miércoles, 24 de abril de 2013

La CPF, marcador eficaz en inflamación e infección - DiarioMedico.com

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PROTEÍNA RESISTENTE

La CPF, marcador eficaz en inflamación e infección

La determinación de la calprotectina fecal (CPF) se ha convertido en un marcador con una gran sensibilidad y especificidad para distintas patologías.
Enrique Mezquita. Valencia | dmredaccion@diariomedico.com   |  23/04/2013 17:00

Raquel Simó Jordá
Raquel Simó Jordá, de la Unidad de Gastroenterología Pediátrica del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario Doctor Peset de Valencia. (Enrique Mezquita)

En los últimos años se ha intentado buscar marcadores fiables, sencillos y fáciles de realizar que ayuden a poder diferenciar entre procesos orgánicos y funcionales intestinales. El propósito es obtener objetividad frente a la enfermedad y poder evitar métodos invasivos y costosos. En este contexto, la calprotectina fecal (CPF) aparece como un marcador con grandes posibilidades en la detección de procesos inflamatorios y/o infecciosos.

Según ha explicado Raquel Simó Jordá, de la Unidad de Gastroenterología Pediátrica del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario Doctor Peset, de Valencia, "la CPF es una proteína que se encuentra en el organismo de forma abundante en distintas células del epitelio escamoso, en leucocitos polimorfonucleares, macrófagos y monocitos. También se localiza en plasma y fluidos corporales, así como en las heces (concentración seis veces mayor que la plasmática) en proporción directa al grado de inflamación intestinal", y ha añadido que "representa el 5 por ciento del contenido total proteico de los leucocitos neutrófilos (60 por ciento del componente del citosol) y sus niveles se elevan de 5 a 40 veces en presencia de procesos inflamatorios y/o infecciosos".

Estabilidad
Además, es una proteína resistente a la actividad proteolítica de las enzimas digestivas (a diferencia de otros marcadores fecales), no se modifica ante la inflamación/infección sistémica (mayor sensibilidad y especificidad que otros marcadores serológicos habituales como PCR y VSG) y es estable a temperatura ambiente hasta un máximo de siete días.

Simó, ponente en la XXII Jornada de la Asociación Valenciana de Especialistas en Análisis Clínicos (Aveac), ha señalado que "se determina en una pequeña muestra de heces (<5 100="" 50="" a="" al="" aunque="" corte="" cpf="" cuantitativos="" cuatro="" de="" diversos="" el="" en="" es="" forma="" g="" habitual="" heces="" la="" mayores="" mcg="" mediante="" mejor="" menos="" n="" o="" os="" p="" parece="" pida="" precisi="" punto="" r="" reproducible="" semicuantitativos="" si="" siendo="" test="" y="">
La presencia de cifras de CPF > 50 mcg/g se puede considerar representación directa de la migración de los neutrófilos hacia el tubo digestivo e indirectamente reflejar la actividad inflamatoria de la mucosa intestinal (PCR del intestino).   Por ello, "la CPF es útil para discriminar entre pacientes con y sin enfermedad inflamatoria intestinal (EII)".

Una de las dificultades diagnósticas en pediatría es la posibilidad discernir los casos leves o moderados de procesos inflamatorios intestinales de los que no presentan enfermedad orgánica pero que cursan también con dolor abdominal y diarrea, muy frecuentes en pediatría. La colonoscopia (prueba de elección para el diagnóstico de EII) es una técnica que permite identificar el proceso orgánico del colon, pero es cara, invasiva y no se puede repetir de forma frecuente.

Sensibilidad en niños
Por ello, se ha intentado buscar marcadores biológicos sensibles y específicos para poder diferenciar entre lo funcional y lo orgánico. Según Simó, "los estudios realizados en niños han encontrado que la CPF es un marcador sensible y específico para poder diferenciar entre cuadros funcionales u orgánicos y permite discernir aquellos niños que requieren colonoscopia para su diagnóstico de los que no, con la consiguiente disminución de la carga asistencial -evitando retraso diagnóstico de los casos más graves- y del coste económico".

El punto de corte en pediatría es el mismo que en la edad adulta, a excepción del primer año de vida, momento en que las cifras de CPF alcanzan niveles al menos diez veces superiores a los normales.

La experta concluye que la CPF en la edad pediátrica es de gran utilidad y ayuda a tomar decisiones diagnósticas y terapéuticas, evitando técnicas más invasivas. Sobre todo es útil en niños "con alta sospecha de EII y en los que existan dudas diagnósticas para poder decidir quiénes van a ser subsidiarios de endoscopia o no, pero no sería un marcador recomendado en niños con trastornos funcionales claros, parasitosis intestinales, ingesta de AINE en los quince días previos, intolerancia a proteínas alimentarias y enfermedad celiaca". No obstante, "faltan datos sobre el valor predictivo real en la práctica clínica,  cuál es el mejor test y qué punto de corte aumenta la sensibilidad y especificidad en la EII".

Detección de patología subclínica

La CPF puede ser útil para seleccionar pacientes que deben someterse o no a colonoscopia o gastroscopia y se correlaciona con el grado de actividad clínica, endoscópica e histológica en pacientes con EII. Asimismo, según Raquel Simó, "es capaz de detectar inflamación subclínica y, por tanto, predecir recidivas, y puede servir para monitorizar la respuesta al tratamiento". En este sentido, "los niveles de CPF también están elevados en otros procesos del intestino, como por ejemplo colitis microscópica en pediatría, enfermedad celiaca, carcinoma colorrectal, infecciones gastrointestinales fibrosis quística, artritis reumatoide, etcétera.

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