PUBLICADO EN 'NATURE'
Descubierta la relación entre la ingesta de grasas y la metástasis
Bloquear la proteína CD36 podría ser una terapia eficaz para la prevenir la metástasis. El ácido palmítico tiene una incidencia muy negativa para el desarrollo de los tumores.
Miguel Ramudo. Barcelona | dmredaccion@diariomedico.com | 12/12/2016 00:00
Salvador Aznar Benitah y Glora Pascual, del IRB Barcelona. (Jaume Cosialls)
Una dieta rica en grasas favorece la metástasis en carcinomas orales así como en melanomas y cáncer de mama luminal. Ésta es una de las conclusiones del estudio liderado por el investigador Icrea del Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona) Salvador Aznar Benitah, publicado en la revista Nature, y que ha sido posible gracias a la colaboración con el Instituto de Investigación Valle de Hebrón (VHIR). Además, han logrado identificar las células más predispuestas a generar metástasis, aquellas que presentaban la proteína CD36, relacionada con el metabolismo de lípidos. Aunque se trata de una investigación básica, realizada hasta la fecha sólo en ratones, abre las puertas a nuevos caminos en la lucha contra la metástasis, uno de los principales factores que inciden en la tasa de supervivencia de los pacientes de cáncer.
El objetivo principal del estudio era el de identificar cuáles eran las células que acababan generando metástasis. Una vez identificadas, se buscó qué las hacía diferentes y cómo se regulaban, pensando en desarrollar terapias que eviten su formación y propagación. Gracias a la colaboración con el VHIR, los investigadores del IRB Barcelona pudieron contar con muestras de pacientes que presentaban carcinomas orales, que fueron inoculadas en ratones para estudiar su comportamiento. Así es como llegaron a identificar a la proteína CD36 como un agente crucial en el proceso de la metástasis.
- Las células más predispuestas a generar metástasis son aquellas que presentan la proteína CD36, que está relacionada con el metabolismo de lípidos según este estudio
Se trata de una proteína que regula el metabolismo de las grasas, que ya se sabía que estaba relacionado con los procesos tumorales, en los cuales sus células necesitan una ingente cantidad de energía para desarrollar su actividad.
La función concreta de la proteína CD36 es la de internalizar los ácidos grasos en las células. Desarrollando unos anticuerpos que bloqueaban el canal formado por esta proteína, el equipo de Aznar Beniath comprobó cómo el potencial metastásico se reducía casi a cero.
La siguiente pregunta que se planteó el equipo del IRB Barcelona era saber hasta qué punto la ingesta de grasas podía influir en el desarrollo de metástasis. Primero se experimentó en los ratones con una dieta un 15 por ciento superior en grasas a la de un consumo normal. Se comprobó así cómo, frente al 30 por ciento de ratones que desarrollaban metástasis con una dieta normal, se pasaba a un 80 por ciento en los que seguían la rica en grasas.
Posteriormente se decidió afinar más, tratando un tumor oral durante dos días con ácido palmítico. En este caso la frecuencia alcanzaba el cien por cien. "Sin embargo, hay que reconocer que las grasas son muy complejas. Las hay buenas y las hay malas".
Ahora "falta todavía hacer mucha experimentación para ver cuál es la relación entre este mecanismo de la metástasis y otros ácidos grasos, como puede ser el oleico del aceite de oliva. Pero lo que sí está claro es la negativa incidencia del ácido palmítico, muy presente en nuestra ideta", explica Aznar Beniath.
Menos metástasis
Sabiendo la relevancia de la proteína CD36 en la metástasis, el estudio demostró también que bloqueándola se lograba reducir su incidencia, tanto en ratones inmunodeprimidos como en aquellos con las defensas intactas. Además de sus efectos preventivos, también existe una aplicación para cuando la metástasis ya se ha producido. De esta forma el estudio demostraba cómo se conseguía la eliminación total de éstas en un 20 por ciento de los ratones. Y en aquéllos que no se veían libres, el tamaño de las metástasis se reducía entre un 80 y 90 por ciento.
Sabiendo la relevancia de la proteína CD36 en la metástasis, el estudio demostró también que bloqueándola se lograba reducir su incidencia, tanto en ratones inmunodeprimidos como en aquellos con las defensas intactas. Además de sus efectos preventivos, también existe una aplicación para cuando la metástasis ya se ha producido. De esta forma el estudio demostraba cómo se conseguía la eliminación total de éstas en un 20 por ciento de los ratones. Y en aquéllos que no se veían libres, el tamaño de las metástasis se reducía entre un 80 y 90 por ciento.
- Un aumento de grasas de un 15 por ciento en la dieta de los ratones se tradujo en un mayor riesgo de desarrollar metástasis, que pasó de ser del 30 al 80 por ciento de los animales
Aunque este descubrimiento puede abrir una vía de investigación muy importante en la lucha contra la metástasis, Aznar Benitah advierte de que aun falta mucho camino para acabar con el cáncer.
"Nosotros sólo hemos identificado las células tumorales relacionadas con la metástasis y los mecanismos que las hacen desarrollarse. Pero esto no afecta al tumor principal, que sigue creciendo más o menos igual aunque se bloquee la CD36. Ahora habría que ver si combinando estos anticuerpos con quimioterapia se consigue también que afecten a este tumor primario".
En el estudio ya se desarrollaron unos anticuerpos que bloqueaban la CD36, pero específicos para ratones y su uso en humanos no está aprobado. El siguiente paso consistirá en desarrollar unos anticuerpos humanizados para poder llevar a cabo un estudio clínico que corrobore estos hallazgos. El tiempo de espera para este primer estudio clínico, que se realizará con carcinomas orales, puede llegar a los diez años. "Los resultados del estudio son muy prometedores. Hay que tener en cuenta que los carcinomas orales por sus características suelen ser diagnosticados muy tarde, cuando la metástasis es inminente o ya se ha producido. Esto supone rebajar las probabilidades de supervivencia del 90 al 50 por ciento. Por eso, desarrollar terapias que puedan reducirla será muy beneficioso para este tipo de pacientes", explicaba Coro Bescós, del VHIR.
"Si los resultados de este ensayo son positivos, está previsto ponerse a trabajar de inmediato con los melanomas y cánceres de mama. Se ha comprobado ya en este estudio que responden al mismo mecanismo referente a la proteína CD36", según Aznar Benitah.
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