Semana
Mundial de la Alergia
Las
lluvias incrementan el riesgo de sufrir crisis alérgicas en 800 mil
niños
- El sistema inmunológico de la población infantil responde mejor a la inmunoterapia por lo que es fundamental un diagnóstico precoz
- La SEICAP elabora un listado de recomendaciones para mejorar la calidad de vida de los pacientes
Madrid, 9 de abril de
2013. 800.000 niños con alergia al polen sufrirán más crisis
que otros años esta primavera, debido a la proliferación de
gramíneas y otras plantas con gran potencial alergénico tras las
lluvias del último mes, según estima la Sociedad Española de
Inmunología Clínica y Alergia Pediátrica (SEICAP). Si aparecen
síntomas de rinitis, conjuntivitis, asma o urticaria de manera
persistente, la SEICAP aconseja acudir al alergólogo pediátrico
para el diagnóstico y tratamiento. Éste puede ir destinado a
combatir los síntomas (antihistamínicos) o bien al origen de la
enfermedad, con vacunas subcutáneas o de administración oral
(inmunoterapia sublingual), más cómodas y tolerables para el niño.
Esta semana se celebra la Semana Mundial de la Alergia.
Un invierno con lluvias como
el de este año favorece “que las plantas se desarrollen más y por
tanto liberen más cantidad de polen, siendo este más agresivo en
aquellas zonas con más contaminación. Esto puede provocar que se
agraven los síntomas en los niños alérgicos”, asegura el doctor
Marcel Íbero, presidente de SEICAP. Los alérgicos al polen pueden
serlo a una planta en concreto o a varias y la aparición de los
síntomas se relaciona con la zona geográfica y con el clima. “En
la costa la liberación del polen es más larga y en menos cantidad,
con lo que los síntomas son más duraderos pero de menor intensidad.
En el interior, la liberación es más corta pero en mayor cantidad,
lo que hace que los síntomas sean más severos aunque más cortos”,
señala este alergólogo pediátrico. Durante el
mes de febrero y marzo aparece el polen de ciprés, en marzo y abril
el platano de sombra y la parietaria, y en mayo y junio las
gramíneas, el olivo y el plantago. En las zonas interiores del sur
de la península es muy intensa la del olivo, mientras que en el
norte es más común la del abedul, según SEICAP.
“Hay que
tener claro las plantas a las que el niño tiene alergia y conocer su
época de polinización para contrarrestar en la medida de lo posible
la intensidad de los síntomas”, explica el doctor. Un estudio
suizo publicado en marzo en Pediatric
Allergy Inmunology
advierte
sobre la importancia de un “adecuado diagnóstico de alergia en
aquellos niños con síntomas persistentes o recurrentes ya que
pueden suponer un deterioro para su calidad de vida y la de sus
familias”.
Inmunoterapia
Los síntomas de la rinitis y
rinoconjuntivitis “suelen ponerse de manifiesto en niños a partir
de los 4 o 5 años en época de polinización”, según la doctora
Martínez-Cañavate, coordinadora del grupo de inmunoterapia de
SEICAP. Si son persistentes, es importante acudir a un alergólogo
pediátrico lo antes posible para que le realicen test cutáneos,
análisis de sangre y/o pruebas de provocación que permitan pautar
el tratamiento más adecuado si fuera necesario. Éste puede basarse
en antihistamínicos, que sólo reducen los síntomas, o vacunas
alérgeno específicas. “El sistema inmunológico de los niños
tiene mejor respuesta a la inmunoterapia porque ésta se dirige al
origen de la patología, que aún no está muy desarrollada, lo que
les permite frenar la evolución de la alergia en asma. Puede
consistir en vacunas de administración subcutánea o sublingual, por
vía oral, una terapia que resulta eficaz, y que es más cómoda y
tolerable para ellos”, advierte la doctora.
Uno de los avances
relacionados con la alergia, que será presentado en mayo en el
próximo Congreso de la SEICAP, es el diagnóstico molecular, que
permite mayor precisión. “Con este nuevo avance podemos ver a qué
partes de las moléculas del polen tiene alergia el niño. Así,
sabremos qué paciente tiene indicación de inmunoterapia, si la va a
tolerar y si va a responder bien al tratamiento”, indica.
Cómo frenar los síntomas
La SEICAP ha incluido una
lista de consejos en su web
para evitar los pólenes y tomar precauciones que permitan mejorar su
calidad de vida. Para frenar la aparición de los
síntomas, deben evitarse los lugares en los que hay plantas a las
que sabemos que el niño tiene alergia en la época de polinización.
“También es recomendable no segar y remover la hierba y otros
restos vegetales, usar el tratamiento recetado por el alergólogo
pediátrico con la aparición de los primeros síntomas, llevar las
ventanillas del coche subidas, ventilar las habitaciones media hora
por la mañana temprano y cerrar las ventanas, sobre todo de noche, o
cuidar que determinados alimentos no tengan granos de polen pegados”,
concluye la doctora.
Para más información:
Carlos
Mateos/Rocío Jiménez. COM SALUD.
Tels.:
91223 66 78/ 685 53 68 16
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