domingo, 28 de abril de 2013

Humira se presenta con una nueva aguja un 16 por ciento más fina, convirtiéndose en la de menor grosor de los anti-TNF :: El Médico Interactivo ::

:: El Médico Interactivo :: Humira se presenta con una nueva aguja un 16 por ciento más fina, convirtiéndose en la de menor grosor de los anti-TNF

Humira se presenta con una nueva aguja un 16 por ciento más fina, convirtiéndose en la de menor grosor de los anti-TNF


Madrid (27-29/04/2013) - Redacción

La nueva pluma ha eliminado el látex de sus componentes, evitando que este material cause problemas alérgicos tanto al profesional sanitario como al paciente, una novedad de la que se podrían beneficiar más de 176.000 personas

Una de las demandas de los pacientes que utilizan un fármaco anti-TNF inyectable es la disminución del grosor de la aguja en la pluma y la jeringa precargada. Por ello y con el fin de responder a las necesidades de los pacientes, AbbVie ha puesto a disposición de éstos una aguja de calibre 29 en la pluma y la jeringa precargadas de Humira (adalimumab). Lo que supone que se presente con una aguja un 16 por ciento más fina que la aguja de calibre 27 que se utilizaba previamente, convirtiéndose en la aguja más fina de los fármacos anti-TNF con un flujo idéntico.

"Sin ninguna duda, esta novedad supone un beneficio para los pacientes que precisamos este tipo de tratamiento porque, si se reduce el grosor de la aguja, seguramente disminuya el dolor y con ello las molestias y el miedo a pincharse", así lo ha manifestado Ramón Rodríguez, paciente y secretario de la Liga Reumatológica Gallega.

Adalimumab es el tratamiento anti TNF con mayor número de indicaciones: Artritis Reumatoide (AR), Artritis Idiopática Juvenil (AIJ), Espondilitis Anquilosante (EA), Psoriasis, Artritis Psoriásica (AP) y Enfermedad de Crohn.

"La utilización de agujas finas que causen menor molestia siempre ocasiona una mayor satisfacción y aceptación del tratamiento por parte del paciente", declara el doctor Eugenio de Miguel, reumatólogo del Hospital Universitario La Paz de Madrid. La pluma ya supuso un avance sobre las clásicas jeringas, que en un porcentaje de pacientes eran rechazadas o requerían de la intervención de terceros para su administración, ya que el paciente se sentía incapaz de utilizarlas.

En este sentido, la pluma facilitó la autoadministración y psicológicamente mejoró la percepción y aceptación del paciente. "Todo lo que suponga disminuir las molestias de la inyección conlleva una mejor aceptación de un tratamiento que, al ser crónico, requiere siempre la colaboración emocional del paciente", añade el doctor de Miguel.

El paciente, con frecuencia, siente un cierto rechazo por la administración de tratamientos inyectables, sobre todo cuanto más molestias o dificultades le supongan su administración. Por ello, "garantizarle al paciente que este tipo de administración le causará mínimas molestias o menores que la de otros medicamentos similares, siempre será de ayuda tanto al médico a la hora de recomendar un tratamiento como al paciente a la hora de aceptarlo", manifiesta el doctor de Miguel.

"Antes de autoinyectarme  el fármaco siento recelo y tengo que motivarme a mí mismo, por lo que la nueva aguja va a suponer, especialmente desde el punto de vista psicológico, mayor comodidad y, por tanto, mayor calidad de vida", añade Ramón Rodríguez.


Ausencia de látex
Con el objetivo de poder dar respuesta al mayor número de pacientes, otra de las novedades que incorpora la nueva pluma es la ausencia de látex en todas las piezas que la componen. Teniendo en cuenta que en España existen más de 800.000 personas alérgicas al látex y que, según el estudio Salud y Trabajo, el 22 por ciento de la población mayor de 20 años padece alguna enfermedad reumática, se estima que 176.000 personas se podrían beneficiar de esta innovación, tanto pacientes como profesionales sanitarios.

Adalimumab es el único tratamiento anti-TNF que ha sido aprobado para seis indicaciones, ayudando a mejorar la salud de los pacientes en todo el mundo. Entre sus indicaciones se encuentra una de uso pediátrico (Artritis Idiopática Juvenil). En el caso de los niños, el temor que les genera el hecho de tener que pincharse con frecuencia es mayor que en los adultos.

Asimismo, esta situación afecta también al entorno familiar, ya que tal y como afirma Elena Canto, madre de un niño de cinco años con Artritis Idiopática Juvenil (AIJ), "los minutos previos a la administración del tratamiento, el niño se muestra temeroso y nervioso lo que provoca ansiedad a toda la unidad familiar".

Por ello, en el caso de los niños la disminución en el perímetro de la aguja supone un avance, sobre todo a nivel emocional, tanto para el niño como para el entorno familiar. "En el caso de los niños me parece un avance muy beneficioso ya que supondrá menos dolor, y por lo tanto, mayor disposición por parte del niño al pinchazo. Esto repercutirá no sólo en su bienestar sino también en el nuestro", añade Canto.

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