¿Cuáles son las posibles consecuencias del consumo y el abuso de los depresores del SNC?
A pesar de sus muchos efectos beneficiosos, las benzodiacepinas y los barbitúricos tienen el potencial de ser abusados y deben ser usados únicamente según fueron recetados. El uso de los somníferos no benzodiacepínicos no ha sido tan bien estudiado, pero ciertos indicadores han causado inquietud sobre su potencial de ser abusados. Durante los primeros días después de tomar un depresor de prescripción del SNC, la persona generalmente se siente somnolienta y sin coordinación, pero a medida que el cuerpo se acostumbra a los efectos de la droga y se desarrolla una tolerancia, estos efectos secundarios empiezan a desaparecer. Si se utilizan estos fármacos a largo plazo, puede ser necesario aumentar la dosis para lograr los efectos terapéuticos. El uso continuado puede producir dependencia física y pueden verse síntomas del síndrome de abstinencia cuando el uso se reduce o se detiene bruscamente (véase el recuadro “La dependencia en comparación con la adicción”). Debido a que todos los depresores del SNC trabajan disminuyendo la actividad del cerebro, cuando una persona deja de tomarlos, puede haber un efecto de rebote, dando lugar a convulsiones u otras consecuencias dañinas. A pesar de que el síndrome de abstinencia de las benzodiacepinas puede ser problemático, rara vez es mortal, mientras que el síndrome de abstinencia por el uso prolongado de barbitúricos puede tener complicaciones potencialmente mortales. Por lo tanto, alguien que está pensando en suspender el tratamiento con depresores del SNC o que está sufriendo del síndrome de abstinencia de un depresor del SNC debe hablar con un médico o buscar atención médica inmediatamente.
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