Tratan por primera vez en España la tracción vitreomacular sin cirugía

Se ha realizado por primera vez en España una inyección intravítrea de ocriplasmina para tratar la tracción vitreomacular sin necesidad de someter al paciente a la cirugía convencional.

Barcelona. Redacción | 28/01/2014 17:09

Joan Giralt, del Hospital Clínico de Barcelona. (Hospital Clínico de Barcelona)

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Un equipo del Hospital Clínico de Barcelona ha realizado por primera vez en España la inyección intravítrea de ocriplasmina para tratar la tracción vitreomacular, sin necesidad de someter al paciente a la cirugía convencional, según informa un comunicado de este centro.

La operación se realizó con éxito el pasado diciembre del año pasado a un enfermo de riesgo que ya había sido intervenido anteriormente por el mismo trastorno en un ojo y empezaba a presentar síntomas en el otro.

En función de los resultados obtenidos, la inyección intravítrea de ocriplasmina se postula como una nueva alternativa terapéutica mínimamente invasiva para los pacientes con este trastorno, incluidos los casos que tienen asociado un agujero macular.

El Hospital Clínico de Barcelona, a través de Joan Giralt, responsable del Departamento de Retina y Vítreo del Instituto Clínico de Oftalmología, ha sido el primer hospital español en aplicar dicha técnica con éxito a un paciente que presentaba serios riesgos de desarrollar por segunda vez un agujero en la mácula.

Según ha explicado el especialista, a medida que se envejece, el humor vítreo se desprende de la retina de forma natural. En ocasiones no se desprende totalmente y permanece pegado a algunas zonas de la retina, especialmente a la mácula. Estas zonas de adhesión vitreomacular pueden ejercer una fuerza de tracción sobre la mácula, lo que ocasiona la tracción vitreomacular. Con el tiempo, este problema puede desencadenar la formación de un agujero en la mácula con consecuencias visuales muy graves.

Estos pacientes suelen debutar con un cuadro caracterizado por visión distorsionada, agudeza visual disminuida y, en algunos casos, un agujero macular que puede causar la aparición de un punto o zona ciega en el centro del campo visual.

Rápida expansión
Según los datos disponibles que constan en la literatura científica hasta ahora, esta nueva técnica -que se ha comenzado a utilizar en algunos países desde principios del año 2012- resulta especialmente efectiva en aquellos pacientes que presentan síntomas como mala visión, progresión en la enfermedad y tracción focalizada en la mácula. Se calcula que en España existen unos 165.000 afectados por este trastorno.

El fármaco utilizado en la inyección contiene ocriplasmina, una proteína que actúa separando el humor vítreo de la mácula y que puede disminuir los síntomas de la tracción vitreomacular y favorecer el cierre del agujero macular, en el caso de que apareciera.