lunes, 27 de julio de 2015

Los efectos de los retardantes de llama persisten diez años tras los incendios / Noticias / SINC

Los efectos de los retardantes de llama persisten diez años tras los incendios / Noticias / SINC

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Los efectos de los retardantes de llama persisten diez años tras los incendios





Los retardantes de llama son productos que se utilizan para la extinción de los incendios porque potencian los efectos del agua. Comenzaron a emplearse en EE UU en los años 30 y tienen un uso cada vez más generalizado en todo el mundo. Tras analizar el impactos de tres de los retardantes más utilizados en España en los suelos y las plantas de Galicia, investigadores españoles revelan que sus efectos se mantienen a largo plazo.



SINC |  | 27 julio 2015 13:30





Paisaje quemado y los equipos de extinción en la zona de Pontevedra. / Contando Estrelas





Galicia es una de las regiones españolas que más afectada se ve por los incendios forestales durante el verano. Para combatirlos, se utilizan principlamente tres retardantes de llama: polifosfato amónico, agente espumante y polímero de acrilamida.
Los retardantes influyen en parámetros como la calidad y fertilidad del suelo o en el contenido en minerales de especies vegetales
Ahora, investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), publica en Science of The Total Environment los resultados del impacto de estos productos en los ecosistemas gallegos tras diez años de lucha contra el fuego.
El estudio, que se inició en el 2002, es el más exhaustivo y a más largo plazo a nivel mundial acerca de las consecuencias que tienen estos productos sobre el suelo y las plantas.
Los resultados revelan que el efecto de los retardantes se mantiene a largo plazo, influyendo en parámetros como la calidad y fertilidad del suelo o en el contenido en minerales de especies vegetales, entre las que figuran determinados tipos de tojos, pinos y brezos.
Una quema experimental
Para llegar a estas conclusiones, los científicos del CSIC utilizaron como zona de estudio Tomiño (Pontevedra), donde se extinguió una quema experimental en 2003 con polifosfato amónico, agente espumante y polímero de acrilamida.
Según los investigadores, para la prueba se tomaron las debidas precauciones ambientales, seleccionando un área de bajo interés ecológico, quemando solo la superficie imprescindible –unas 20 parcelas de 500 m2 en total– y evitando la temporada de cría de la fauna silvestre.
Tras la quema, se recogieron periódicamente más de 140 muestras de suelos y otras 200 de seis especies vegetales
Tras la quema, se recogieron periódicamente más de 140 muestras de suelos y otras 200 de seis especies vegetales (Pinus pinasterErica umbellataGenista triacanthosPterospatum tridentatumUlex micranthus,Ulex europaeus) que, posteriormente, se analizaron en los laboratorios del CSIC.
Evolución de su impacto tras uno, cinco y diez años
En 2002 el grupo de Bioquímica y Calidad de Suelos del CSIC diseñó una investigación para estudiar a corto, medio y largo plazo los efectos de los retardantes de llama tanto en el suelo como en los nutrientes de las plantas y en la regeneración y crecimiento del matorral y pinos en una zona de Galicia.
Desde ese año, los investigadores iniciaron el trabajo, que se ha desarrollado en este tiempo en el marco de dos proyectos de investigación. “Sabíamos que los incendios forestales tienen efectos sobre las características físicoquímicas del suelo, la materia orgánica y los nutrientes, los microorganismos y la vegetación”, explica Serafín González Prieto, científico del CSIC.
“A raíz del empleo frecuente de los retardantes en la extinción, se hizo necesario, además, conocer con el mayor detalle posible y a diferentes intervalos de tiempo su toxicidad e impacto ecológico”, señala González.
 “El espumante era el retardante que menos impacto tenía en el suelo y la vegetación", dice el experto
El polifosfato amónico, tóxico para la germinación de las plantas
A corto plazo, los científicos observaron que el polifosfato amónico aumentaba la concentración de fósforo y amonio hasta niveles tóxicos para la germinación de las plantas.
En el medio plazo, cinco años después de iniciarse el estudio, “el espumante era el retardante que menos impacto tenía en el suelo y la vegetación, el polímero de acrilamida provocaba una mayor mortandad en pinos y el polifosfato amónico tenía efectos fertilizantes en el suelo y efectos negativos sobre las especies de matorral”, indica el experto.
Con la publicación del último artículo en Science of The Total Environment, los científicos dan por concluido, por el momento, la investigación iniciada en 2002.
“Ahora ya conocemos los efectos de estos productos a largo plazo, donde cabe destacar que su impacto persiste en el polifosfato amónico y no es muy destacable en el caso del espumante y el polímero de acrilamida”, concluye Serafín González.
Referencias bibliográficas:
Fernández Fernández, M.; Gómez Reu, MX.; González Prieto, SJ. 2015. “Effects of fire and three fire-fighting chemicals on main soil properties, plant nutrient content and vegetation growth and cover after 10 years”.Science of the Total Environment, 515-516: 92-100.
Couto Vázquez, A.; García Marco, S.; González Prieto, SJ. 2011. “Long-term effects of fire and three firefighting chemicals on a soil-plant system”. International Journal of Wildland Fire, 20, 856-865.
García Marco, S.; González Prieto, SJ. 2008. “Short- and medium-term effects of fire and fire-fighting chemicals on soil micronutrient availability”. Science of the Total Environment, 407: 297-303.

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