martes, 15 de diciembre de 2009

Pesticidas y problemas nasales - JANO.es - ELSEVIER


OTORRINOLARINGOLOGÍA I/III
Pesticidas y problemas nasales
JANO.es · 15 Diciembre 2009 12:02

La exposición profesional a estos productos también se asocia a un mayor riesgo de rinitis


Cuando se piensa en pesticidas y salud, aparecen en mente el cáncer, el Parkinson y las malformaciones congénitas. Pero un nuevo estudio demuestra que la exposición a pesticidas causa un problema más común: congestión e inflamación nasal. “Los pesticidas tienen más consecuencias potenciales de lo que se pensaba”, asegura la Dra. Jane A. Hoppin, del National Institute of Environmental Health Sciences.

Hoppin encabeza un equipo de investigadores que ha estudiado unos 57.000 aplicadores de pesticidas autorizados desde 1993. La mayoría de los participantes en el llamado Estudio de Salud Agrícola son granjeros y el resto, trabajadores contratados para aplicar los pesticidas en los cultivos, las semillas y los animales. Estudios previos habían asociado la exposición a ciertos pesticidas con síntomas respiratorios superiores, como sibilancias, de modo que el equipo decidió investigar si también causarían rinitis.

Los investigadores seleccionaron a 2.245 aplicadores; el 74% dijo que había tenido un episodio de rinitis el año anterior. Eso supera la tasa de rinitis en la población general, que es del 30%. La exposición a cinco de los 34 pesticidas utilizados estuvo asociada a un mayor riesgo de desarrollar rinitis. Eso incluyó dos productos muy utilizados: 2,4-D y glifosato. El 45 y el 52% de los participantes con rinitis habían estado, respectivamente, en contacto con los dos pesticidas.

La población general, apunta Hoppin, también usa esos pesticidas en el hogar y el jardín, pero estaría expuesta a concentraciones más bajas que los técnicos y aplicadores.
Occup Environ Med 2009;66:718-724
National Institute of Environmental Health Sciences
Occupational and Environmental Medicine


UROLOGÍA II/III
Agentes químicos ambientales y problemas reproductivos masculinos
JANO.es · 23 Octubre 2009 10:16

Compuestos en alimentos grasos, pinturas, plastificantes y pesticidas reducen la calidad del semen e incrementan las anormalidades genitales congénitas


Los agentes químicos disruptores endocrinos ambientales (EDC, por sus siglas en lengua inglesa), compuestos que se encuentran comúnmente en alimentos grasos, pinturas, plastificantes, pesticidas, y derivados de procesos industriales, incrementan significativamente la tasa de problemas reproductivos masculinos, según concluye un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Técnica de Dinamarca en Lyngby (Dinamarca) y publicado en la edición digital de la revista International Journal of Andrology (doi:10.1111/j.1365-2605.2009.00996.x).

Concretamente, el estudio confirma que la presencia de niveles elevados de EDC en la leche materna de las mujeres de los países que tienen altas tasas de problemas reproductivos masculinos. Asimismo, la investigación muestra una relación entre los EDC y problemas reproductivos masculinos, incluidas la calidad del semen y las anormalidades genitales congénitas.

En el estudio, los investigadores midieron los niveles de 121 agentes químicos en 68 muestras de leche materna de mujeres de Dinamarca y Finlandia. Dinamarca tiene una tasa alta de problemas reproductivos masculinos y Finlandia una tasa baja, de acuerdo con el estudio. Y como señalan los autores, “nos sorprendió mucho encontrar que los niveles de EDC, incluidas algunas dioxinas, PCB y algunos pesticidas, eran significativamente más altos en Dinamarca que en Finlandia. Así, nuestros hallazgos refuerzan el punto de vista de que la exposición medioambiental a los EDC podría explicar algunas de las diferencias temporales entre países con respecto a la incidencia de trastornos reproductivos en el hombre”.
International Journal of Andrology (doi:10.1111/j.1365-2605.2009.00996.x)
Universidad Técnica de Dinamarca en Lyngby


NEUROLOGÍA III/III
Constatada la relación entre pesticidas y Parkinson
JANO.es · 23 Julio 2009 08:00

Un estudio muestra que los pacientes con Parkinson tienen mayores niveles de pesticidas en sangre, especialmente beta-hexaclorociclohexano


Las conclusiones de un estudio llevado a cabo por investigadores de la Robert Wood Johnson Medical School (Estados Unidos) y publicado en el último número de la revista Archives of Neurology (2009;66:870-875), han venido a constatar, una vez más, la evidente relación existente entre la exposición a los pesticidas y la enfermedad de Parkinson, señalando sobre todo a una sustancia química especialmente peligrosa: el beta-hexaclorociclohexano (beta-HCH)

Los autores, dirigidos por el Dr. Jason R. Richardson, hallaron que los pacientes con enfermedad de Parkinson eran más propensos a tener niveles detectables de beta-HCH en sangre, y también más altos en promedio, que las personas sanas o con enfermedad de Alzheimer.

La primera evidencia que sugirió la existencia de la asociación entre los pesticidas y la enfermedad de Parkinson se publicó en la década de 1990. Sin embargo, como recuerda el Dr. Richardson, “el nuevo estudio es el primero que apunta a una sustancia en especial: el beta-HCH, perteneciente a una clase de pesticidas llamados organoclorados, prohibidos en Estados Unidos en los años setenta pero que duran décadas en el ambiente y en el organismo humano”.

Los investigadores analizaron los niveles de 16 de esos pesticidas en muestras sanguíneas de 50 personas con Parkinson, 43 personas saludables y 20 pacientes con Alzheimer. Casi el 75% de los pacientes con Parkinson tenían niveles detectables de beta-HCH en sangre, a diferencia del 40% del grupo de control y del 30% de la cohorte con Alzheimer.

Las personas con Parkinson tenían también un nivel en sangre del pesticida significativamente más alto que las personas sanas o con Alzheimer. Cuando el equipo dividió a los participantes en cuatro grupos, según los niveles de beta-HCH en sangre, en el cuarto superior sólo había pacientes con Parkinson.


Más que genética

Si bien la genética influye en el riesgo que tiene una persona de desarrollar la enfermedad de Parkinson, los genes conocidos explican apenas el 10% de los casos de la enfermedad, lo que para el Dr. Richardson sugiere que habría algún tipo de factores ambientales involucrados.

Así, un estudio reciente halló una relación “pequeña, pero significativa” entre los niveles de beta-HCH y el Parkinson en residentes de las Islas Feroe que estarían expuestos diariamente a niveles altos de pesticidas organoclorados a través de la alimentación con grasa de ballena y pescado.

Para los autores, estos resultados sugieren que analizar los niveles de beta-HCH sería una forma de identificar a las personas con alto riesgo de desarrollar Parkinson, población que entonces podría ser tratada con fármacos para proteger las células cerebrales.
Archives of Neurology 2009;66:870-875
Robert Wood Johnson Medical School

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