lunes, 29 de febrero de 2016

Un tipo de azúcar natural puede tratar la esteatosis hepática no alcohólica :: El Médico Interactivo :: Un tipo de azúcar natural puede tratar la esteatosis hepática no alcohólica

:: El Médico Interactivo :: Un tipo de azúcar natural puede tratar la esteatosis hepática no alcohólica





Un tipo de azúcar natural puede tratar la esteatosis hepática no alcohólica





27-29/02/2016 - E.P.

La enfermedad del hígado graso no alcohólico, una patología estrechamente relacionada con la obesidad, afecta a aproximadamente el 25 por ciento de las personas en Estados Unidos

Una nueva investigación realizada en modelos experimentales muestra que un azúcar natural llamado trehalosa impide que el azúcar fructosa -que se piensa que es un importante contribuyente a la enfermedad de hígado graso no alcohólico-- penetre en el hígado y desencadena un proceso de limpieza celular que elimina el exceso de acumulación de grasa en el interior las células del hígado.
La enfermedad del hígado graso no alcohólico, una patología estrechamente relacionada con la obesidad, afecta a aproximadamente el 25 por ciento de las personas en Estados Unidos. No existe un tratamiento farmacológico para este trastorno, pero la pérdida de peso puede reducir la acumulación de grasa en el hígado.
El estudio, realizado por un equipo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis, Estados Unidos, se publica en la revista Science Signaling. "En general, si se alimenta a un modelo experimental con una dieta alta en azúcar, se produce un hígado graso", explica el primer autor Brian J. DeBosch, gastroenterólogo pediátrico.
"Hemos encontrado que si se alimenta a un individuo con una dieta alta en fructosa además de proporcionar agua que contiene un 3 por ciento de trehalosa, se bloquea completamente el desarrollo de hígado graso. Esos animales de experimentación también presentaban un menor peso al final del estudio y niveles más bajos de colesterol, ácidos grasos y triglicéridos circulantes", resalta DeBosch.
La evidencia sugiere que la esteatosis hepática no alcohólica se desarrolla a medida que el hígado se esfuerza para procesar el azúcar en la dieta, sobre todo la fructosa, que se encuentra de forma natural en la fruta, pero también añadida como el jarabe de maíz de alta fructosa de los refrescos y muchos alimentos procesados.
En última instancia, el cuerpo almacena fructosa en el hígado en forma de grasas llamadas triglicéridos. En los casos graves de la patología, la grasa se puede acumular a niveles tóxicos que pueden llegar a requerir un trasplante de hígado.
La trehalosa es un azúcar natural que se encuentra en las plantas y los insectos y consta de dos moléculas de glucosa unidas entre sí. A pesar de que está aprobada por la agencia norteamericana del medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) para el consumo humano, DeBosch advierte que se requiere más investigación antes de que la trehalosa se apruebe en personas con enfermedad de hígado graso no alcohólico, como parte de un ensayo clínico.
"No se lo recomiendo a mis pacientes todavía --señala DeBosch, que atiende a pacientes en el Hospital Infantil de St. Louis--. Sabemos que los modelos experimentales que recibieron agua con el 3 por ciento de trehalosa perdieron peso y sospechamos que la pérdida de peso fue debida a la pérdida de grasa, pero no podemos estar seguros de que sea el único efecto. Necesitamos más estudios para asegurarnos de que no pierden masa ósea o muscular".

Una proteína del hígado es la implicada en la enfermedad

Mientras tanto, DeBosch aconseja a sus pacientes que eviten los alimentos con fructosa añadida, especialmente las bebidas endulzadas con azúcar. El papel del azúcar de la dieta en la enfermedad de hígado graso no alcohólico se ha implicado en trastornos como la obesidad, la resistencia a la insulina e hipertensión arterial, entre otros marcadores del síndrome metabólico.
Por lo tanto, podría parecer contrario a la intuición tratar una enfermedad que parece ser causada por lo menos en parte por el consumo de azúcar, con más azúcar. Pero el efecto de la trehalosa en el transporte de la fructosa en el hígado da algunas pistas sobre cómo funciona.
En investigaciones anteriores, DeBosch y sus colegas, entre ellos la autora principal, Kelle Moley, profesora de Obstetricia y Ginecología, mostraron que se requiere una proteína en la superficie de las células del hígado llamada GLUT8 para que los modelos experimentales  desarrollen hígado graso en respuesta a una dieta de alto contenido de fructosa.
"Sabíamos que GLUT8 lleva grandes cantidades de fructosa a las células del hígado --dice DeBosch--. Así que buscamos cosas que bloquearan GLUT8. Estábamos interesados en la investigación de trehalosa, ya que se ha estudiado en modelos de enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad priónica o la esclerosis lateral amiotrófica -- enfermedad de Lou Gehrig--".
"En animales de experimentación, la trehalosa parece provocar que las células cerebrales envuelvan por completo proteínas anormales que se acumulan en estas patologías. Nos preguntamos si podría hacer lo mismo para la acumulación de grasa en las células del hígado", añade.
DeBosch y sus colegas mostraron que la trehalosa bloquea el transporte de energía en forma de azúcar a las células del hígado, haciendo que las células se comporten como si se estuvieran muriendo de hambre. Cuando una célula está en un estado de inanición, se puede activar en autofagia, o auto-alimentación, y comienzan a consumir la grasa ya almacenada en la célula. Pero el proceso no es específico de la grasa y puede drenar las células de proteínas, azúcares y otros residuos.
"Parece que estamos secuestrando la propia vía de inanición del hígado usando un azúcar que ya se encuentra en la naturaleza --subraya DeBosch--. Creemos que la autofagia puede activarse cuando la célula está estresada con demasiada grasa o acumulación de proteínas. La célula activa la autofagia en respuesta al estrés o debido a una falta de energía y comienza a devorar las sustancias. Es una limpieza de la casa".
DeBosch espera que otros investigadores puedan dirigir su atención a la trehalosa con el fin de entender exactamente cómo este azúcar secuestra vías de señalización celular. También indica que el potencial de esta estrategia de tratamiento va más allá de las enfermedades neurodegenerativas y metabólicas.
"La autofagia desempeña numerosas funciones en el cuerpo, que van desde el desarrollo saludable a la participación en el cáncer y la autoinmunidad", recuerda DeBosch. "La esperanza es que mediante el estudio de este 'nutracéutico' y sus acciones podamos descubrir y luego aprovechar sus importantes actividades celulares para detener o revertir la enfermedad", augura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario