Radioterapia, actor vital en el control oncológico

La radioterapia potencia los efectos de otros tratamientos contra el cáncer, lo que refuerza la eficacia.

Raquel Serrano. Madrid | raquelserrano@unidadeditorial.es | 01/06/2015 00:00

Pedro Lara,Leoncio Arribas,Virginia Ruiz y José López Torrecilla

Pedro Lara, vicepresidente de la SEOR; Leoncio Arribas, presidente del Comité Organizador del congreso; Virginia Ruiz, responsable de contenido web de la SEOR, y José López Torrecilla, presidente de la SEOR. (Lenda)

VISTA:

Investigación básica y clínica se aúnan en torno al uso de la radioterapia en oncología con un claro objetivo: tratamiento preciso y personalizado contra el cáncer, lema, precisamente, del XVIII Congreso de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) que comienza esta semana en Valencia, del 4 al 6 de junio, y cuyas líneas maestras han presentado en Madrid José López Torrecilla y Pedro Lara, presidente y vicepresidente, respectivamente, de la SEOR, junto con Leoncio Arribas, presidente del comité organizador, y Virginia Ruiz, responsable de contenidos web de SEOR.

Eficacia, individualización y menor presencia de efectos tóxicos son ya habituales en los tratamientos de radioterapia, pero los profesionales siguen insistiendo en alcanzar la perfección, para lo cual hay que estudiar más a fondo "el papel de la radioterapia como potenciador del efecto de la inmunoterapia y de otras terapias sistémicas, asentar los nuevos descubrimientos radiobiológicos sobre la actuación de la radiación en esquemas terapéuticos con dosis elevadas o predecir de forma exacta la respuesta a la radiación, sin olvidar el imparable avance en tratamientos curativos y paliativos, innovaciones, todas ellas, que podrían ser una realidad en todos los hospitales españoles en los próximos años", considera López Torrecilla.

Asociaciones exitosas
El efecto potenciador de la radioterapia sobre fármacos inmunoterápicos, en la hipertermia e incluso en la quimioterapia habitual, constituye, según Lara, una estrategia basada en asociaciones. Así, la hipertermia, proceso por el que el tejido tumoral se calienta por encima de los 43 grados, "incrementa la eficacia de la radioterapia, ya que cada dosis de radiación que se aplica es el doble de efectiva, según estudios de evidencia 1.

Otra combinación positiva es asociar fármacos basados en inmunoterapia, como ipilimumab, entre otros, y diversos anticuerpos monoclonales, con radioterapia tecnológicamente avanzada. "El sistema inmune actúa como un aliado. En cánceres como el melanoma, la efectividad es un hecho, y más recientemente en renal y en pulmón se ha producido un cambio fundamental. La estrategia aquí es, básicamente, inhibir al inhibidor del sistema inmune". Las estrategias que aprovechan la sinergia de las distintas terapias son también esperanzadoras en el caso de la radioterapia más ciertos tratamientos sistémicos con quimio.

Cronificación
A pesar de que realizar una estimación del incremento global de la supervivencia con la asociación de estos tratamientos no es aún posible, Lara indica que "existen datos contundentes sobre la utilidad de combinar radioterapia de alta tecnología con inmunoterapia en el caso del melanoma. De un 5 por ciento de respuesta terapéutica se ha pasado a un 50 por ciento con este tipo de estrategias". Matiza que alude a respuesta y no a supervivencia pero, a su juicio, "en enfermedad metastásica u oligometastásica, los tratamientos radioterápicos pueden cronificar la enfermedad durante largos periodos de tiempo, junto con las terapias sistémicas de oncología médica".

Arribas también ha señalado que otro de los actuales puntos de interés es determinar por qué la respuesta a las terapias de radiación es mayor o menor, en función del enfermo, lo que entraría en el terreno de la radiobiología molecular, y determinar con exactitud la sensibilidad individual a mayores dosis.

La necesidad de unidades de protones

Entre 2.000 y 3.000 pacientes con cáncer, la mayoría niños, se beneficiarían en España de la radioterapia con protones, una nueva tecnología con gran desarrollo en la mayor parte de los países de la UE, excepto en España. No obstante, y según López Torrecilla, la SEOR trabaja para que en un plazo corto de tiempo existan una o dos unidades en territorio español.

Se calcula que en España el número adecuado por población sería de cinco unidades de protones, "terapia que será estándar en los próximos años por la creciente evidencia científica".