Los falsos positivos en el mamograma siguen implicando riesgo
El riesgo de desarrollar cáncer de mama sigue siendo más elevado hasta 10 años después de la prueba.
Un equipo dirigido por la radióloga Louise M. Henderson, de la Universidad de Carolina del Norte, ha analizado los resultados de 2,2 millones de mamogramas realizados desde el año 1994 y los ha comparado con la incidencia del cáncer de mama a lo largo de un período de 10 años. Tras eliminar del análisis la influencia de factores de riesgo conocidos, se constató que las mujeres sometidas a una segunda prueba de imagen por un falso positivo en el mamograma presentan un riesgo un 39% mayor de sufrir cáncer de mama con posterioridad.
En el caso de que la segunda prueba tras el mamograma hubiera sido una biopsia, el riesgo aumenta hasta el 76%, en comparación con las mujeres con mamograma verdaderamente negativo. En un comentario sobre el estudio, la Dra. Henderson sugiere que el mamogramafalso positivo contiene una evidencia que es interpretada por el radiólogo como sospechosa y que precisamente ese patrón anormal, aunque no canceroso, podría ser un marcador radiológico de riesgo futuro.
A pesar de la magnitud de la elevación del riesgo, Henderson indica que, en términos absolutos, el riesgo derivado de un mamograma falso positivo sigue siendo modesto y que el principal valor del estudio es su contribución a una mejor definición de los marcadores de riesgo.
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