ESTUDIO | Distribución geográfica
El primer mapa mundial de la incidencia de dengue
Las zonas en rojo tienen alto riesgo de dengue. | Jane Messina
- La incidencia global de esta enfermedad es el triple de lo que se estimaba
- Estos datos ayudarán a luchar por estrategias de control de esta infección
Ángeles López | Madrid
Actualizado domingo 07/04/2013 20:50 horas
Sin vacunas ni tratamientos específicos, el dengue es una de esas enfermedades a las que no se destinan muchos recursos pero que, sin embargo, generan miles de muertes cada año y millones de casos por todo el mundo. No obstante, hasta la fecha no había un registro sobre su distribución geográfica ni cómo afecta a cada país. Un estudio multinacional señala por fin en el mapa cómo se distribuye esta infección por el planeta.
En lo que va de año, tan sólo en Brasil se han registrado 108 muertes por dengue, una cifra superior a la de 2012 por estas fechas, aunque el record de este país se produjo en 2010 cuando se detectaron 580.000 contagios. Pero Brasil no es el único afectado. Paraguay, Uruguay, Argentina o Bolivia saben muy bien que, cada año, esta infección merma, cuando menos, la vida de sus ciudadanos. Pero, ¿se registran bien todos los casos?, ¿qué otros países están viendo mermada su productividad por esta enfermedad?
"Conocer cuál es la distribución geográfica y cuánto afecta el dengue es esencial para comprender su contribución a las enfermedades y muertes globales, para determinar cómo repartir equitativamente los limitados recursos disponibles para el control de esta enfermedad, y para evaluar el impacto de estas actividades internacionacionalmente", afirman los autores de este trabajo publicado en la revista 'Nature'.
El dengue es una enfermedad vírica transmitida entre humanos por los mosquitos del género 'Aedes'. El tratamiento que se utiliza consiste en paliar los síntomas pero no hay ningún antiviral específico para combatir la infección. En la actualidad, la única medida para evitar la transmisión se centra en el vector, es decir, evitar la picadura del mosquito o controlar su reproducción. Este tipo de controles han fracasado pues la incidencia del dengue sigue aumentando y también su expansión.
Con los nuevos datos, se comprueba que la enfermedad es ubicua en los trópicos, con variaciones locales en el riesgo en función de las lluvias (cuantas más precipitaciones, más incidencia), la temperatura (cifras estables favorecen la infección) y la urbanización (las zonas menos pobladas tienen menos riesgo). El equipo estima que hay 390 millones de infecciones de dengue en todo el planeta cada año, de los que 96 millones alcanzan un nivel clínico o subclínico de gravedad. Estas cifras son más del triple de las estimaciones más recientes que la Organización Mundial de la Salud había publicado y que se limitaban a una franja de 50 a 100 millones de casos por año.
Asia copa el 70% de las infecciones, por detrás está África con un 16% y la zona tropical del continente americano con un 13%. Los investigadores señalan que el mayor cambio, detectado con este trabajo, ha sido en la incidencia del continente africano, donde antes se había subestimado la enfermedad. También, explican, siguen existiendo incertidumbres en países con una gran población, como pueden ser la India, Brasil o China. No obstante, esta representación del dengue es la mejor hasta ahora.
"El clima y la dispersación de la población fueron factores importantes para predecir el actual riesgo de dengue en todo el mundo. Con la globalización y la constante marcha de la urbanización, anticipamos que puede haber cambios importantes en la distribución de la enfermedad en el futuro: el virus puede ser introducido en áreas en las que previamente no había riesgo, y aquellas que actualmente están afectadas pueden experimentar aumentos en el número de infecciones", señala en un comunicado el profesor Simon Hay, de la Universidad de Oxford (Reino Unido), y principal autor de este estudio.
El trabajo que ahora se publica mejora los datos que existen sobre esta enfermedad, ya que los anteriores mapas habían utilizado varias aproximaciones combinando registros históricos y opiniones de expertos para delimitar las áreas endémicas. Ahora, este equipo de investigadores, que forman parte del Consorcio de Investigación Internacional del Riesgo de Dengue, han empleado técnicas más sofisticadas para mejorar ese mapa, además de una implementación de la evidencia empírica.
Para ello han realizado una sistemática revisión de una base de datos de 8.309 geo-registros de dengue, provenientes de 2.838 fuentes publicadas al igual que otras on line. Con estos datos, el empleo de variables, como aspectos socioeconómicos y medioambientales, y el uso de modelos estadísticos de riesgo, se han podido establecer las zonas donde se produce esta enfermedad.
"Nuestro propósito fue contar con toda la evidencia que hay disponible sobre la distribución global del dengue y combinarla con los últimos modelos de mapeo y matemáticos para producir el más refinado mapa de riesgo y enfermedad. Esperamos utilizar este conocimiento para ayudar a predecir en el futuro el daño de esta infección", afirma Samir Bhatt, responsable del área de análisis informático de este trabajo.
En lo que va de año, tan sólo en Brasil se han registrado 108 muertes por dengue, una cifra superior a la de 2012 por estas fechas, aunque el record de este país se produjo en 2010 cuando se detectaron 580.000 contagios. Pero Brasil no es el único afectado. Paraguay, Uruguay, Argentina o Bolivia saben muy bien que, cada año, esta infección merma, cuando menos, la vida de sus ciudadanos. Pero, ¿se registran bien todos los casos?, ¿qué otros países están viendo mermada su productividad por esta enfermedad?
"Conocer cuál es la distribución geográfica y cuánto afecta el dengue es esencial para comprender su contribución a las enfermedades y muertes globales, para determinar cómo repartir equitativamente los limitados recursos disponibles para el control de esta enfermedad, y para evaluar el impacto de estas actividades internacionacionalmente", afirman los autores de este trabajo publicado en la revista 'Nature'.
El dengue es una enfermedad vírica transmitida entre humanos por los mosquitos del género 'Aedes'. El tratamiento que se utiliza consiste en paliar los síntomas pero no hay ningún antiviral específico para combatir la infección. En la actualidad, la única medida para evitar la transmisión se centra en el vector, es decir, evitar la picadura del mosquito o controlar su reproducción. Este tipo de controles han fracasado pues la incidencia del dengue sigue aumentando y también su expansión.
Con los nuevos datos, se comprueba que la enfermedad es ubicua en los trópicos, con variaciones locales en el riesgo en función de las lluvias (cuantas más precipitaciones, más incidencia), la temperatura (cifras estables favorecen la infección) y la urbanización (las zonas menos pobladas tienen menos riesgo). El equipo estima que hay 390 millones de infecciones de dengue en todo el planeta cada año, de los que 96 millones alcanzan un nivel clínico o subclínico de gravedad. Estas cifras son más del triple de las estimaciones más recientes que la Organización Mundial de la Salud había publicado y que se limitaban a una franja de 50 a 100 millones de casos por año.
Asia copa el 70% de las infecciones, por detrás está África con un 16% y la zona tropical del continente americano con un 13%. Los investigadores señalan que el mayor cambio, detectado con este trabajo, ha sido en la incidencia del continente africano, donde antes se había subestimado la enfermedad. También, explican, siguen existiendo incertidumbres en países con una gran población, como pueden ser la India, Brasil o China. No obstante, esta representación del dengue es la mejor hasta ahora.
"El clima y la dispersación de la población fueron factores importantes para predecir el actual riesgo de dengue en todo el mundo. Con la globalización y la constante marcha de la urbanización, anticipamos que puede haber cambios importantes en la distribución de la enfermedad en el futuro: el virus puede ser introducido en áreas en las que previamente no había riesgo, y aquellas que actualmente están afectadas pueden experimentar aumentos en el número de infecciones", señala en un comunicado el profesor Simon Hay, de la Universidad de Oxford (Reino Unido), y principal autor de este estudio.
El trabajo que ahora se publica mejora los datos que existen sobre esta enfermedad, ya que los anteriores mapas habían utilizado varias aproximaciones combinando registros históricos y opiniones de expertos para delimitar las áreas endémicas. Ahora, este equipo de investigadores, que forman parte del Consorcio de Investigación Internacional del Riesgo de Dengue, han empleado técnicas más sofisticadas para mejorar ese mapa, además de una implementación de la evidencia empírica.
Para ello han realizado una sistemática revisión de una base de datos de 8.309 geo-registros de dengue, provenientes de 2.838 fuentes publicadas al igual que otras on line. Con estos datos, el empleo de variables, como aspectos socioeconómicos y medioambientales, y el uso de modelos estadísticos de riesgo, se han podido establecer las zonas donde se produce esta enfermedad.
"Nuestro propósito fue contar con toda la evidencia que hay disponible sobre la distribución global del dengue y combinarla con los últimos modelos de mapeo y matemáticos para producir el más refinado mapa de riesgo y enfermedad. Esperamos utilizar este conocimiento para ayudar a predecir en el futuro el daño de esta infección", afirma Samir Bhatt, responsable del área de análisis informático de este trabajo.
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