración del tratamiento, dosis y susceptibilidad de los pacientes. La interrupción del uso de la droga puede resolver o revertir las manifestaciones tóxicas, pero algunas patologías iatrogénicas, especialmente glaucoma y catarata, pueden ser irreversibles. Los profesionales deben conocer los trastornos oculares inducidos por la medicación y estar atentos a las manifestaciones para consultar con el oftalmólogo.

Síntesis y traducción: Dr. Martín Mocorrea, editor responsable de Intramed en la especialidad de oftalmología.


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