martes, 3 de junio de 2014

Antiangiogénico más inhibidor PARP, promesa en cáncer ovárico - DiarioMedico.com

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ENSAYO EN FASE II

Antiangiogénico más inhibidor PARP, promesa en cáncer ovárico

Más de 35.000 especialistas de todo el mundo asisten a la 50 reunión anual de ASCO. Presentados los resultados de un ensayo en fase II que combinó cediranib con olaparib.
Valeria Galiano. Chicago | dmredaccion@diariomedico.com   |  03/06/2014 00:00

Andrés Poveda
El oncólogo Andrés Poveda, durante su participación en ASCO. (Valeria Galiano)
El cáncer de ovario se diagnostica en la mayoría de los casos en formas ya evolucionadas, donde la supervivencia se reduce considerablemente: del 80 por ciento en estadios iniciales al 30 por ciento en enfermedad avanzada. "El día que consigamos hacer un diagnóstico inicial en la mayor parte de las pacientes conseguiremos aumentar la supervivencia de forma espectacular, pero no a costa de fármacos", ha explicado a Diario Médico Andrés Poveda, coordinador del Área Clínica de Oncología Ginecológica de la Fundación Instituto Valenciano de Oncología, que ha presentado varias comunicaciones sobre cáncer de ovario en la 50 Reunión Anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO), en Chicago.
En los consensos mundiales se considera que el tratamiento estándar en pacientes con cáncer de ovario es la cirugía optima, hecha por expertos y adecuada, seguida de quimioterapia. A día de hoy, "algunos estudios han demostrado que asociar un antiangiogénico a la quimioterapia aumenta la supervivencia libre de recaída en primera y en segunda línea. Pero ninguno hasta ahora había mostrado que aumenta la supervivencia global".
En esta reunión se ha presentado un ensayo en fase II realizado por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos que revela que la combinación del antiangiogénico cediranib con olaparib, un inhibidor PARP, ambos desarrollados por Astra Zeneca, aumenta la supervivencia libre de progresión, que en pacientes que recibieron esta combinación fue de 17,7 meses, frente a 9 meses en las que recibieron olaparib en monoterapia.
Según una de las autoras del estudio, Joyce Liu, "la actividad significativa que hemos visto con esta combinación sugiere que puede ser una alternativa eficaz frente a la quimioterapia estándar".
Buena evolución
Poveda se muestra optimista y comenta que los oncólogos poseen "capacidad de poder ofrecer a las pacientes con cáncer de ovario ensayos con inhibidores de PARP, una de las dianas más selectivas que tenemos ahora en cáncer de ovario".
  • La supervivencia libre de progresión fue de 17,7 meses en las pacientes que recibieron esta combinación, frente a solo 9 de olaparib en monoterapia
Ahora existe una buena foto molecular de las pacientes con cáncer de ovario. Con la publicación del Atlas del genoma del cáncer de ovario hace dos años, donde el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Ovario y la Fundación IVO están participando, "sabemos que cada tipo histológico de tumor de ovario tiene unas alteraciones moleculares específicas. Estamos tratando de buscar el fármaco adecuado para cada situación. Eso no es fácil, pero ya hay algunas definidas, como los trastornos de reparación homóloga donde están las BRCA mutadas. Esto supone hasta el 50 por ciento de las pacientes con cáncer seroso de alto grado, que es el más frecuente", apunta Poveda.
En este sentido, añade que ahora "tenemos una parte de la tarta muy grande en la que sabemos por dónde debemos actuar".
Para Poveda, el empleo de monoterapia con inhibidores de PARP en primera línea está cercano. "Se publicaron hace dos años en The New England Journal of Medicine y este trabajo muestra unas curvas espectaculares en pacientes que tomaron inhibidores de PARP 1 en mantenimiento en comparación con los que no los tomaron. Ahora estamos viendo cómo colocamos estos resultados en primera línea, con los resultados del estudio SOLO 1, y en el SOLO 2, que es en recaídas de segunda línea en una población BRCA mutada".
Estos estudios han acotado la población que se está analizando y han mostrado "dónde impacta el efecto en términos de supervivencia en pacientes con mutación BRCA".
Detección precoz
La prevención sigue siendo un campo en el que queda mucho por conseguir en cáncer de ovario. Así como se ha mejorado en su manejo en los últimos diez años, en la detección precoz aún no se han logrado grandes progresos. En la actualidad, no hay ningún programa que sea rentable para llegar a un diagnóstico precoz.
Por eso, lo que se puede hacer, sigue diciendo el especialista, es tratar muy bien la cirugía y no alertar a la población con falsos programas de detección precoz.
En este sentido, afirma que "la cirugía en estas pacientes la tienen que hacer los especialistas en cirugía ginecológica y está demostrado que, según quién haga la cirugía y cómo la haga, la supervivencia cambia".
El mayor debate en cirugía es dónde está trabajando el profesional. "Los especialistas en oncología médica están formados igual y tienen la misma visión. Lo que falla es si están trabajando de forma aislada o en un equipo multidisciplinar". Según Poveda, en cáncer ginecológico existen pocos equipos multidisciplinares en España y los resultados son diferentes.

El Instituto del Cáncer de EE UU fija el objetivo en los ensayos en fase III

Ya hay una justificación para tratar con antiangiogénicos a pacientes con mutaciones BRCA, algo que ya estaba publicado; pero combinarlo con inhibidores de PARP, como olaparib, que actúa sobre la diana de BRCA, tenía todo el aspecto de ser una buena combinación y así ha sido.
El grupo de Andrés Poveda, del Área Clínica de Oncología Ginecológica de la Fundación Instituto Valenciano de Oncología, está participando en dos ensayos clínicos, SOLO 1 y SOLO 2, en mantenimiento con olaparib en pacientes con remisión completa tras quimioterapia con BRCA mutado. "En segunda línea, es decir, en recaída para pacientes platinosensibles con tumores de alto grado seroso y mutación BRCA, también estamos participando en un estudio que lo que hace es comparar la administración de olaparib con placebo para ver si aumenta la supervivencia libre de recaída y la supervivencia global".
El Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos está planeando llevar a cabo dos ensayos en fase III para seguir con la combinación de olaparib y cediranib en el cáncer de ovario. Estos dos fármacos se están investigando de forma separada para el tratamiento de pacientes con esta enfermedad. Olaparib ya ha mostrado su eficacia como monoterapia y ha recibido la designación de revisión prioritaria de la FDA para el tratamiento del cáncer de ovario recidivante y sensible a platino en mujeres con mutación del gen BRCA. La EMA aceptó la solicitud de autorización de comercialización en septiembre de 2013.

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