jueves, 4 de abril de 2013

Los desafíos mentales y físicos pueden ayudar a las personas mayores a mantener la agudeza mental, afirma un estudio: MedlinePlus

Los desafíos mentales y físicos pueden ayudar a las personas mayores a mantener la agudeza mental, afirma un estudio: MedlinePlus

 

Los desafíos mentales y físicos pueden ayudar a las personas mayores a mantener la agudeza mental, afirma un estudio

Dar pequeños pasos, lo que incluyó realizar estiramientos y ver DVD educativos, tuvo su recompensa

Traducido del inglés: martes, 2 de abril, 2013
Imagen de noticias HealthDay LUNES, 1 de abril (HealthDay News) -- Un poco de ejercicio y algo de estimulación mental pueden ayudar mucho a que las personas mayores mantengan su agudeza mental, sugiere un pequeño estudio reciente.
Los investigadores descubrieron que las habilidades de memoria y pensamiento de 126 personas mayores inactivas mejoraron después de que les asignaran actividades diarias diseñadas para mantener ocupados sus cerebros y sus cuerpos.
"La buena noticia es que uno más uno son tres", afirmó el Dr. Richard Isaacson, director de la división de Alzheimer de la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami, que no participó en el estudio.
La moraleja es que realizar pequeñas modificaciones en la actividad física y mental ha llevado a cambios positivos en las habilidades de memoria y pensamiento, afirmó Isaacson.
Aprender unas pocas palabras de un idioma extranjero y caminar varias veces a la semana, por ejemplo, se notará en unos meses, indicó.
"No es necesario que corra una maratón para estar en forma, y no hace falta aprender a hablar de forma fluida en un idioma extranjero para mantener la agudeza mental conforme envejece", comentó.
Para realizar el estudio, publicado en línea el 1 de abril en la revista JAMA Internal Medicine, Deborah Barnes, de la Universidad de California en San Francisco, y colegas dividieron a los participantes, que tenían 65 años de edad o más (con una edad promedio de 73 años), en cuatro grupos. Tres días a la semana durante tres meses, todos realizaron algún tipo de estimulación mental una hora al día y algo de actividad física también durante una hora al día.
Opciones más rigurosas eran los juegos de computadora de entrenamiento cerebral intensivo y ejercicios aeróbicos basados en el baile. Otros participantes, a los que se realizó un seguimiento como "controles", vieron DVD educativos sobre arte, historia y ciencia, o participaron en una clase de estiramiento y tonificación.
Todos los participantes del estudio afirmaron que sus habilidades de memoria o de pensamiento habían empeorado antes del inicio del estudio, pero todos experimentaron mejoras en dichas habilidades al final del estudio, con independencia de las actividades que realizaran, mostró el estudio.
Al Dr. Sam Gandy, director asociado del Centro de Investigación sobre la Enfermedad de Alzheimer Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York, no le sorprendieron los hallazgos.
"Se ha mostrado que mantener un estilo de vida activo física y mentalmente aporta beneficios cognitivos [mentales] que pueden incluir el retraso o la prevención del Alzheimer", afirmó Gandy.
Se espera que las tasas de Alzheimer, un trastorno cerebral relacionado con el envejecimiento, se disparen en los próximos 40 años, porque las personas están viviendo durante más tiempo y la generación de la postguerra está envejeciendo.
Aunque el estudio no prueba directamente que aumentar la actividad física y mental al mismo tiempo estimulara la función cerebral, el ensayo se construye a partir de la investigación previa que relacionaba ambas cosas, afirman los expertos.
Los estudios anteriores han mostrado que tres sesiones de 30 minutos a la semana de caminatas a paso rápido o de entrenamiento con pesas tienen unos efectos mensurables sobre el pensamiento y la memoria, aseguró Gandy. "Ahora es posible reducir el ejercicio físico a una receta, como una pastilla", comentó.
No se trata siempre de algo tan directo como recetar actividades mentales, ya que cada persona se inclina por diferentes actividades, pero eso no ha de ser un obstáculo, afirmó.
"El nuevo estudio sugiere que el hecho de estar ocupado, por sí mismo, probablemente sea más importante a la hora de producir el efecto protector, y que la naturaleza de la actividad en particular en la que uno se ocupe es menos importante", afirmó Gandy.
Ya sea hacer rompecabezas, aprender a tocar el piano o bien empezar a aprender un idioma extranjero, encuentre algo con lo que disfrute y hágalo regularmente, sugirió.
"Tenemos en nuestra mano ahora mismo los medios para mantener la función cognitiva y retrasar el Alzheimer, al adoptar una rutina de actividades físicas y mentales disponibles para todo el mundo, en todas partes, sin costo alguno", afirmó Gandy.
Ya que la mayoría de los participantes del estudio tenían un nivel alto de educación, es posible que los hallazgos no se apliquen a todas las personas mayores, reconocieron los autores.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Richard Isaacson, M.D., director, Alzheimer's division, University of Miami Miller School of Medicine, Miami, Fla.; Sam Gandy, M.D., associate director, Mt. Sinai Alzheimer's Disease Research Center, New York City; April 1, 2013, JAMA Internal Medicine, online
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