Joaquín Osca
Diariomedico.com
ESPAÑA
LA EVOLUCIÓN DE CABLES MONOPOLARES Y BIPOLARES
Logran estimular el ventrículo izquierdo con cable cuadripolar
El Hospital Universitario La Fe, de Valencia, ha empleado por primera vez en España un dispositivo con cable cuadripolar de estimulación ventricular que mejora ese proceson y minimiza el riesgo de estimular otras estructuras adyacentes al corazón.
Enrique Mezquita. Valencia - Martes, 26 de Enero de 2010 - Actualizado a las 00:00h.
llave conceptual:
1. Con el cable se ha conseguido un diámetro reducido y una muy buena navegabilidad en el sistema venoso coronario
El desfibrilador automático implantable (DAI)-resincronizador es un dispositivo que se aplica en pacientes con insuficiencia cardiaca. Los resultados obtenidos hasta ahora con él son muy positivos, reflejados en aspectos como la prolongación de la supervivencia de los pacientes, la reducción del número de rehospitalizaciones por insuficiencia cardiaca y un incremento notable en su calidad de vida y en su capacidad funcional, entre otros.
No obstante, la estimulación ventricular izquierda que posibilita la resincronización cardiaca presenta una serie de dificultades propias de la estimulación desde una vena situada sobre la superficie externa del ventrículo y no en contacto directo con él. Entre otros, puede asociarse a unos parámetros de funcionamiento eléctrico no adecuados o que incluso se produzca la estimulación de estructuras adyacentes al corazón, especialmente el diafragma; de hecho, la estimulación diafragmática es posiblemente la primera causa de fracaso o de suspensión de la terapia tras el implante del dispositivo.
Hasta la fecha, los cables que estimulaban el ventrículo izquierdo eran monopolares o bipolares, pero el Hospital La Fe, de Valencia, ha empleado por primera vez en España un dispositivo con un cable cuadripolar, que según sus impulsores mejora la estimulación y minimiza ese riesgo.
Selección por parámetros
Según ha explicado Joaquín Osca, de la Unidad de Arritmias del centro valenciano, "disponer de este tipo de cable nos permite configurar hasta de diez formas diferentes la polaridad de la estimulación del ventrículo izquierdo", un aspecto de gran importancia porque "las diversas configuraciones presentan una gran variabilidad en los parámetros eléctricos de funcionamiento y, por tanto, podemos seleccionar la que más se adapte al paciente".
En este sentido, ha explicado que "existen configuraciones que logran estimular el corazón a muy baja energía, mientras que otras lo estimulan a muy alta. Al mismo tiempo, tenemos las que producen una estimulación diafragmática con bajas energías, pero también las que no la producen".
Para Osca, esta mayor versatilidad a la hora de configurar la estimulación "va a permitir mejorar el porcentaje de éxitos en el implante de este tipo de dispositivos", ya de por sí bastante importante -alrededor del 95 por ciento-.
Un referente
Osca ha remarcado que "estoy convencido de que a corto y medio plazo, y en la medida en que haya más disponibilidad de este tipo de dispositivos y cables, se convertirá en un estándar o referente a la hora de implantar un dispositivo de resincronización".
A ello también contribuye que en el desarrollo de este cable cuadripolar se haya conseguido "un diámetro reducido y una muy buena navegabilidad dentro del sistema venoso coronario", mientras que "el incremento en la rigidez que presenta respecto al bipolar es muy discreto".
RESINCRONIZACIÓN
Existen muchos tipos de dispositivos que actúan como desfibrilador, ya sean monocamerales -un cable situado en ventrículo derecho- o bicamerales -dos cables, en ventrículo y aurícula derecha-. Los DAI-resincronizadores son dispositivos tricamerales, permitiendo así la estimulación de ambos ventrículos y ofreciendo la posibilidad de lograr una activación cardiaca ventricular más sincrónica. "Los pacientes con insuficiencia cardiaca tienen problemas en la contractilidad y ésta, además de ser deficiente, está desincronizada. Eso provoca que haya regiones en el ventrículo izquierdo del corazón que estén activándose de una forma o en un momento donde ya no es eficaz esa contracción, ya de por sí disminuida. El objetivo que tiene la resincronización es lograr una activación ventricular lo más sincrónica posible para hacer que todas las partes del ventrículo izquierdo se contraigan al unísono, mejorando de esa forma la eficiencia de la contractilidad cardiaca", ha señalado Joaquín Osca.
EVOLUCIÓN CONSTANTES
Según ha explicado Joaquín Osca, "desde el inicio de la terapia con DAI-resincronizadores, en los años noventa, una de las principales limitaciones que ha tenido la implantación y el desarrollo a gran escala de la técnica ha sido la dificultad que, sobre todo al principio, existía en el implante del cable que estimulaba el ventrículo izquierdo. Este cable requiere ser vehiculizado a través de la circulación venosa interna del propio corazón, canalizando el seno coronario e implantándolo en sus ramas laterales". Los primeros cables diseñados eran cables muy gruesos y presentaban grandes dificultades para implantarlos en el lugar anatómicamente deseable, lo que provocó que al inicio las tasas de éxito en el implante de los dispositivos fueran inferiores al 85 por ciento. Con el desarrollo técnico de nuevos dispositivos y, sobre todo, de sistemas para implantar el cable ventricular izquierdo, el porcentaje de éxito ha aumentando progresivamente, alcanzando cifras cercanas al 95 por ciento.
RESINCRONIZACIÓN
Existen muchos tipos de dispositivos que actúan como desfibrilador, ya sean monocamerales -un cable situado en ventrículo derecho- o bicamerales -dos cables, en ventrículo y aurícula derecha-. Los DAI-resincronizadores son dispositivos tricamerales, permitiendo así la estimulación de ambos ventrículos y ofreciendo la posibilidad de lograr una activación cardiaca ventricular más sincrónica. "Los pacientes con insuficiencia cardiaca tienen problemas en la contractilidad y ésta, además de ser deficiente, está desincronizada. Eso provoca que haya regiones en el ventrículo izquierdo del corazón que estén activándose de una forma o en un momento donde ya no es eficaz esa contracción, ya de por sí disminuida. El objetivo que tiene la resincronización es lograr una activación ventricular lo más sincrónica posible para hacer que todas las partes del ventrículo izquierdo se contraigan al unísono, mejorando de esa forma la eficiencia de la contractilidad cardiaca", ha señalado Joaquín Osca.
EVOLUCIÓN CONSTANTE
Según ha explicado Joaquín Osca, "desde el inicio de la terapia con DAI-resincronizadores, en los años noventa, una de las principales limitaciones que ha tenido la implantación y el desarrollo a gran escala de la técnica ha sido la dificultad que, sobre todo al principio, existía en el implante del cable que estimulaba el ventrículo izquierdo. Este cable requiere ser vehiculizado a través de la circulación venosa interna del propio corazón, canalizando el seno coronario e implantándolo en sus ramas laterales". Los primeros cables diseñados eran cables muy gruesos y presentaban grandes dificultades para implantarlos en el lugar anatómicamente deseable, lo que provocó que al inicio las tasas de éxito en el implante de los dispositivos fueran inferiores al 85 por ciento. Con el desarrollo técnico de nuevos dispositivos y, sobre todo, de sistemas para implantar el cable ventricular izquierdo, el porcentaje de éxito ha aumentando progresivamente, alcanzando cifras cercanas al 95 por ciento.
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