jueves, 8 de enero de 2015

Morcelación favorecería la diseminación del cáncer uterino

Morcelación favorecería la diseminación del cáncer uterino





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FDA advierte riesgo de diseminación de neoplasias uterinas con algunos procedimientos laparoscópicos

Enero de 2015

Andrés Felipe Valencia Vega, MD.

Un comunicado publicado por la FDA sugiere evitar el uso de morceladores uterinos en mujeres llevadas a histerectomía o miomectomía por laparoscopia.

Estudios recientes sugieren que 1 de cada 350 mujeres llevadas a histerectomía o miomectomía por patologías benignas, presentaban además una lesión cancerosa no diagnosticada ni sintomática, por lo cual la morcelación del tejido uterino en estas pacientes podría favorecer la diseminación a distancia de la neoplasia y comprometer la supervivencia a largo plazo.

El Instituto para la Investigación en Cuidados de Emergencia de Estados Unidos (ECRI, por su sigla en inglés), publicó recientemente en su página web un artículo avalado por la Oficina para la Administración de los Medicamentos y los Alimentos de Estados Unidos (FDA, por su sigla en inglés), en el que se discute la probabilidad de diseminación de algunas neoplasias ginecológicas no diagnosticadas, como consecuencia directa de la morcelación del tejido uterino1.

El 17 de abril de 2014, la FDA sugirió a través de su portal virtual que “el riesgo de diseminación de tejido canceroso no diagnosticado, en mujeres sin evidencia clínica de cáncer, es considerable en las pacientes sometidas a la morcelación uterina como parte de una miomectomía o una histerectomía por laparoscopia”2.

Un morcelador es un dispositivo quirúrgico eléctrico que está compuesto por una cuchilla giratoria, la cual rota a altas velocidades para fragmentar las masas presentes en el interior del útero. Una vez el morcelador extirpa el tejido, éste es aspirado hacia el exterior mediante un sistema de vacío. El uso de esta técnica suele formar parte de esquemas de tratamiento mínimamente invasivos, que serán mencionados a continuación:

Histerectomía y cáncer uterino

La histerectomía, de acuerdo con la extensión del tejido extirpado se clasifica en subtotal, total y radical. La subtotal se caracteriza por la extracción del cuerpo y el fondo uterino, conservando el cuello, mientras que en la total se retira también este último. Por su parte, en la histerectomía radical se extirpan además los ovarios, las trompas de Falopio y los ganglios linfáticos respectivos3.

En las mujeres premenopaúsicas, las principales indicaciones para realizar esta cirugía incluyen la menorragia refractaria al tratamiento médico, la miomatosis uterina severa, ciertos tipos de endometriosis, el cáncer de útero y la adenomiosis, entendiendo esta última como la infiltración de tejido endometrial a través del miometrio.

Los leiomiomas, tumores benignos provenientes del músculo liso, en muchos casos responden satisfactoriamente a manejos conservadores, aunque en otros requieren intervenciones quirúrgicas para controlar los síntomas asociados, generalmente relacionados con dolor y hemorragia ginecológica disfuncional. Cuando las dimensiones y características del mioma lo permiten, la masa puede retirarse aisladamente para conservar el resto de tejido sano, y es en este punto en donde la morcelación juega un papel fundamental3.
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