El Zika utiliza el receptor AXL para entrar en las células madre neurales

Investigadores de la Universidad de California hallan una posible explicación a la vulnerabilidad del cerebro en desarrollo frente al virus de Zika.

Redacción. Madrid | 30/03/2016 23:00

Organoide derivado de células madre en el que se aprecian las células madre gliales radiales (en rojo), las neuronas (en azul) y los receptores AXL (en verde). (DM)

La supuesta atracción del virus de Zika por las células madre neurales humanas puede deberse a su habilidad para utilizar el receptor de superficie AXL como vía de entrada en ellas, según un estudio que se publica en el último número de Cell Stem Cell.

Arnold Kriegstein, de la Universidad de California en San Francisco, y su equipo han descubierto que AXL, conocido por su implicación en la división celular, es muy abundante en la superficie de las células madre neurales del cerebro en desarrollo, pero no en las neuronas.

Las células madre neurales que expresan AXL sólo están presentes durante el segundo trimestre de gestación. En concreto, AXL se encuentra en las células gliales radiales, que son las que dan lugar a los distintos tipos celulares que forman la corteza cerebral, y también en células madre de la retina.

La alteración de este amplio rango de células explicaría los distintos síntomas asociados con la infección por el virus de Zika en el feto en desarrollo, como la microcefalia, la agiria y las lesiones oculares. Sin embargo, AXL no es el único receptor que se ha relacionado con este virus, por lo que, tal y como explica Kriegstein, "habrá que demostrar si el bloqueo de esta proteína específica puede prevenir la infección".

El equipo investigador constató en anteriores estudios que el virus del dengue parece emplear el receptor AXL como punto de entrada para la infección y demostró la expresión de AXL en las células gliales radiales en diferentes modelos de estudio: ratón, hurón, organoides derivados de células madre humanas, y tejido cerebral humano en desarrollo.

Virulencia
A continuación, aplicaron técnicas de inmunohistoquímica para identificar en tejidos en desarrollo y en organoides los sitios en los que era más probable encontrar la proteína. Comprobaron que el receptor tiende a agregarse hacia las áreas en las que los progenitores neurales entran en contacto con el líquido cefalorraquídeo o los vasos sanguíneos. Esta posición podría conferirleuna forma fácil de alcanzar esa población celular.

En todo caso, tal y como apunta Kriegstein, todavía no se sabe a ciencia cierta "por qué el virus de Zika es tan virulento en el cerebro en desarrollo". En este sentido, considera que podría deberse a que "viaja más fácilmente a través de la barrera placentaria o a que tiene una mayor capacidad de entrar en las células que otras infecciones relacionadas".

El grupo de Kriegstein explorará las posibilidades terapéuticas basadas en el receptor AXL.

Nuevas pruebas en embarazadas

Un estudio que se publica en la edición online de The New England Journal of Medicine(NEJM), cuya primera firmante es Rita Driggers, de la Universidad Johns Hopkins (Baltimore, Estados Unidos), describe el caso de una embarazada infectada por el virus de Zika durante la undécima semana de gestación.

El perímetro cefálico del feto cayó desde el percentil 47 hasta el 24 entre las semanas 16 y 20 de gestación. Se identificó ARN viral en la sangre materna en las semanas 16 y 21. Asimismo, se apreciaron anomalías cerebrales considerables mediante ecografía y resonancia magnética en las semanas 19 y 20, pero no se observaron ni microcefalia ni calcificaciones intracreaneales.

En el análisis 'postmortem' del tejido cerebral fetal se detectó una reducción difusa del espesor cortical cerebral. También se constataron altos niveles de ARN del virus de Zika y partículas virales y se aisló el virus.

Los autores creen que su estudio pone de manifiesto la posible importancia de la realización de análisis para detectar ARN del virus de Zika en mujeres embarazadas más allá de la primera semana tras el inicio de los síntomas, así como de una evaluación más detallada de la anatomía intracraneal del feto mediante un seguimiento ecográfico o por resonancia magnética.