lunes, 1 de febrero de 2016

"CRISPR es la bomba, y eso que aún no está optimizada" - DiarioMedico.com

"CRISPR es la bomba, y eso que aún no está optimizada" - DiarioMedico.com





EDICIÓN GENÓMICA

"CRISPR es la bomba, y eso que aún no está optimizada"

Francis Mojica, pionero y padre de la técnica de edición genómica, busca llevar más allá su trabajo básico con bacterias, pensando en aplicaciones clínicas
José A. Plaza. Madrid | japlaza@unidadeditorial.es   |  01/02/2016 00:00

Francis Mojica
El investigador Francis Mojica, padre de la técnica Crispr, en su despacho de la Universidad de Alicante. (Universidad de Alicante)
A mediados de los años 90, el microbiólogo español Francisco Mojica descubrió y comenzó a investigar en las salinas de su Alicante natal ciertas bacterias y arqueas con secuencias genéticas cuya función aún era desconocida. Su publicación del hallazgo, hecha en 2005 en una revista menor, es ya un hito.
Su sexto sentido científico ("esas secuencias tenían que ser importantes") plantó la semilla para el desarrollo de una técnica, CRISPR (repeticiones palindrómicas cortas agrupadas y regularmente interespaciadas), a la que él mismo puso nombre y que ahora está en boca de todos. La edición genómica es la última revolución biotecnológica y la gran esperanza en la lucha contra diversas patologías. Mojica habló con DM hace dos años sobre CRISPR cuando este sistema apenas era conocido, y descuelga ahora de nuevo el teléfono cuando la herramienta está en boca de todos.
  • "La técnica abre un poco más la puerta de la terapia génica, pero ahora mismo todo es hipotético: una posibilidad, grande, sí, pero nada más"
PREGUNTA. ¿Qué ha cambiado con CRISPR en estos dos últimos años?
RESPUESTA.
 Su desarrollo ha sido explosivo a partir de 2013. Pese a los hallazgos de hace casi tres décadas, hasta 2005 no supimos para qué servía ese sistema observado en bacterias, o si tenía alguna actividad. Al descubrir que se trataba de un sistema inmune, a partir de 2007 pudimos empezar a caracterizarlo, lo que desembocó en la publicación en 2012 de Jennifer Doudna y Emmanuelle Charpentier, que dijeron cómo valerse de la proteína Cas9 para la edición genómica controlada. Y a partir de ahí.. La bomba.
P. ¿En qué punto se encuentra el desarrollo de esta técnica?
R.
 En los tres últimos años ha habido unas 2.000 publicaciones. Se ha depurado y se han resuelto algunos defectos, pero no está todavía optimizada. Su eficacia es grande, pero no total. Aún se requiere una administración muy importante de la proteína Cas9, lo que obliga a expresar mucho el gen codificante y genera algunos problemas de especificidad.
  • "CRISPR admite muchísimas variantes; ahora sólo utilizamos una o dos. Probar con otras proteínas además de Cas9 nos dará alegrías"
P. ¿Cuáles son los últimos hitos con CRISPR?
R.
 Se ha avanzando mucho en el estudio de determinantes genéticos implicados en patologías importantes, a escala de estudios in vitro y con células aisladas, y ya van surgiendo los primeros resultados en embriones y en investigación animal. La prevención de reinfecciones víricas, la generación de mosquitos incapaces de transmitir la malaria y la mejora de los síntomas de la distrofia muscular en ratones son algunos de los avances ya publicados.
P. Y ante estos logros...
R. 
Mucha prudencia. El ratón afectado de Duchenne no se ha curado, sólo ha mejorado. En embriones humanos sólo hay una publicación, y los resultados no son muy halagüeños. Hay que ir muy poco a poco.
P. ¿Se abre un poco más la puerta de la terapia génica?
R. 
Algo, pero no del todo. CRISPR nos deja ver un poco más de luz. Si todo va bien habrá muchas soluciones. La gente se agarra a un clavo ardiendo; no debemos generar falsas expectativas. Ahora todo es hipotético: una posibilidad, grande, sí, pero nada más.
P. Se empieza a hablar de posibles aplicaciones en cáncer, neurodegeneración... ¿Cómo lo ve?
R.
 La ventaja tremenda del CRISPR es que es muy fácil hacer análisis masivos. Introduciendo Cas9 y varios ARN guías se puede afectar al mismo tiempo muchos genes distintos. Esto permite, en un mismo experimento, poner a prueba muchas regiones intergénicas y abordar procesos genéticamente complejos. Ya podemos identificar qué genes están involucrados en el proceso patológico. Ahora hay que manejar estos determinantes genéticos, ver si podemos reproducir la enfermedad en modelo animal, pensar en posibles terapias... No me atrevo a dar fechas: puede ser pronto o nunca.
P. ¿Vislumbra por dónde irá la evolución de CRISPR?
R.
 Ahora nos basamos sólo en uno o dos microorganismo. Los sistemas CRISPR-Cas son muy diversos, aunque ahora utilicemos sólo un par de bacterias de una misma clase. El tipo que se utiliza pertenece a un grupo de cinco ya caracterizadas, y dentro de ésas hay diversos subtipos. Hay muchísimas variantes, con la misma simplicidad que utilizamos ahora pero muy diferentes, para hacer modificaciones genéticas con una sola proteína.
Por ejemplo, ya se está utilizando CPF1 en vez de Cas9: distintas características, funciones, reconocimiento de dianas... Es más pequeña, y eso es interesante. También se han probado Cas9 distintas, pero no han funcionado. Analizar otras proteínas nos dará grandes alegrías.

El español recibe el aplauso de la comunidad científica e incluso suena para el Nobel

InmunidadMojica trabaja en "la parte menos conocida del mecanismo": saber cómo obtienen las bacterias la inmunidad. Pensando en posibles aplicaciones, tener esta respuesta "podría permitir, por ejemplo, crear bacterias inmunes a virus"
Debate bioético
"No es fácil, no hay conclusión clara. Crispr sólo ha avivado este debate, que ya existía con el ADN recombinante, porque es una técnica fácil y accesible. Por esta razón, ya que vamos muy rápido, hay que ponerse las pilas y solucionar el debate lo antes posible".
¿Un posible Nobel?
Ahora que se vislumbran apicaciones clínicas, la tecnología derivada del descubrimiento de Mojica suena para el Premio Nobel a corto plazo. Los nombres de Charpentier, Doudna, Church, Zhang... están en las quinielas; el suyo también.

"Me acercaré a estudios más aplicados"

Ajeno al reconocimiento que está teniendo en el último año (CRISPR suena para el Premio Nobel y su nombre también), Francis Mojica sigue pensando que su sitio está en la investigación básica.
Preguntado por un posible salto a la investigación aplicada, admite que lo está valorando y que se encamina hacia ello: "Sí es verdad que le estoy dando vueltas. Intentaré colaborar con gente que me aporte conocimiento aplicado. Soy microbiólogo, trabajo con bacterias y cambiar de campo es difícil, pero también lo es no planteárselo vista la repercusión".
En todo caso, no augura un salto brusco: "Nada de animales o plantas: me acercaré al mundo de las aplicaciones biotecnológicas, pero sin moverme de las bacterias".
Mojica sabe que, "lógicamente, lo que llama la atención de CRISPR es la posibilidad de curar enfermedades en humanos", pero sabe que hay mucho más: "Las posibilidades en bacterias son múltiples. Fueron la raíz de todo".
Concretando, cree que es posible pensar en "generar microorganismos resistentes a virus y programarlos para producir antibióticos específicos, fermentar lácteos, producir insulina y hormona de crecimiento, interferir en la diseminación de resistencias a antibióticos... Todo esto está muy poco explotado".

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