martes, 30 de junio de 2015

La fragilidad no tratada conlleva mayor discapacidad - DiarioMedico.com

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XLII SEMANA MÉDICA DE BILBAO

La fragilidad no tratada conlleva mayor discapacidad

La Semana Médica de Bilbao acoge una mesa dedicada a la atención al paciente mayor en las urgencias.
Marcelo Curto. Bilbao   |  30/06/2015 00:00
 
 
"La alta prevalencia de la fragilidad y su reversibilidad potencial la convierten en un objetivo clínico importante para reducir las tasas de discapacidad en la clínica diaria. Para lograrlo, hay que superar las barreras en la precisión diagnóstica y pronóstica, y en la efectividad y la eficacia de la detección y el tratamiento", ha expuesto Iñaki Artaza, director asistencial de Igurco y presidente de la Asociación Vasca de Geriatría y Gerontología, en una de las mesas redondas de la XLII Semana Médica de Bilbao.
Organizada por la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao junto al Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Cruces, las clínicas IMQ y la Facultad de Medicina de la Universidad del País Vasco, la Semana Médica de Bilbao acogió esta mesa dedicada a la atención al paciente mayor en las urgencias, donde también participó Aránzazu Gonzalo, directora de integración del Hospital de Basurto (Bilbao).
Artaza apuntó una serie de criterios clínicos de los que identificando tres o más en el paciente mayor se puede hablar de fragilidad: "Pérdida de peso no intencionada; debilidad muscular determinada por la fuerza prensora, y baja resistencia o cansancio, autorreferido por el mismo paciente e identificado por dos preguntas de la escala CES-D (Center for Epidemiologic Studies Depression Scale); el cuarto criterio es la lentitud de la marcha (inferior a cuatro metros cada cuatro segundos), y, finalmente, un nivel bajo de actividad física, calculado por el consumo de calorías semanales".
También se pusieron de relieve otros marcadores posibles, como los físicos (actividades básicas e instrumentales para la vida diaria o la salud cardiovascular); los bioquímicos (colesterol, hemoglobina, albúmina, cortisol, testosterona, marcadores inflamatorios e interleucinas); mentales (pensamiento, memoria, depresión, ansiedad), y sociales (pobreza, sin red de apoyo social, aislamiento, sin pareja ni cuidador, etc.).
Por último, incidió en que el diagnóstico de la fragilidad, si no se trata, conlleva "unos peores resultados clínicos, traducidos en mayor discapacidad, mortalidad y costes sanitarios, así como mayor número de caídas e ingresos en centros residenciales y hospitalarios, y un aumento en el consumo del número de fármacos".
Valentín Riaño, internista del vizcaíno Hospital de Gorliz, recordó la importancia de la consideración del paciente mayor, expresada como participación y respeto a sus decisiones, para lo que la historia clínica, elaborada con la anamnesis, constituye una herramienta esencial.

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