domingo, 17 de mayo de 2015

Definición y diagnóstico del síndrome de fatiga crónica (SFC) en niños y adolescentes | El síndrome de fatiga crónica (SFC) | CDC

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Definición y diagnóstico del síndrome de fatiga crónica (SFC) en niños y adolescentes



Se pueden usar varias definiciones de caso para diagnosticar el SFC en los adultos. Entre los ejemplos se incluyen la Definición Internacional de Caso del SFC de 1994, la Definición Canadiense de Caso Clínico de SFC/EM, y Criterios de Consenso Internacional para la Encefalomielitis Miálgica (EM). Estas tres definiciones de caso incluyen un criterio en que la persona debe haber tenido fatiga crónica grave durante 6 meses o más. Aunque se ha usado principalmente la Definición Internacional de Caso del SFC de 1994 para diagnosticar esta afección en los adultos, también se usa para diagnosticarla en los niños y los adolescentes. En el 2006, el Grupo de Trabajo para la Definición de Caso Pediátrico de la Asociación Internacional del Síndrome de Fatiga Crónica elaboró una definición de caso específica para los niños y los adolescentes con SFC/EM. Esta definición requiere que la fatiga dure tres meses. Sin embargo, es posible que muchos médicos que tratan a niños y adolescentes no se sientan cómodos dando un diagnóstico final del SFC después de solo 3 meses.
El criterio de 6 meses en las definiciones de caso del SFC no significa que se deba esperar para la evaluación y el tratamiento de los síntomas. La evaluación para descartar otras afecciones debe comenzarse lo antes posible ya que podría haber otras enfermedades o razones que explicaran la fatiga y los síntomas. Existen múltiples afecciones bajo cada sistema corporal. Aquí hay algunos ejemplos: endocrino (p. ej., hipotiroidismo), cardiaco (p. ej., miocarditis), alérgico (p. ej., rinitis o sinusitis alérgica), infecciones (bacterianas, virales o micóticas) y afecciones autoinmunitarias (p. ej., artritis reumatoide, enfermedad celíaca). A veces pueden pasar meses o años para que una enfermedad subyacente se vuelva evidente. Por esta razón, los pacientes podrían beneficiarse al recibir intervención durante la etapa similar a la del SFC en la que la duración de la fatiga y el número de síntomas todavía no han cumplido los criterios de diagnóstico para el SFC.
Los médicos pueden considerar la posibilidad del SFC cuando un niño o un adolescente presenta fatiga y 4 o más de los síntomas concomitantes. Estos síntomas pueden incluir dolores musculares o de articulaciones, dolor de garganta, ganglios cervicales o linfáticos axilares dolorosos con la palpitación, malestar y fatiga después del esfuerzo físico, dolor y problemas de memoria o concentración.
El absentismo escolar y las dificultadas en completar las tareas escolares podrían ser una indicación de problemas cognitivos, los cuales con frecuencia son notificados por los pacientes con el SFC.
Es necesario realizar exámenes y pruebas adicionales antes de poder dar un diagnóstico del SFC. Estos incluyen:
  • Antecedentes médicos detallados, incluida una revisión de medicamentos.
  • Un examen físico y mental completo para excluir las afecciones que pueden presentarse con síntomas similares.
  • Una serie de pruebas de laboratorio para detectar o descartar otras causas posibles de los síntomas que se podrían tratar.
  • Pruebas o consultas adicionales como seguimiento a los resultados de las pruebas de detección iniciales.
Varios factores pueden complicar para los médicos el diagnóstico del SFC en los niños y los adolescentes. Por ejemplo:
  1. Los niños y los adolescentes no siempre pueden describir de manera precisa sus síntomas o cómo se sienten.
  2. No existe una prueba de laboratorio ni un biomarcador para el SFC.
  3. La fatiga y otros síntomas del SFC son comunes en muchas otras enfermedades.
  4. La enfermedad sigue un patrón de remisión y recaída impredecible.
  5. El tipo, la cantidad y la gravedad de los síntomas del SFC varían de una persona a otra.
  6. Es posible que los padres describan los síntomas de sus hijos de manera diferente a como los describiría el niño.
Los médicos deben tener en cuenta que el SFC en los niños puede causar ausentismo escolar, lo cual puede confundirse con fobia escolar. Sin embargo, a diferencia de la fobia escolar, la inactividad debido al SFC persiste durante los fines de semana y durante los feriados, al igual que ocurre durante la semana escolar. Es importante documentar los niveles de actividad de los niños y los síntomas que empeoren después de actividades físicas o mentales. Los cambios relacionados con la participación en los pasatiempos y las actividades sociales pueden ayudar a detectar efectos de la enfermedad en las actividades diarias.

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