Inhibir la inflamación relacionada con la edad mantiene la flora intestinal saludable y extiende la vida útil
24/02/2016 - E.P.
A nivel gastrointestinal, las inflamaciones relacionadas con la edad conllevan a la metaplasia
Una investigación del Instituto Buck, en Estados Unidos, utilizó la mosca de la frutaDrosophila para estudiar el origen de las metaplasias -una disfunción de los tejidos-- e identificar la manera de revertir o retrasarlas. Publicado en Cell Host & Microbe , el trabajo muestra que las inflamaciones relacionadas con la edad llevan a la metaplasia en el equivalente de la mosca al estómago.
Esta metaplasia gástrica provoca cambios en la distribución regional de la microbiota, la totalidad de especies de bacterias intestinales, lo que genera patologías intestinales relacionadas con la edad y una vida útil más corta. Sorprendentemente, el estudio muestra que los efectos son reversibles: mediante el uso de herramientas genéticas para reducir la señalización inflamatoria en la región gástrica del intestino, los científicos impidieron la metaplasia, mantuvieron una población comensal saludable y extendieron la vida útil de las moscas hasta en un 18 por ciento.
El envejecimiento se asocia con una amplia gama de disfunciones de los tejidos, entre las cuales están las metaplasias, trastornos en los que un tipo de tejido es sustituido por otro, causando una desregulación de funciones de los tejidos regionales. Las metaplasias en el tracto gastrointestinal son enfermedades comunes que se han asociado con el cáncer y otras patologías.
El autor principal y científico de Buck Heinrich Jasper, señala que los resultados tienen implicaciones para la enfermedad humana y agrega que la metaplasia es el primer paso en el desarrollo de esófago de Barrett, en el cual las células del esófago adquieren las características del estómago y que algunas formas de cáncer de colon comienzan con metaplasia.
"No entendíamos muy bien los procesos celulares que subyacen a estas enfermedades hasta ahora --afirma Jasper--. Lo que este estudio muestra es que la inflamación crónica relacionada con la edad puede liderar una predisposición natural a la metaplasia. En la mosca, esta metaplasia causa un desequilibrio o disbiosis de la microbiota, resultando en patologías que incluyen la desregulación de células madre a lo largo del tracto gastrointestinal".
Los investigadores vieron que la metaplasia relacionada con la edad se inicia por la activación crónica de una respuesta inflamatoria bien caracterizada de la vía de señalización JAK/STAT. La activación de esta vía está implicada en la inflamación relacionada con la edad y su activación crónica interrumpe la composición celular normal y la actividad de la región de este insecto similar al estómago en el intestino medio.
La inhibición de una vía de señalización dio mayor longevidad
Cuando se inhibió la señalización JAK/STAT en esta región en concreto, las moscas vivieron más tiempo. "Es interesante que estas moscas también vivieron más tiempo cuando las cultivaron en una condición libre de gérmenes --afirma Li Hongjie, estudiante graduado en el laboratorio de Jasper--. Esto indica que la actividad en la región gástrica contribuye a la homeostasis del intestino además de su papel en el control de la microbiota intestinal".
Además de identificar la metaplasia, los investigadores caracterizaron los cambios en la microbiota mosca que siguieron a la pérdida de células productoras de ácido de cobre en la región gástrica. Curiosamente, vieron que la región celular de cobre parece servir como un "tamiz" para controlar la distribución regional de las bacterias intestinales.
También detectaron que la metaplasia relacionada con la edad resultó en cambios en esta distribución y en la composición global de la microbiota comensal. Jasper considera que estos hallazgos ofrecen otra ruta potencial para futuros tratamientos.
"Tal vez sea posible prevenir o retrasar estos cambios relacionados con la edad en el intestino mediante la alteración de la composición de la microbiota", plantea, añadiendo una nota de advertencia de que es demasiado pronto para recomendar el uso de probióticos para mitigar el impacto del envejecimiento en el tracto gastrointestinal humano.
"Todavía no sabemos qué bacterias son beneficiosas y actualmente no hay manera de garantizar que las bacterias específicas sobrevivan al proceso digestivo y lleguen al lugar en el intestino donde serían necesarias", agrega este experto.
Ahora que el equipo de Jasper ha identificado los diferentes cambios relacionados con la edad en la microbiota en todo el tracto intestinal, dice que el siguiente paso de la investigación implicará probar diversas intervenciones bacterianas para ver cómo afectan a la salud intestinal y la longevidad de los animales.
"Hacer este tipo de investigación en seres humanos requeriría biopsias y nadie las recomendaría -subraya--. Sería posible hacer la investigación en ratones, pero que costoso y requiere mucho tiempo. Hacer este tipo de análisis específico del sitio se puede lograr con bastante facilidad en el intestino de la mosca destacando el valor de la investigación básica".
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