DÍA MUNDIAL DE LA MIASTENIA
La inmunoterapia se postula como opción para tratar la miastenia
Los anticuerpos monoclonales podrían ser una buena alternativa para el tratamiento de los pacientes con miastenia grave
Karla Islas Pieck | 02/06/2015 17:41
Isabel Illa, responsable de la Unidad de Patología Neuromuscular del Servicio de Neurología del Hospital de San Pablo, en Barcelona (Jaume Cosialls)
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Los anticuerpos monoclonales podrían ser una buena alternativa para el tratamiento de los pacientes con miastenia grave, por lo que muchos de los estudios que se están realizando actualmente en este campo de la investigación se centran en buscar nuevos candidatos, según ha quedado de manifiesto durante una jornada divulgativa celebrada hoy en el Hospital de San Pablo, de Barcelona, con motivo del Día Mundial de la Miastenia.
Según ha explicado a DIARIO MÉDICO Isabel Illa, responsable de la Unidad de Patología Neuromuscular del Servicio de Neurología del Hospital de San Pablo, en Barcelona, "se trata de una jornada reivindicativa", organizada en colaboración con las organizaciones de pacientes, que pretende divulgar la enfermedad que actualmente está infradiagnosticada, a pesar de es tratable.
La especialista ha comentado que hasta hace poco se consideraba que esta patología autoinmune era más frecuente en gente joven, sin embargo, conforme va mejorando su diagnóstico se ha evidenciado que la incidencia aumenta proporcionalmente a la edad. Actualmente, el 65 por ciento de los enfermos supera los 65 años de edad. Además, según el análisis de una base de datos española con más de mil casos, se ha podido comprobar que a partir de los 50 años de edad se eleva de forma considerable el tiempo hasta el diagnóstico y el pronóstico es peor.
Uno de los factores que obstaculizan el diagnóstico precoz es que muchos de los síntomas iniciales de la miastenia, como la dificultad para hablar y deglutir, así como los trastornos visuales, "se han atribuido a problemas vasculares" vinculados a la edad. "Pero tenemos marcadores diagnósticos que ayudan a detectar la patología", por eso es tan importante la adecuada sospecha por parte de los médicos de familia y otros especialistas que atienden al paciente con esta sintomatología.
Aproximadamente el 80 por ciento de los casos de miastenia grave están asociados con los receptores de la acetilcolina. Del 20 por ciento restante, el marcador principal es la proteína MuSK, que además causa un cuadro clínico "que es bastante desconocido para los médicos". Estos pacientes presentan más crisis respiratorias y más disfagias, pero pueden mover más las extremidades a diferencia de la mayoría. Pero además, este tipo de enfermos suelen responder mal al tratamiento habitual.
Una de las metas de futuro en este campo de la investigación es precisamente la búsqueda de nuevos marcadores, tanto diagnósticos como pronósticos y de respuesta terapéutica para poder indicar de manera más personalizada el tratamiento. Illa ha indicado que, con un tratamiento adecuado, el riesgo de muerte de un enfermo con miastenia grave puede disminuir de un 15-20 por ciento a un 1 por ciento. "El objetivo de la terapia es que los pacientes puedan hacer vida normal".
Según ha explicado a DIARIO MÉDICO Isabel Illa, responsable de la Unidad de Patología Neuromuscular del Servicio de Neurología del Hospital de San Pablo, en Barcelona, "se trata de una jornada reivindicativa", organizada en colaboración con las organizaciones de pacientes, que pretende divulgar la enfermedad que actualmente está infradiagnosticada, a pesar de es tratable.
La especialista ha comentado que hasta hace poco se consideraba que esta patología autoinmune era más frecuente en gente joven, sin embargo, conforme va mejorando su diagnóstico se ha evidenciado que la incidencia aumenta proporcionalmente a la edad. Actualmente, el 65 por ciento de los enfermos supera los 65 años de edad. Además, según el análisis de una base de datos española con más de mil casos, se ha podido comprobar que a partir de los 50 años de edad se eleva de forma considerable el tiempo hasta el diagnóstico y el pronóstico es peor.
Uno de los factores que obstaculizan el diagnóstico precoz es que muchos de los síntomas iniciales de la miastenia, como la dificultad para hablar y deglutir, así como los trastornos visuales, "se han atribuido a problemas vasculares" vinculados a la edad. "Pero tenemos marcadores diagnósticos que ayudan a detectar la patología", por eso es tan importante la adecuada sospecha por parte de los médicos de familia y otros especialistas que atienden al paciente con esta sintomatología.
Aproximadamente el 80 por ciento de los casos de miastenia grave están asociados con los receptores de la acetilcolina. Del 20 por ciento restante, el marcador principal es la proteína MuSK, que además causa un cuadro clínico "que es bastante desconocido para los médicos". Estos pacientes presentan más crisis respiratorias y más disfagias, pero pueden mover más las extremidades a diferencia de la mayoría. Pero además, este tipo de enfermos suelen responder mal al tratamiento habitual.
Una de las metas de futuro en este campo de la investigación es precisamente la búsqueda de nuevos marcadores, tanto diagnósticos como pronósticos y de respuesta terapéutica para poder indicar de manera más personalizada el tratamiento. Illa ha indicado que, con un tratamiento adecuado, el riesgo de muerte de un enfermo con miastenia grave puede disminuir de un 15-20 por ciento a un 1 por ciento. "El objetivo de la terapia es que los pacientes puedan hacer vida normal".
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