Descubren el mecanismo de acción del dimetilfumarato
Utilizado en el tratamiento de la esclerosis múltiple, hasta ahora se desconocía cómo ejerce su acción terapéutica.
Utilizando una nueva tecnología desarrollada para identificar las dianas de diferentes fármacos, investigadores del Instituto de Investigación Scripps han descubierto el mecanismo por el que el dimetilfumarato (DMF) ejerce su acción biológica. A pesar de su relativamente reciente aprobación por las autoridades sanitarias estadounidenses, el DMF no es en modo alguno un fármaco nuevo ni tecnológicamente avanzado. Se trata de un compuesto orgánico usado históricamente para prevenir la formación de moho en las partes blandas de algunos muebles, hasta su prohibición en 2009 por el riesgo de reacciones alérgicas cutáneas severas. En 2012 dos grandes ensayos clínicos demostraron que el DMF era dos veces más eficaz que las terapias estándar del momento en la prevención de brotes en la esclerosis múltiple.
Hasta ahora se creía que el beneficio derivaba de la activación de la proteína Nrf2, la cual protege el cerebro del daño autoinmune organizando una potente respuesta anti-oxidante. A fin de determinar cómo actúa el DMF sobre los linfocitos T, los autores han utilizado un método que identifica la interacción covalente entre el fármaco y los residuos de cisteína de sus dianas moleculares. De este modo se constató que el DMF interacciona con hasta 50 proteínas, entre las que se incluyen enzimas y reguladores de la actividad génica, como los miembros de la vía de señalización NF-kappaB.
Entre las diferentes dianas identificadas, destaca la proteína quinasa C theta, un enzima que controla la función de la molécula co-estimulatoria CD28 en los linfocitos T.
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