lunes, 13 de enero de 2014

Los propósitos de año nuevo: mejorar los patrones alimentarios - DiarioMedico.com

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LAS RECOMENDACIONES DE LOS EXPERTOS

Los propósitos de año nuevo: mejorar los patrones alimentarios

Los médicos de familia pueden guiar a los pacientes a adoptar un estilo de vida saludable. Las dietas milagro, además de desequilibradas, producen ganancia de peso y 'efecto yo-yo'.
Isabel Gallardo Ponce. Madrid | igallardo@diariomedico.com   |  13/01/2014 00:00
Año nuevo, dieta nueva. Eso parecen indicar algunos propósitos para este año que comienza. Expertos consultados por DM recomiendan calidad, prudencia y sentido común frente a la alimentación. Y no sólo eso, sino desterrar la palabra dieta por su connotación restrictiva. "Nos hemos dado cuenta de que es parte de su fracaso. Ahora en la literatura científica tendemos a cambiarla por el concepto de patrones alimentarios. Es importante que los médicos de primaria dirijan a sus pacientes hacia un patrón alimentario más que a una dieta concreta", ha explicado a DM Susana Monereo, jefe de Servicio del Hospital de Getafe, y secretaria general de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad.
Albert Lecube, coordinador del Grupo de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, ha añadido que las dietas milagro no existen. "No hay ninguna dieta que con poco esfuerzo haga perder gran cantidad de peso y mantenerlo. Para ello hay que cambiar los hábitos de vida de forma permanente".
Qué dieta seguir
Según Monereo, hay que ceñirse al patrón alimentario de la zona a la que uno pertenece, para el que sus genes están preparados, al tiempo que los alimentos los inhiben o expresan. Así, la población del norte de Europa mantiene una alimentación con lactosa que los mediterráneos toleran peor. Y al revés ocurre igual. "En la Universidad de Córdoba están realizando una investigación con aceite de oliva para analizar los beneficios metabólicos que produce en los mediterráneos", y que quizá sea mayor que en otras poblaciones.
"Se trata de no adoptar formas de comer que se alejan de nuestro patrón mediterráneo, para el que estructuralmente no estamos preparados. Aunque al principio se reduzca el peso de forma feroz, a medio y largo plazo no nos sirven", ha dicho Monereo. Ahí entran las dietas milagro, que aseguran una pérdida de peso, pero a la larga también su recuperación, y acabar de lleno en el efecto yo-yo, ha añadido Lecube. Según él, es importante ser realista y no pretender pesar lo mismo que a los 18 años. "La gente cambia y cada uno tiene su peso óptimo determinado genéticamente, una historia familiar y lo que ha hecho hasta ahora".
Por tanto, es indispensable desterrar mitos como que la fruta debe tomarse antes o después de las comidas, que hay que evitar mezclar alimentos, centrarse en el grupo sanguíneo (ver cuadro)... "La paleodieta dice que el hombre debe comer carne y no leche, pero eso dependerá de dónde viva", ha apuntado Monereo, a lo que Lecube añade que "para eso hemos evolucionado. No hay que promover que uno vuelva miles de años atrás".
En la misma línea, Monereo explica que en las dietas mágicas se pierde masa magra, baja el gasto metabólico, y se recupera el peso en forma de grasa. En cuanto a las hiperproteicas, "el cerebro necesita 150 gramos de glucosa diarios y si no los obtiene genera ansiedad, que incita al picoteo y a darse atracones de dulce, y esa es otra consecuencia de las dietas milagro, que generan grandes trastornos de conducta alimentaria".
Lo importante es el equilibrio nutricional, comer de todo en su justa medida. Para perder peso no hace falta comer poco ni pasar hambre, sino hacerlo bien, explica Yolanda Jiménez, nutricionista de Entulínea.
Qué comer
Lecube recomienda huir de fritos y rebozados y recurrir a la cocina a la plancha, así como evitar el alcohol y los alimentos muy energéticos. "Hay que aprender a comer con agua, y a tomarla cuando se tiene sed. El resto debe ser un extra", ha añadido. Según Monereo, el desayuno debe incluir lácteos, hidratos y proteínas. "Si se le añade una cucharadita de aceite y tomate, mejor".
Para comer hay que incluir un plato de carbohidratos complejos combinado con proteínas, ensalada y fruta. "Con los carbohidratos no hay que pasarse. Una buena medida es considerar el pan como un plato". Para la cena, proteínas y verduras y tratar de evitar los hidratos. No obstante, todas estas medidas no funcionan si no forman parte de una dieta equilibrada combinada con ejercicio, y con unos horarios tempranos.

Las dietas milagro más recientes y extravagantes: recetas para 'extraviados'

  • Paleodieta: volver a la alimentación del hombre de las cavernas, más acorde con la genética del ser humano, es lo que sugieren sus defensores. Para ello hay que eliminar las grasas saturadas, la sal, el azúcar y los aceites refinados, reducir drásticamente las legumbres y cereales, y centrarse en pescado, mariscos, carne y frutos silvestres y secos y raíces. Con algunas adaptaciones, es apta para atletas.
  • La dieta de la limonada: agua, limón, sirope de arce y cayena son los ingredientes de esta dieta, también llamada de Beyoncé, la cantante que la ha difundido, o del sirope de arce. Se trata de mezclar los ingredientes y tomarlos a lo largo de todo el día, excepto al levantarse, momento en el que se toma agua con sal. No se admite ningún alimento sólido.
  • La dieta de la Luna: el cuerpo humano, como las mareas, se regiría por el crecimiento periódico de la Luna. Las fases lunares dictarían el ayuno, que debe acompañarse de agua, y la pérdida de peso. El resto de días se pauta una dieta que restringe el pan a cantidades determinadas.
  • La dieta del grupo sanguíneo: defiende la existencia de una alimentación para cada tipo de sangre sin considerar el factor Rh. Por ejemplo, el marisco y las espinacas se indican para el grupo O, las legumbres y las verduras para el A, las carnes para el B y la leche para el AB.
  • Dieta de la sopa quemagrasas: apio, pimiento, cebolla, tomate y col son la base de una sopa que puede tomarse como comodín cada vez que se sienta hambre. Se combina con alimentos pautados de forma estricta en función del día de la semana de su duración.
  • De la alcachofa, del pepino, del melocotón, de la piña...: la pérdida de peso vendría producida tras varios días tomando un único alimento.
  • Dietas hiperproteicas: eliminan total o parcialmente la ingesta de hidratos de carbono y hacen de las proteínas la fuente principal de alimentación; la del francés Dukan es la más conocida de este tipo.

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