lunes, 11 de septiembre de 2017

Inmunoterapia, opción prometedora en cáncer de pulmón localmente avanzado - DiarioMedico.com

Inmunoterapia, opción prometedora en cáncer de pulmón localmente avanzado - DiarioMedico.com





ESMO 2017

Inmunoterapia, opción prometedora en cáncer de pulmón localmente avanzado

El cáncer de pulmón protagoniza esta jornada en ESMO, donde se ha constatado que la inmunoterapia se hace hueco también en la enfermedad inoperable y no metastásica.
S. Moreno   |  09/09/2017 12:21
 
 

Suresh Ramalingam, Enriqueta Felip, Virginie Westeel, Stefan Zimmermann y Luis Paz-Ares, en ESMO 2017
Suresh Ramalingam, Enriqueta Felip, Virginie Westeel, Stefan Zimmermann y Luis Paz-Ares, en ESMO 2017. (ESMO/A. Iglesias)
Los pacientes con cáncer de pulmón no microcítico localmente avanzado e irresecable que han recibido un tratamiento de quimioterapia (QT) y radioterapia (RT) y se mantienen estables pueden beneficiarse de la administración del inmunoncológico durvalumab, según se desprende del estudio Pacific, que se presenta en el congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO 2017), en Madrid.
Luis Paz-Ares, jefe del Servicio de Oncología del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, y el investigador que presenta el estudio en sesión plenaria, ha expuesto que añadir durvalumab al tratamiento estándar (QT y RT) mejora la supervivencia libre de progresión (SLP) en más de once meses en comparación con el placebo en este grupo de pacientes. Además, los pacientes tratados con duvarlumab presentaron menos metástasis.
El especialista ha recordado que en torno al 25 por ciento de los enfermos con cáncer de pulmón no microcítico se diagnostican en este estadio inoperable y que los tratamientos estándar alcanzan una supervivencia libre de progresión de unos ocho meses. El 15 por ciento sobrevive tras el diagnóstico.
El estudio que se presenta ahora, coincidiendo con su publicación en The New England, es el primero en fase III que evalúa la respuesta de un inhibidor del punto de control o checkpoint del sistema inmune y supone un avance más en la consolidación de la inmunoterapia como estrategia contra el cáncer. En concreto, durvalumab es un anticuerpo monoclonal dirigido a PD-L1, vía a través de la cual bloquea PD-1 y CD80.
El trabajo se está llevando a cabo en 235 hospitales de 26 países e incluye a 713 pacientes que reciben aleatoriamente bien durvalumab cada dos semanas o bien placebo, durante un periodo de doce meses.
Los datos del estudio Pacific indican, ha destacado Paz-Ares, que "durvalumab prolonga el periodo durante el cual la enfermedad está controlada con unos efectos adversos razonables. Además, ofrece esperanza para aumentar el porcentaje de curación en esta condición clínica, pero se necesita un seguimiento más maduro para evaluar su impacto en la supervivencia".

Seguimiento con TC

En sesión la sesión presidencial también se presentan los resultados de un trabajo académico, independiente, que evalúa el papel de la TC en el seguimiento de los pacientes operados por un cáncer de pulmón, en cualquier estadio. Virginie Westeel, del Hospital Universitario Regional Jean Minjoz Besançon, en Francia, ha expuesto los datos no concluyentes del estudio, realizado sobre 1.775 pacientes a los que se asignaron de forma aleatoria un seguimiento con examen clínico y radiografía de tórax o bien con TC y broncoscopia.
El estudio IFCT-0302 no arroja diferencias en cuanto a la supervivencia global, con una mediana de seguimiento de ocho años y diez meses. No obstante, Westeel ha aludido que el seguimiento con TC puede tener cierto beneficio en un subgrupo de pacientes que no recidivan para diagnosticar otros tumores primarios.

Mutación en EGFR

Por otra parte, el estudio Flaura sugiere que administrar osimertinib reduce el riesgo de recaída en un 54 por ciento cuando se compara con la terapia convencional de primera línea en pacientes con cáncer de pulmón no microcítico con mutación en el gen EGFR. El tratamiento con fármacos dirigidos a EGFR, tales como erlotinib, gefitinib y afatinib, acaba desarrollando resistencias en los pacientes, achacables a la mutación T790M en un 60 por ciento de los casos.
"Nuestra hipótesis era que un fármaco que actúa sobre las mutaciones de sensibilización de EGFR y la mutación T790M asociada a resistencia al tratamiento arrojaría mejores resultados", ha dicho el autor del estudio Suresh Ramalingam, catedrático de la Universidad de Emory, en Atlanta.
El trabajo ha comparado en primera línea en estos pacientes con mutación de EGFR, independientemente de la mutación de resistencia, el fármaco osirmetinib frente a los fármacos habitualmente empleados (erlotinib, gefitinib). Osirmetinib prolonga el tiempo hasta la progresión de la enfermedad en nueves meses.

Valoración independiente

Enriqueta Felip, jefe del Programa Clínico de Tumores Torácicos del Hospital Valle de Hebrón Instituto de Oncología, de Barcelona (VHIO), ha comentado como investigadora independiente sobre el estudio Flaura que estos resultados avalan a osimertinib como "uno de los tratamientos que pueden ofrecerse en primera línea a los pacientes con mutaciones en EGFR; además, será interesante tener datos más firmes sobre la tendencia a una mayor supervivencia que parece arrojar el estudio sobre el fármaco".
También espera con interés los datos supervivencia que arrojen el seguimiento de los enfermos del estudio Pacific, del que Felip ha reseñado como "el primero en demostrar un beneficio de la terapia de mantenimiento en los pacientes con tumor avanzado inoperable".

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