Miembros del Laboratorio de Neurobiología del Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) de Valencia. / GVA
PUBLICADO EN 'NEUROMOLECULAR MEDICINE'
Investigadores españoles identifican un mecanismo que pospone la muerte del paciente por fallo hepático agudo
JANO.es · 21 Enero 2014 08:00
Un estudio liderado por el Centro de Investigación Príncipe Felipe describe cómo el bloqueo del receptor NMDA mediante antagonistas específicos como la memantina o MK-801, permite prolongar la supervivencia en espera de un órgano.
El laboratorio de Neurobiología del Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) de Valencia ha identificado los mecanismos que conducen al aumento de la presión intracraneal y, de resultas de ello, a la muerte, y cómo prevenirlos o retrasarlos ante un fallo hepático agudo.
Este departamento, dirigido por Vicente Felipo, ya había logrado demostrar que el fallo hepático agudo conduce a una activación excesiva del receptor NMDA en el cerebro, que aumenta la presión intracraneal y contribuye al proceso que conduce a la muerte. Ahora han comprobado que puede prolongarse la supervivencia del paciente a partir del bloqueo dichos receptores mediante antagonistas específicos como la memantina o MK-801. La investigación se publica en Neuromolecular Medicine.
El estudio se ha realizado en colaboración con el Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA, el Mossakowski Medical Research Centre de Varsovia, el Instituto de Investigaciones Biomédicas Alberto Sols de Madrid, el Departamento de Patología de la Universidad de Valencia y el Servicio de Nefrología y el Laboratorio del Hospital Clínico de Valencia.
En el fallo hepático agudo se produce una necrosis masiva de las células del hígado, que ya no pueden ejercer la función de eliminar sustancias tóxicas, entre las cuales se encuentra el amonio. Al no ser eliminado en el hígado, los niveles de amonio aumentan en sangre (hiperamonemia) y en el cerebro, alterando así la función cerebral.
El aumento de amonio en el cerebro activa los receptores NMDA, lo que conduce a alteraciones en el flujo sanguíneo y a un aumento del lactato cerebral que contribuyen al aumento de la presión intracraneal y al proceso que conduce a la muerte. El bloqueo de los receptores NMDA en cerebro con antagonistas específicos previene o retrasa estas alteraciones y la muerte.
Por otra parte, estos antagonistas también ejercen un efecto protector a nivel renal, ya que retrasan el daño renal inducido por el fallo hepático agudo, preservando la filtración glomerular y prolongando la eliminación de amonio por la orina.
Este departamento, dirigido por Vicente Felipo, ya había logrado demostrar que el fallo hepático agudo conduce a una activación excesiva del receptor NMDA en el cerebro, que aumenta la presión intracraneal y contribuye al proceso que conduce a la muerte. Ahora han comprobado que puede prolongarse la supervivencia del paciente a partir del bloqueo dichos receptores mediante antagonistas específicos como la memantina o MK-801. La investigación se publica en Neuromolecular Medicine.
El estudio se ha realizado en colaboración con el Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA, el Mossakowski Medical Research Centre de Varsovia, el Instituto de Investigaciones Biomédicas Alberto Sols de Madrid, el Departamento de Patología de la Universidad de Valencia y el Servicio de Nefrología y el Laboratorio del Hospital Clínico de Valencia.
En el fallo hepático agudo se produce una necrosis masiva de las células del hígado, que ya no pueden ejercer la función de eliminar sustancias tóxicas, entre las cuales se encuentra el amonio. Al no ser eliminado en el hígado, los niveles de amonio aumentan en sangre (hiperamonemia) y en el cerebro, alterando así la función cerebral.
El aumento de amonio en el cerebro activa los receptores NMDA, lo que conduce a alteraciones en el flujo sanguíneo y a un aumento del lactato cerebral que contribuyen al aumento de la presión intracraneal y al proceso que conduce a la muerte. El bloqueo de los receptores NMDA en cerebro con antagonistas específicos previene o retrasa estas alteraciones y la muerte.
Por otra parte, estos antagonistas también ejercen un efecto protector a nivel renal, ya que retrasan el daño renal inducido por el fallo hepático agudo, preservando la filtración glomerular y prolongando la eliminación de amonio por la orina.
Prolonga la supervivencia a la espera de un hígado
Este doble efecto protector a nivel cerebral y renal permite prolongar la supervivencia y puede permitir salvar la vida de pacientes con fallo hepático agudo severo proporcionando un valioso tiempo adicional que permita la llegada de un hígado adecuado para el trasplante.
Por otra parte, el hígado es el único órgano capaz de regenerarse por sí mismo tras un fallo hepático no letal. En situaciones de fallo hepático más leve, los antagonistas del receptor NMDA pueden aumentar directamente la supervivencia de los pacientes proporcionando el tiempo suficiente para que se regenere su hígado.
Este doble efecto protector a nivel cerebral y renal permite prolongar la supervivencia y puede permitir salvar la vida de pacientes con fallo hepático agudo severo proporcionando un valioso tiempo adicional que permita la llegada de un hígado adecuado para el trasplante.
Por otra parte, el hígado es el único órgano capaz de regenerarse por sí mismo tras un fallo hepático no letal. En situaciones de fallo hepático más leve, los antagonistas del receptor NMDA pueden aumentar directamente la supervivencia de los pacientes proporcionando el tiempo suficiente para que se regenere su hígado.
Neuromolecular Medicine; diciembre de 2013
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