sábado, 6 de abril de 2013

'El medio maratón tiene la barrera psicológica de los 21 kilómetros' | Noticias | elmundo.es

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ENTREVISTA | Antonio Ríos

'El medio maratón tiene la barrera psicológica de los 21 kilómetros'

Antonio Ríos, en el maratón de Chicago. | EL MUNDOAntonio Ríos, en el maratón de Chicago. | EL MUNDO
  • En el Día Mundial de la Actividad Física, un maratoniano cuenta su experiencia
  • Especialista en Traumatología, no había corrido nunca hasta hace cinco años
Médico de vocación y corredor por desesperación. Antonio Ríos, especialista en Traumatología y doctor en Epidemiología y Salud Pública, se lanzó al deporte como una catarsis. Con 98 kilos y un mal humor constante, reconoce que había tocado fondo y que necesitaba un cambio. Un día fue al gimnasio que pagaba religiosamente desde hacía meses pero al que no había acudido ningún día y se acercó a la máquina que le pareció más simple, la cinta corredora. Desde entonces, han pasado días y kilómetros, tantos como varios maratones. Su experiencia la cuenta en un libro, 'Del sillón a la maratón', con el que ha querido hacer el manual que a él le hubiera gustado leer cuando empezó a competir, con consejos prácticos para los corredores y con testimonios para animar a quienes tienen más apego al sofá.

¿Cuál ha sido tu objetivo a la hora de escribir este libro?
Mi intención con este libro es que la gente se levante del sillón, que las personas sedentarias se den cuenta de que necesitan un cambio. Yo estaba en el sillón hace cinco años, pesaba 98 kilos y era una persona muy sedentaria, sólo me preocupaba el trabajo. Un día decidí cambiar porque la persona que estaba al frente del espejo no me gustaba, no la conocía, ni la que estaba en mi cabeza tampoco. Me di cuenta de que necesitaba cambiar. Lo siguiente era saber cómo podía cambiar y qué necesitaba.

Este libro trata de contar la evolución de una persona que pasa de un extremo al otro: empezar por una cinta y acabar en un maratón, la prueba reina y el sueño de todo corredor popular. Por un lado, hay una parte de libro que es motivacional, para cambiar, y otra, desde el punto de vista médico, que dice cómo hacerlo.


¿Todos podemos? ¿Hay una edad límite? ¿Con cualquier condición física?
El principio básico de toda actividad deportiva se llama sobrecarga progresiva, es decir, que una persona empiece de menos a más y dependiendo de sus circunstancias. Yo a mis pacientes no les digo que empiecen a correr sino a andar. Todas las personas pueden hacer una actividad deportiva, lo que hay que hacer es encontrar la adecuada. Si una persona tiene obesidad, le recomiendo que alterne dos minutos andando y uno de trote suave y que cada semana vaya progresando. No hay que precipitarse, porque si no vendrán las lesiones.

El otro principio es la regularidad. No vale un día a la semana, mínimo dos o tres días. Porque así perderá peso, se notará más ligero, verá que el pantalón le queda un poco ancho, dormirá mejor, y eso le va a retroalimentar. Cuando esté metido en ese círculo, tendrá la necesidad fisiológica de salir a correr.


¿Cuáles son sus consejos para aguantar los primeros días?
Recuerdo las quejas de una paciente que se animó a correr después de leer mi libro. Tenía agujetas y yo le decía: 'deja que la biología funcione' [porque tras un tiempo el cuerpo genera endorfinas, las hormonas del placer] y ella me respondía: 'es que mi biología va muy lenta, o no tengo endorfinas'. Por eso hay que empezar con un ejercicio progresivo, pero a veces se empieza con tanta ilusión, como los niños que salen del colegio, que en los primeros días no medimos, forzamos mucho y llegan las agujetas. En definitiva, hay que ir con una ilusión contenida, todo con moderación es garantía de éxito.


¿Hace falta ser competitivo para correr todos los días?
Hay que ser competitivo contra uno mismo, es decir, cuando uno empieza a correr, ya sea la distancia que sea, al día siguiente quiere hacerla en un minuto menos y esa es la competencia. Cuando no haces esa progresión a la semana siguiente, viene una cierta frustración. Pero es ese tipo de competencia, y eso te estimula para salir cada día con fuerza e intentar batir tu récord. Siempre tiene que haber algo de progresión.


¿Cuál es la mejor motivación para empezar a correr?
Cualquier motivación que te levante del sillón es buena, cada uno tiene sus objetivos, desde la operación bikini a encontrarse mejor, hasta picarse con el vecino. Cuando empecé a correr, mi motivación era cambiar, perder algo de peso y encontrarme algo mejor. Todas las razones son válidas. Yo lo que digo es: 'entrena a tu mente para que tu cuerpo te siga'. El cuerpo no tiene límites, es una máquina increíble.


En la ciudad, sin un entorno adecuado, correr puede ser más duro, ¿no?
Tengo muchos compañeros que viven en Madrid y corren por el Retiro o en la Casa de Campo o en la Dehesa de la Villa. Cuando vivía en Granada daba vueltas a un parque. Siempre hay un sitio adecuado para poder hacer una actividad deportiva de una manera saludable. Para correr, voy en coche unos 10 minutos para llegar a la playa, que es mi lugar fetiche, pero en todas las ciudades más o menos existen sitios seguros.


¿Son los médicos un colectivo saludable?
Lamentablemente, poco. El porcentaje de médicos que practiquen una actividad física intensa es inferior al del resto de la población. Cuando voy a un congreso, me llevo las zapatillas para correr, esté donde esté, y mis colegas me ven como si fuera a Marte, como un bicho raro.


¿Cuánto más se corre, mejor?
Cuando empiezas a profundizar, te das cuenta de que cometes errores, kilómetros basura, que son los que te empeñas en recorrer al mismo ritmo y eso no te aporta nada, porque la clave está no en lo que corres sino en cómo lo corres. Uno puede mejorar cardiovascularmente o físicamente corriendo cinco kilómetros a un ritmo más exigente, mucho más que corriendo 15 kilómetros a un ritmo mucho más lento. Desde el punto de vista de capacidad, mejora mucho más hacerlo con calidad que con cantidad. Eso lo he aprendido a base de ensayo y error. Ahora corro series a diferentes velocidades.


¿Qué motivación hay para correr un maratón?
La motivación es la competitividad. Cuando uno empieza a correr, jamás piensa que va a hacer un maratón. Pero cuando sigues, como te vas encontrando mejor, empieza ese gusanillo y te apuntas a una carrera popular, donde ves el gran y buen ambiente que hay. Si la acabas, siempre buscas algo más. De ahí pasas al medio maratón y luego al maratón, pero porque es el colofón, es lo máximo a lo que puede aspirar un corredor popular. Además, los amigos te van animando.


¿Todo el mundo puede correr un maratón?
No puede ni debe. Partimos de la base de que hay mucha gente que se queda por el camino, no por nada dramático sino por las lesiones o las sobrecargas, porque su organismo no asimila todo el esfuerzo al que se le somete en un maratón, y se dedican a carreras más pequeñas. A pesar de esto, todos los años un millón de personas termina un maratón, lo que puede suponer un 5% de todos los corredores populares.


¿Se puede correr sólo por placer?
Recomiendo entrenar por sensaciones. El cuerpo es el que te va avisando. A veces la gente se obceca y hace ejercicio con dolor, y ahí es cuando vienen las sobrecargas. Escuchar al cuerpo es absolutamente necesario. Hay que valorar lo que no va bien y reconducir la situación, si no se hace, las consecuencias pueden ser muy graves. Cuando un deportista sale de una lesión, debe de ver qué sensaciones tiene durante y después del ejercicio.


¿Qué consejos le da a quienes van a correr un medio maratón?
El medio maratón tiene de especial la barrera psicológica que son esos 21 kilómetros. El que corre por primera vez esta carrera probablemente nunca se ha enfrentado a esos 21 kilómetros, porque para entrenar no se suele pasar de 15 o 16 kilómetros, y siempre queda ese 'gap', ese terreno desconocido, oscuro, donde no sabemos muy bien cómo vamos a reaccionar. Pero, básicamente, la barrera es mental, igual que en cualquier cosa en la vida. Piensas: ¿me va a aguantar el cuerpo? La respuesta es sí. Sí, si has hecho los deberes, si te has preparado bien, con constancia, el cuerpo va a aguantar. El que se conoce sabe a cuánto tiene que correr, cuándo tiene que beber, cuándo tiene que darle un poco de chispa... Todo está en la mente.

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