jueves, 12 de junio de 2014

“Hay un amplio margen de mejora en donación de corazón y pulmón con el tratamiento específico de los donantes de órganos” :: El Médico Interactivo ::

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“Hay un amplio margen de mejora en donación de corazón y pulmón con el tratamiento específico de los donantes de órganos”







Valencia (12/06/2014) - Redacción

• Eduardo Miñambres, coordinador autonómico de Trasplantes de Cantabria, explica en el marco del III Congreso de la Sociedad Española de Trasplante que el porcentaje de donaciones de órganos torácicos es muy variable entre centros españoles

• En España se obtienen estos dos órganos en menos del 20 por ciento de los donantes en muerte encefálica; según este experto, aumentar la tasa de donación pasa por implementar programas de donación en asistolia y por tratar de forma intensiva a los donantes de órganos

La obtención de los órganos torácicos como los pulmones o el corazón (los más susceptibles al daño ocasionado por la muerte encefálica) es muy reducida en España y a nivel mundial. De hecho, en nuestro país se obtienen estos dos órganos en menos del 20 por ciento de los donantes en muerte encefálica.
Según el Dr. Eduardo Miñambres, coordinador autonómico de Trasplantes de Cantabria, "en donantes menores de 45 años -los cuales no debieran tener estructuralmente afectados estos órganos- la tasa de obtención de estos órganos sigue siendo muy reducida (inferior al 60 por ciento), bien por disfunción ventricular moderada por la tormenta arrítmica del encajamiento cerebral (en el corazón) o el colapso de alveolos, edema pulmonar o atelectasias (en el del pulmón)".
Así lo ha explicado en el marco del III Congreso de la Sociedad Española de Trasplante (SET) en Valencia este experto, que señala que "el porcentaje de corazones o pulmones obtenidos del total de donantes es muy variable entre centros de un mismo país, por lo que hay un amplio margen de mejora mediante el tratamiento específico de los donantes de órganos".
El objetivo es que, tras la muerte encefálica y hasta la extracción de los órganos, los injertos cardiacos o pulmonares que estructuralmente sean sanos -aunque estén funcionalmente dañados por la muerte encefálica- puedan ser tratados adecuadamente hasta el punto de mejorar su función y hacerlos aptos para la extracción y trasplante posterior.
Para ello, explica este experto, "es imprescindible un cambio de mentalidad, de forma que todos los dispositivos y recursos tecnológicos que de forma habitual se utilizan en un paciente crítico, sean utilizados en un fallecido donante de órganos, de cara a incrementar el número y la calidad de los injertos. Hoy día no es razonable tratar a un donante multiorgánico sin monitorización de gasto cardiaco invasiva, sin un respirador adecuado o sin realizar una broncoscopia precoz para limpieza de secreciones".
Potenciar la donación a corazón parado
El tratamiento del donante ha mejorado mucho en los últimos años, de forma que se han obtenido muy buenos resultados de supervivencia con injertos pulmonares y cardiacos procedentes de donantes con edad muy avanzada, algo impensable hace tan solo hace una década. De hecho, hoy la supervivencia media a los cinco años está cercana al 70 por ciento en el caso del trasplante cardiaco y en torno al 55 por ciento en el pulmonar.
Sin embargo, las tasas de donación siguen siendo insuficientes y su aumento pasa, principalmente, por dos medidas: "fundamentalmente, no considerar el mantenimiento del donante de órganos como algo pasivo, donde el deterioro funcional de los órganos es inevitable, una vez producida la muerte encefálica; el donante precisa de un tratamiento específico e intensivo como cualquier paciente grave ingresado en una UCI, y el objetivo debe ser que los injertos tengan mejor función tras ser adecuadamente tratados", explica el Dr. Miñambres.
En los últimos años, los expertos en trasplante cuentan con una nueva técnica que les permite valorar la viabilidad de los injertos cardiacos y pulmonares marginales, que de otra forma serían descartados para trasplante: el uso de dispositivos de preservación ex vivo. "Ya es una realidad que va a permitir mejorar funcionalmente dichos órganos de forma que se "rescaten" injertos que inicialmente no cumplirían criterios de idoneidad para ser trasplantados (por ejemplo, pulmones con edema pulmonar), pero que pueden mejorar claramente su función y viabilidad tras unas horas de tratamiento ex vivo", concluye este experto.

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