NUTRICIÓN
El verano, la mejor época para fomentar la dieta mediterránea
JANO.es · 17 julio 2015 12:56
La SEEN recuerda que a ello contribuyen la ingesta de alimentos menos calóricos y el hecho de que las preparaciones sean más sencillas.
El verano es la mejor época del año para poner en práctica la dieta mediterránea, utilizando alimentos frescos de temporada, según ha recordado la doctora del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Severo Ochoa y miembro del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), Dolores del Olmo.
La dieta mediterránea está formada por frutas, verduras, pan, alimentos procedentes de cereales y legumbres que se deben consumir diariamente, el aceite de oliva como principal grasa de adición y pescados y huevos que sustituyen el consumo de carnes rojas y procesadas. La Dra. Del Olmo ha afirmado que, aunque esta alimentación es ideal para la época estival, "estos hábitos de alimentación deben mantenerse a lo largo del año y, por lo tanto, cuando se habla de alimentación del verano en términos cuantitativos, no debe diferir de la del resto de épocas del año".
Este tipo de dieta permite prevenir enfermedades cardiovasculares, la diabetes o el cáncer, y proporciona un aporte calórico saludable. Además, Del Olmo subraya que, "desde hace décadas, pero sobre todo a partir del estudio PREDIMED, la comunidad científica acepta como válidos los patrones de alimentación que difieren del típico 15-30-55 (proteínas, grasa, hidratos de carbono), permitiendo ingestas de grasa que superen el 35% del valor calórico total, siempre y cuando la fuente de los lípidos sea mayoritariamente el aceite de oliva".
Otros cambios que se producen en verano respecto a la alimentación es la ingesta de alimentos menos calóricos y preparaciones más sencillas. del Olmo ha afirmado que "esta forma de cocinar se asocia además a beneficios nutritivos. Tomar las verduras crudas, por ejemplo, es la mejor forma de aprovechar todas sus vitaminas y minerales". También se recomienda poner en práctica técnicas culinarias como la plancha y el asado para reducir el aporte calórico de los platos con altos niveles de proteínas.
En cada estación del año se debe cambiar la alimentación para incluir en la dieta alimentos de temporada, es decir, aquellos cultivados en su ciclo natural y en los que no se han utilizado procesos que aceleren ni fuercen su crecimiento o maduración. Según del Olmo, la composición nutricional de los alimentos de temporada es distinta y "se sabe que factores como el clima, las condiciones de cultivo, el estado de maduración y el tiempo que el alimento permanece almacenado pueden modificar su composición nutricional".
Por otro lado, los productos de temporada también suelen ser más baratos, ya que "durante un período concreto del año, su disponibilidad en las tiendas es mayor, por lo que al aumentar la oferta, el precio desciende. Y no solo son más económicos a nivel individual, sino también a nivel mundial, ya que su consumo se asocia a un menor impacto ambiental. Al consumir productos de temporada se facilita que éstos provengan de la actividad agrícola local".
Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) recomiendan escoger alimentos frescos de temporada y de cultivo próximo. Para conocer cuáles son los alimentos de temporada en las diferentes épocas del año, tanto el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad como el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente disponen de varios recursos divulgativos sobre este tema.
La Dra. Del Olmo alerta, asimismo, de que al consumir productos locales, aquellos consumidos a distancias cortas y razonables del lugar de producción, hay que asegurarse de que son de temporada. "No siempre los productos locales generan menos impacto que los cultivados a mucha distancia. La presión por proveer frutas y verduras fuera de temporada obliga a los países con climas fríos a utilizar invernaderos. Esto puede requerir más energía que el transporte desde zonas con un clima más cálido", ha señalado.
La dieta mediterránea está formada por frutas, verduras, pan, alimentos procedentes de cereales y legumbres que se deben consumir diariamente, el aceite de oliva como principal grasa de adición y pescados y huevos que sustituyen el consumo de carnes rojas y procesadas. La Dra. Del Olmo ha afirmado que, aunque esta alimentación es ideal para la época estival, "estos hábitos de alimentación deben mantenerse a lo largo del año y, por lo tanto, cuando se habla de alimentación del verano en términos cuantitativos, no debe diferir de la del resto de épocas del año".
Este tipo de dieta permite prevenir enfermedades cardiovasculares, la diabetes o el cáncer, y proporciona un aporte calórico saludable. Además, Del Olmo subraya que, "desde hace décadas, pero sobre todo a partir del estudio PREDIMED, la comunidad científica acepta como válidos los patrones de alimentación que difieren del típico 15-30-55 (proteínas, grasa, hidratos de carbono), permitiendo ingestas de grasa que superen el 35% del valor calórico total, siempre y cuando la fuente de los lípidos sea mayoritariamente el aceite de oliva".
Otros cambios que se producen en verano respecto a la alimentación es la ingesta de alimentos menos calóricos y preparaciones más sencillas. del Olmo ha afirmado que "esta forma de cocinar se asocia además a beneficios nutritivos. Tomar las verduras crudas, por ejemplo, es la mejor forma de aprovechar todas sus vitaminas y minerales". También se recomienda poner en práctica técnicas culinarias como la plancha y el asado para reducir el aporte calórico de los platos con altos niveles de proteínas.
En cada estación del año se debe cambiar la alimentación para incluir en la dieta alimentos de temporada, es decir, aquellos cultivados en su ciclo natural y en los que no se han utilizado procesos que aceleren ni fuercen su crecimiento o maduración. Según del Olmo, la composición nutricional de los alimentos de temporada es distinta y "se sabe que factores como el clima, las condiciones de cultivo, el estado de maduración y el tiempo que el alimento permanece almacenado pueden modificar su composición nutricional".
Por otro lado, los productos de temporada también suelen ser más baratos, ya que "durante un período concreto del año, su disponibilidad en las tiendas es mayor, por lo que al aumentar la oferta, el precio desciende. Y no solo son más económicos a nivel individual, sino también a nivel mundial, ya que su consumo se asocia a un menor impacto ambiental. Al consumir productos de temporada se facilita que éstos provengan de la actividad agrícola local".
Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) recomiendan escoger alimentos frescos de temporada y de cultivo próximo. Para conocer cuáles son los alimentos de temporada en las diferentes épocas del año, tanto el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad como el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente disponen de varios recursos divulgativos sobre este tema.
La Dra. Del Olmo alerta, asimismo, de que al consumir productos locales, aquellos consumidos a distancias cortas y razonables del lugar de producción, hay que asegurarse de que son de temporada. "No siempre los productos locales generan menos impacto que los cultivados a mucha distancia. La presión por proveer frutas y verduras fuera de temporada obliga a los países con climas fríos a utilizar invernaderos. Esto puede requerir más energía que el transporte desde zonas con un clima más cálido", ha señalado.
Noticias relacionadas
14 May 2015 - Actualidad
Dieta mediterránea y ejercicio, claves para el control de la hipertensión
En España, sólo una de cada cuatro personas hipertensas alcanza los objetivos de control de la HTA, según muestra un estudio epidemiológico multicéntrico realizado a nivel nacional en 2014.
12 May 2015 - Actualidad
La dieta mediterránea favorece la prevención del deterioro cognitivo
Las personas que siguen esta dieta y la complementan con aceite de oliva virgen extra o frutos secos presentan una mejor función cognitiva que las personas asignadas a la dieta control, según un estudio derivado del ensayo PREDIMED.
27 Abr 2015 - Actualidad
La dieta mediterránea conlleva un aumento del 10% del colesterol HDL
Así lo constata un estudio del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares y el Instituto Aragonés de Ciencias de la Saluds obre los hábitos dietéticos de 1.290 individuos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario