DEPORTE EN ESCUELA SECUNDARIA
Cambios cerebrales en fútbol americano tras impacto en la cabeza
Según un estudio realizado en Carolina del Norte, los impactos en la cabeza recibidos por jugadores de fútbol americano de la escuela secundaria afectaron a la materia gris y blanca de sus cerebros.
Europa Press | 29/11/2016 09:00
Un nuevo estudio presentado en la Reunión Anual de la Sociedad de Radiología de América del Norte, en Chicago, ha examinado imágenes cerebrales realizadas a jugadores de fútbol americano de la escuela secundaria (de 14 a 18 años) después de una única temporada. En ellas se observaron cambios en la materia gris y blanca que se correlacionaron con episodios de impactos en la cabeza.
"Sabemos que algunos jugadores de fútbol profesional sufren un serio trastorno llamado encefalopatía traumática crónica (CTE, por sus siglas en inglés). Estamos tratando de averiguar cuándo y cómo se inicia ese proceso para poder continuar con el deporte como una actividad saludable para millones de niños y adolescentes", ha dicho Elizabeth Moody Davenport, investigadora en el Centro Médico UT Southwestern en Dallas, Texas.
El estudio incluyó a 24 jugadores de un equipo de fútbol americano de una escuela secundaria en Carolina del Norte. Se colocó a cada uno de ellos un casco equipado con sensores que miden la magnitud, ubicación y dirección de un golpe durante todos los entrenamientos y los partidos jugados.
Alteraciones en imágenes
Se tomaron imágenes de cada jugador antes y después de la temporada mediante una resonancia magnética especializada para medir la integridad de la sustancia blanca del cerebro, y una magnetoencefalografía, que mide ondas cerebrales como las delta que aumentan después de las lesiones cerebrales. "Vimos cambios en el cerebro de estos jóvenes jugadores tanto en imágenes estructurales como funcionales después de una sola temporada de fútbol", ha dicho Davenport.
El equipo de investigación calculó el cambio entre las imágenes de antes y después de la temporada de fútbol y midió las anormalidades observadas en la imagen de difusión y el incremento anormal de la actividad de la onda delta en la MEG. Se combinaron los resultados de las imágenes con los datos de impacto específicos del jugador recogidos con los cascos con sensores. Ninguno de los 24 jugadores fue diagnosticado con una conmoción cerebral durante el estudio.
Los jugadores que sufrieron más impactos en la cabeza registraron el mayor cambio en la imagen de difusión y las mediciones en MEG. "Los cambios en las medidas de la imagen de difusión se correlacionaron más con la aceleración lineal -ha explicado Davenport-. Los cambios de MEG se asociaron más con el impacto de rotación. Estos resultados demuestran que se necesitan ambas medidas para evaluar la exposición al impacto porque se correlacionan con procesos biomecánicos muy diferentes".
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