LA BIOMEDICINA ES ALGO ESENCIAL
"CRISPR es una caja llena de herramientas, no sólo una"
Francis Mojica, que abrió camino para desarrollar la última revolución genómica, pide no olvidar nunca la relevancia de la investigación básica en biomedicina.
José A. Plaza | japlaza@unidadeditorial.es | 24/10/2016 00:00
Francis Mojica y Lluis Montoliu, antes de la charla que ofrecieron, junto a la biotecnóloga Ángela Bernardo, en el congreso de la Asociación de Comunicadores de Biotecnología (AcB), celebrado en Valencia. (DM)
Sin duda, 2016 es el año de confirmación del boom de las herramientas CRISPR, y el año del investigador español Francis Mojica, pionero en los hallazgos que luego derivaron en una tecnología de edición genómica que está revolucionando el panorama científico. Mojica, junto a Lluis Montoliu, del CNB y del Ciber de Enfermedades Raras, participó la semana pasada en el BioComunica16, el II Congreso de la Asociación de Comunicadores de Biotecnología (AcB).
- Las herramientas CRISPR no tienen techo científico conocido.
Ambos señalaron que las herramientas CRISPR no tienen techo científico conocido, pero también que hay que moderar mucho las expectativas clínicas. Mojica, que dio hace ya años "con un sistema inmunológico en arqueas, pero no con uno cualquiera", prefiere barrer para su ámbito de investigación básica y recordar que "casi nadie habla de reprogramar estos sistemas en bacterias, algo que puede ser muy interesante per se en biotecnología".
Inicios complejos
El investigador español cree que los avances de los últimos años en secuenciación genómica y bioinformática han sido fundamentales para descubrir las posibilidades de las CRISPR: "Al principio trabajar con estos sistemas era una pesadilla; nos volvimos locos". Cuando Jennifer Doudna y Emanuelle Charpentier propusieron que estas herramientas podían servir para editar el genoma, "comprendimos que ante nosotros se abría una caja completa de herramientas con múltiples posibilidades".
Veinticinco años después de las primeras investigaciones con estos sistemas, el abanico de posibilidades que se intuye es incalculable, señala Mojica. Eso sí, insiste en la necesidad de no olvidar de dónde vienen las posibles aplicaciones clínicas: "La investigación básica es fundamental". Y se vale de una vivencia propia, alejada de la ciencia, para explicarse: "Tengo un naranjo y no lo cuido mucho, así que sólo he conseguido que el año pasado me diera una naranja. Debo trabajarlo si quiero que dé más. Si no cuidamos la investigación básica, no vamos a comer nunca naranjas...".
Variabilidad genética
Montoliu, que también trabaja en estudios básicos, habla de las CRISPR como "una disrupción tecnológica. Durante treinta años pensábamos que podíamos modificar el genoma, y de repente vemos que hay proteínas que cortan el ADN donde queremos, provocando mutaciones específicas".
Con los últimos hallazgos, "ahora lo hacemos más rápido y mejor. Podemos hacer cosas que antes ni sospechábamos. Durante años hemos eliminado el primer exón de muchos genes, logrando que el gen dejara de funcionar y generando modelos animales que asemejaban patologías humanas. Pero en el ser humano se dan otros cambios, que ahora podemos manejar gracias a CRISPR", añade Montoliu.
Trasladando a su ámbito la frase no hay enfermedades, sino enfermos, el investigador del CNB cree que "no hay mutaciones genéricas, sino específicas", que se comprenden mejor gracias a estas herramientas de edición genómica.
Con los últimos hallazgos, "ahora lo hacemos más rápido y mejor. Podemos hacer cosas que antes ni sospechábamos. Durante años hemos eliminado el primer exón de muchos genes, logrando que el gen dejara de funcionar y generando modelos animales que asemejaban patologías humanas. Pero en el ser humano se dan otros cambios, que ahora podemos manejar gracias a CRISPR", añade Montoliu.
Trasladando a su ámbito la frase no hay enfermedades, sino enfermos, el investigador del CNB cree que "no hay mutaciones genéricas, sino específicas", que se comprenden mejor gracias a estas herramientas de edición genómica.
Tanto Mojica como Montoliu piden prudencia al hablar de ciertas posibles aplicaciones: "Tenemos que reflexionar sobre usos más allá de células y modelo animal. Para hablar de posibles terapias hay que hacerlo con cuidado. Con estas técnicas, generaremos una cantidad tremenda de alelos mutantes, que son fuente de tremenda variabilidad genética".
Teoría y aplicación
Este " mosaicismo genético" supone una importante limitación para estas herramientas: "Estamos cerca de llegar a las secuencias que queremos, pero las mutaciones que producimos no siempre se comportan de la manera que prevemos". Hablando claro, Montoliu añade: "La aplicación directa en modificación de embriones hay que tomarla con mucha cautela: sería abrir una Caja de Pandora innecesaria porque aún no hay necesidad de hacerlo". A su juicio, el diagnóstico genético preimplantatorio es para el que lo quiera una mejor opción.
Montoliu y Mojica creen que el límite teórico de las CRISPR "es la imaginación", aunque para hablar de aplicaciones son más prudentes. A su juicio, los hallazgos con las CRISPR "son comparables a la amplificación de ADN con la PCR: incluso ésta se queda corta ante las posibilidades de la edición genómica".
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