La manipulación de un gen, eje central para el abordaje de la obesidad y del hígado graso

Los investigadores han hecho pruebas para poder administrar el fármaco por vía oral.

María R. Lagoa. Vigo | dmredaccion@diariomedico.com | 22/06/2015 00:00

El área de Metabolismo Molecular del Centro Singular de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas (Cimus) del Campus de Excelencia Internacional de la Universidad de Santiago ha dado con un gen que puede ser clave para el abordaje de la obesidad. Una investigación que comenzó por motivos académicos, según ha revelado Rubén Nogueiras Pozo, miembro de este grupo, terminó con un descubrimiento importante: en ratones, la deficiencia de este gen produce hígado graso y la sobreexpresión del mismo es un factor beneficioso.

Nogueiras no facilita el nombre del gen pues están en marcha los trámites de solicitud de patente. Explica que es un gen con funciones biológicas diversas y que en el Laboratorio de Metabolismo Molecular del Cimus comprobaron que podía tener un papel en la reducción de la obesidad. "En hígado de ratones modificados genéticamente comprobamos que cuando no tenían este gen desarrollaban hígado graso. Manipulamos genéticamente el hígado inhibiendo y sobreexpresando el gen y observamos lo mismo", aclara.

El fármaco derivado de la manipulación del gen mejora el hígado graso en ratones obesos cuando se administra durante un tiempo aproximado de dos meses.

Tiempo terapéutico
El siguiente paso fue utilizar un fármaco que activa el gen y que tiene uso clínico para el tratamiento de varias enfermedades hepáticas. "Estamos investigando qué validez puede tener un reposicionamiento de este fármaco para abordar el hígado graso".

Las primeras experiencias han resultado satisfactorias. "Tratar con este fármaco durante un tiempo aproximado de dos meses mejora el hígado graso en ratones obesos".

Los investigadores han hecho pruebas también para poder administrar el fármaco por vía oral, mezclándolo con otro compuesto que aumenta su biodisponibilidad.
La investigación comienza ahora una etapa trascendental para llevar sus hallazgos a la práctica clínica. "Vamos a administrar el fármaco en células que provienen de hígados humanos para comprobar si es posible una implantación clínica".